por GABY Miér Dic 28, 2011 5:27 pmPALABRAS DE LA SEÑORA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ, EN EL ACTO DE APERTURA OFICIAL DEL 13º CONGRESO FORESTAL MUNDIAL REALIZADO EN LA PLAZA COLÓN, DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
Muy buenas tardes a todos y a todas.
Quiero darle la bienvenida a todas las delegaciones de todos los países que nos han visitado; señores ministros y ministras; jefes y jefas de delegación: quiero decirles que no vayan a creer que este árbol que he plantado es el primero que planto en mi vida, no.
He plantado en mi vida, recién le decía a Homero Bibiloni, nuestro secretario de Medio Ambiente, entre plantas, arbustos, árboles, rosales más de tres mil o cuatro mil. En realidad -vamos a ser sinceros- yo digo dónde van y otros van y los plantan, pero lo importante es la voluntad y la intención de forestar, de ver verde el planeta, que cada vez lo está menos, y tenemos, entonces, no solo problemas de contaminación, no solo problemas de cambio climático, sino también problemas vinculados, como ustedes saben, al venir sequías, al haber cambios abruptos del clima, algo que es profundizar todavía, si esto es posible aún más, la situación de hambre de más de mil millones de personas en el mundo hoy.
Yo quiero decir acá ante el delegado de la FAO, primero, que transmita un gran abrazo en nombre de todos los argentinos y en particular de esta Presidenta, al señor Jacques Diouf, titular de la FAO, con quien hace muy poco me tocó compartir la Cumbre de Países del África y de la América del Sur, en la Isla Margarita, porque sé del inmenso compromiso que tiene la FAO y su titular en esta lucha contra el hambre.
Esto de la forestación, de los bosques, también tiene que ver con el cuidado del medio ambiente y las posibilidades del desarrollo de una agricultura que sea absolutamente sustentable y que también provea de alimentos a los más de mil millones de seres en el mundo que hoy no los tienen y un gran compromiso por parte de nuestro país también y la necesidad de articular un esfuerzo de carácter global.
Yo estuve presente el año pasado en la Asamblea que se realizó en Roma. Cuando uno escuchaba al señor Jacques Diouf hablar de las cifras del alimento que se tira, de la comida que se deconstruye y, al mismo tiempo compararla con la cantidad de gente que carece de esos alimentos, observa muchas veces la dualidad casi cínica de un mundo que requiere mayores equilibrios, mayores esfuerzos y mayores compromisos por parte de todos aquellos que tenemos responsabilidades institucionales pero también de toda la sociedad en su conjunto.
Así que, felicitarlos por el éxito de este Congreso, hablan de más de 4.500 participantes, pero el éxito seguramente no va a estar solamente en lo cuantitativo, sino también en lo cualitativo que serán las conclusiones a las que seguramente arribará este Congreso y que contribuirán, en definitiva, a hacer un aporte para lo que todos queremos: vivir en un mundo mejor, en un medio ambiente que nos permita decir que realmente este, el único lugar que tenemos para vivir, que es la Tierra, sea un lugar habitable y amigable para todos los que en ella vivimos.
Muchas gracias y felicitaciones a todos. (APLAUSOS)
Muy buenas tardes a todos y a todas.
Quiero darle la bienvenida a todas las delegaciones de todos los países que nos han visitado; señores ministros y ministras; jefes y jefas de delegación: quiero decirles que no vayan a creer que este árbol que he plantado es el primero que planto en mi vida, no.
He plantado en mi vida, recién le decía a Homero Bibiloni, nuestro secretario de Medio Ambiente, entre plantas, arbustos, árboles, rosales más de tres mil o cuatro mil. En realidad -vamos a ser sinceros- yo digo dónde van y otros van y los plantan, pero lo importante es la voluntad y la intención de forestar, de ver verde el planeta, que cada vez lo está menos, y tenemos, entonces, no solo problemas de contaminación, no solo problemas de cambio climático, sino también problemas vinculados, como ustedes saben, al venir sequías, al haber cambios abruptos del clima, algo que es profundizar todavía, si esto es posible aún más, la situación de hambre de más de mil millones de personas en el mundo hoy.
Yo quiero decir acá ante el delegado de la FAO, primero, que transmita un gran abrazo en nombre de todos los argentinos y en particular de esta Presidenta, al señor Jacques Diouf, titular de la FAO, con quien hace muy poco me tocó compartir la Cumbre de Países del África y de la América del Sur, en la Isla Margarita, porque sé del inmenso compromiso que tiene la FAO y su titular en esta lucha contra el hambre.
Esto de la forestación, de los bosques, también tiene que ver con el cuidado del medio ambiente y las posibilidades del desarrollo de una agricultura que sea absolutamente sustentable y que también provea de alimentos a los más de mil millones de seres en el mundo que hoy no los tienen y un gran compromiso por parte de nuestro país también y la necesidad de articular un esfuerzo de carácter global.
Yo estuve presente el año pasado en la Asamblea que se realizó en Roma. Cuando uno escuchaba al señor Jacques Diouf hablar de las cifras del alimento que se tira, de la comida que se deconstruye y, al mismo tiempo compararla con la cantidad de gente que carece de esos alimentos, observa muchas veces la dualidad casi cínica de un mundo que requiere mayores equilibrios, mayores esfuerzos y mayores compromisos por parte de todos aquellos que tenemos responsabilidades institucionales pero también de toda la sociedad en su conjunto.
Así que, felicitarlos por el éxito de este Congreso, hablan de más de 4.500 participantes, pero el éxito seguramente no va a estar solamente en lo cuantitativo, sino también en lo cualitativo que serán las conclusiones a las que seguramente arribará este Congreso y que contribuirán, en definitiva, a hacer un aporte para lo que todos queremos: vivir en un mundo mejor, en un medio ambiente que nos permita decir que realmente este, el único lugar que tenemos para vivir, que es la Tierra, sea un lugar habitable y amigable para todos los que en ella vivimos.
Muchas gracias y felicitaciones a todos. (APLAUSOS)
