La mega desinformación minera
Ordenémonos
Uno de los aspectos más críticos y más riesgosos de escribir en un blog es caer en la pretensión de la todología. Pretender que un ser humano, por más inteligente e informado que sea, conozca en profundidad de múltiples temas es, cuanto menos, poco serio. Y para aventureros ya tenemos a varios famosos, yo paso.
Y cómo solucionar ese déficit? Es posible solucionarlo? A mí me gusta pensar que uno puede ayudar mucho más al debate público planteando preguntas que ofreciendo respuestas. Quizás sea éste –el intentar hacernos preguntas y hacérselas a los que saben- una de las claves del periodismo que me gusta.
Y acá llegamos al tema de la minería. La ausencia de un debate serio, mesurado y consistente con respecto a los beneficios y perjuicios de la explotación minera en nuestro país marca, a mi modo de ver, dos cosas: a) la ausencia de la política como “ordenadora de sentido” en la sociedad. Gobernantes que no se muestran dispuestos o capaces de generar los instrumentos necesarios para que la sociedad pueda informarse y mensurar acabadamente cuáles son estos perjuicios y cuáles son los beneficios de esta actividad y luego actuar en consecuencia; b) la lamentable realidad de nuestro periodismo, más dispuesto a tomar partido con anterioridad a este “preguntarse” que a informar.
Con respecto a la situación de la minerìa veo dos temas que se superponen y se “debaten” como si fuera uno solo cuando no lo son: el impacto ambiental (no se dice medio-ambiental changos, es una redundancia, estamos?) de esa actividad económica en las zonas de explotación y el “modelo de negocio” que estos proyectos mineros llevan adelante.
Con respecto al impacto ambiental hay más de una mirada y más de un bolazo. Ayer llegué a leer que La Alumbrera o una de esas minas iba a usar más explosivos que Hiroshima. No es necesario llegar a tales dislates para tratar de demostrar si, efectivamente, la minería a cielo abierto produce –como cualquier actividad humana- un impacto ambiental. Darse un debate serio, con gente que conoce de los temas, con legislación comparada (veamos cuáles son los límites que se imponen a estas empresas trasnacionales en otras explotaciones mineras de los países centrales. Son diferentes?, son aquí menores, hay más permisividad para atraer estas inversiones?). Insisto: sospecho que la minería impacta negativamente en el ambiente. Cuánto estamos dispuestos a tolerar este impacto en virtud del desarrollo económico de esas zonas? Qué modelo de desarrollo económico pretendemos para nuestro país? Cuántos de nosotros podemos tener la conciencia tranquila de ser “ambientalistas” sin ponernos a pensar en modelos de desarrollos alternativos para esas zonas postergadas de nuestra Patria? Yo me tatuo en la frente: la primer especie que mi ecología está dispuesta a defender son los seres humanos de carne y hueso.
Tengo una opinión un tanto más formada con respecto al escandaloso Código Minero que rige en la actualidad. Que las empresas puedan extraer el mineral y tributar un miserable 3%, y encima a través de “declaraciones juradas” sin control estatal es, efectivamente, un expolio. Un choreo. Nos opondríamos de igual modo si los recursos generados por la minería quedaran integramente para la riqueza nacional?, Si pudièramos destinar esos inmensos montos de dinero para desarrollar en infraestructura básica, en viviendas, en escuelas, es decir, en calidad de vida para los millones de compatriotas que aùn no la tienen? Pregunto, me pregunto.
También me pregunto: si cambiamos en este texto “minería” por “monocultivo de soja”, cambia en algo del sentido de mis preguntas?
Adenda: sigo sin escuchar ni leer, en un solo diario, en una sola radio, en un solo canal de TV, quién ordenó y por qué el desalojo de la ruta. Fue un juez o fue el intendente o un “político”? La “infantería” es de la Gendarmería Nacional o de la Policía Provincial? Por qué algunos pedían “represión” cuando los que cortaban rutas eran piqueteros y ahora se rasgan las vestiduras? Por qué hay quienes siempre se cagaron de risa de las radios comunitarias y ahora las endiosan? Porque hay tanta doble moral según convenga a los prejuicios de cada uno y de cada quién?
Ni pienso aclarar mi posición con respecto a “la represión”. He puesto el cuerpo en lugares que algunos sólo conocen de ver un puntito en el mapa.
Publicado por Mendieta
10 febrero 2012
http://mendietaelrenegau.blogspot.com/
Ordenémonos
Uno de los aspectos más críticos y más riesgosos de escribir en un blog es caer en la pretensión de la todología. Pretender que un ser humano, por más inteligente e informado que sea, conozca en profundidad de múltiples temas es, cuanto menos, poco serio. Y para aventureros ya tenemos a varios famosos, yo paso.
Y cómo solucionar ese déficit? Es posible solucionarlo? A mí me gusta pensar que uno puede ayudar mucho más al debate público planteando preguntas que ofreciendo respuestas. Quizás sea éste –el intentar hacernos preguntas y hacérselas a los que saben- una de las claves del periodismo que me gusta.
Y acá llegamos al tema de la minería. La ausencia de un debate serio, mesurado y consistente con respecto a los beneficios y perjuicios de la explotación minera en nuestro país marca, a mi modo de ver, dos cosas: a) la ausencia de la política como “ordenadora de sentido” en la sociedad. Gobernantes que no se muestran dispuestos o capaces de generar los instrumentos necesarios para que la sociedad pueda informarse y mensurar acabadamente cuáles son estos perjuicios y cuáles son los beneficios de esta actividad y luego actuar en consecuencia; b) la lamentable realidad de nuestro periodismo, más dispuesto a tomar partido con anterioridad a este “preguntarse” que a informar.
Con respecto a la situación de la minerìa veo dos temas que se superponen y se “debaten” como si fuera uno solo cuando no lo son: el impacto ambiental (no se dice medio-ambiental changos, es una redundancia, estamos?) de esa actividad económica en las zonas de explotación y el “modelo de negocio” que estos proyectos mineros llevan adelante.
Con respecto al impacto ambiental hay más de una mirada y más de un bolazo. Ayer llegué a leer que La Alumbrera o una de esas minas iba a usar más explosivos que Hiroshima. No es necesario llegar a tales dislates para tratar de demostrar si, efectivamente, la minería a cielo abierto produce –como cualquier actividad humana- un impacto ambiental. Darse un debate serio, con gente que conoce de los temas, con legislación comparada (veamos cuáles son los límites que se imponen a estas empresas trasnacionales en otras explotaciones mineras de los países centrales. Son diferentes?, son aquí menores, hay más permisividad para atraer estas inversiones?). Insisto: sospecho que la minería impacta negativamente en el ambiente. Cuánto estamos dispuestos a tolerar este impacto en virtud del desarrollo económico de esas zonas? Qué modelo de desarrollo económico pretendemos para nuestro país? Cuántos de nosotros podemos tener la conciencia tranquila de ser “ambientalistas” sin ponernos a pensar en modelos de desarrollos alternativos para esas zonas postergadas de nuestra Patria? Yo me tatuo en la frente: la primer especie que mi ecología está dispuesta a defender son los seres humanos de carne y hueso.
Tengo una opinión un tanto más formada con respecto al escandaloso Código Minero que rige en la actualidad. Que las empresas puedan extraer el mineral y tributar un miserable 3%, y encima a través de “declaraciones juradas” sin control estatal es, efectivamente, un expolio. Un choreo. Nos opondríamos de igual modo si los recursos generados por la minería quedaran integramente para la riqueza nacional?, Si pudièramos destinar esos inmensos montos de dinero para desarrollar en infraestructura básica, en viviendas, en escuelas, es decir, en calidad de vida para los millones de compatriotas que aùn no la tienen? Pregunto, me pregunto.
También me pregunto: si cambiamos en este texto “minería” por “monocultivo de soja”, cambia en algo del sentido de mis preguntas?
Adenda: sigo sin escuchar ni leer, en un solo diario, en una sola radio, en un solo canal de TV, quién ordenó y por qué el desalojo de la ruta. Fue un juez o fue el intendente o un “político”? La “infantería” es de la Gendarmería Nacional o de la Policía Provincial? Por qué algunos pedían “represión” cuando los que cortaban rutas eran piqueteros y ahora se rasgan las vestiduras? Por qué hay quienes siempre se cagaron de risa de las radios comunitarias y ahora las endiosan? Porque hay tanta doble moral según convenga a los prejuicios de cada uno y de cada quién?
Ni pienso aclarar mi posición con respecto a “la represión”. He puesto el cuerpo en lugares que algunos sólo conocen de ver un puntito en el mapa.
Publicado por Mendieta
10 febrero 2012
http://mendietaelrenegau.blogspot.com/