por GABY Mar Dic 27, 2011 2:45 amPALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ, EN EL ACTO DE FIRMA DE CONTRATO PARA LA LICITACIÓN DE LA LÍNEA ELÉCTRICA COMAHUE-CUYO Y VIDEOCONFERENCIA DONDE INAUGURA LA LÍNEA DE TRANSMISIÓN RECREO, EN CATAMARCA-LA RIOJA, DESDE EL ANFITEATRO DEL CENTRO DE CONGRESOS Y EXPOSICIONES DEL "PARQUE JUAN DOMINGO PERÓN", EN MENDOZA
Gracias, muchas gracias a todos y a todas; señor Gobernador de la provincia de Mendoza; señor Gobernador de la provincia de Neuquén; de San Juan; de Río Negro; señor Intendente de San Rafael: yo recién escuchaba atentamente el relato mediático, periodístico que Celso hacía de las vicisitudes y de las cosas que se publican muchas veces y de las dudas, yo le recomiendo algo, como amiga, como compañera y también como Presidenta, esto me lo recomendó otro señor que fue Presidente, el más exitoso presidente, de los últimos 50 años, que le encanta leer y le encanta escuchar opiniones, pero me dijo: "si te ponés a leer todos los días lo que dicen todos los diarios, además de amargarte seguramente vas a perder mucho tiempo, que mejor empléalo en hacer cosas para los argentinos, que es realmente lo que nosotros necesitamos". (APLAUSOS). Esto no quiere decir que esté mal leer los diarios, por Dios, pero muchas veces yo siempre apelo a la necesidad, que tenemos todos, a la responsabilidad que tenemos todos de construir un país diferente. Un país diferente se construye con gestión, con obras, con hechos, con políticas y también con buenas instituciones, de las públicas, de las sociales, de las privadas, que también relaten lo hecho a la sociedad, porque la sociedad no sólo necesita obras, necesita ilusiones, utopías, esperanzas y mensajes positivos. (APLAUSOS).
Esta es la tercera o cuarta vez que vento a la provincia de Mendoza como presidenta de todos los argentinos y todas las veces que vine lo hice precisamente con cuestiones concretas, objetivas y puntuales: de realizaciones, de promociones fiscales para los industriales, que han generado una industria que hoy es modelo, ejemplo y orgullo de los argentinos, la industria vitivinícola mendocina, que además tuvo la fantástica capacidad de poder transformarse frente a las contingencia del mercado, que mutó de ser un gran consumo popular, el vino para mutar a otro mercado de alto nivel de productos Premium. Esto es lo que yo llamo adaptarse a las necesidades y en lugar de quejarse por lo que ya no se consume, generar y recrear nuevos mercados.
Esta obra de 500 kilovats, las líneas de alta tensión, cómo no van a ser creíbles, si también hoy estamos inaugurando una obra, que ahí si puede verse, estoy viendo las imágenes, en este momento, en la querida provincia de La Rioja, que nunca había tenido una obra de esta naturaleza. (APLAUSOS). Ahí me están aplaudiendo los riojanos o en el gasoducto de cuando vine la otra vez.
Yo escuchaba al Intendente hablar de esa estación de ómnibus y me acordé, altri tempi, allá entre 1987 y 1991, cuando estábamos en la intendencia de Río Gallegos, Cameron se debe acordar, y también construimos por administración la estación de ómnibus que todavía está en nuestra ciudad. La ferroviaria no, porque el tren nunca llegó a Santa Cruz, me acuerdo cuando le preguntaban a Kirchner cuando la privatización de los ferrocarriles cómo había impactado en la provincia, y el decía: "para nada, si nunca llegaron", o sea es un poco el relato y la historia de este desigual, injusto e inequitativo país que todavía tenemos los argentinos y cuya misión, quienes gobernamos, desde la más alta magistratura, desde una gobernación, desde una intendencia, desde una banca de legislador nacional o provincial o municipal, tenemos la obligación y el compromiso de cambiar. Si de algo me enorgullezco, como militante política, de un espacio en el cual venimos trabajando denodadamente, desde hace muchos años, es de pertenecer a un proyecto político que ha comenzado a transformar el país con obras y gestión como nunca se había visto, desde hace décadas en la República Argentina. (APLAUSOS).
Porque esta línea de alta tensión Comahue-Cuyo se suma a las otras, a las que ya inauguramos, tampoco llegaba a Santa Cruz la línea de alta tensión de 500, apenas a Choele-Choel y de ahí bajamos a Puerto Madryn y de Puerto Madryn a Pico Truncado, y ahora el 1 de junio, vamos a firmar también para la obra que ya está empezando, ya tenemos firmada la licitación, Cameron, de Pico Truncado a Río Gallegos para interconectar todo el país. Porque el otro drama que teníamos los argentinos era la fantástica fuentes de energías alternativa o clásicas, pero al no estar interconectados con el país, no teníamos posibilidades de explotarlas, de conectarnos, de utilizarlas en nuestras propia producción o demandarlas a la red de la región, también, como venta de energía.
También está la línea de alta tensión, que va a atravesar todo el NEA-NOA, otra deuda histórica pendiente con una región de nuestro país dejada de lado, pero no solamente estas cosas. Y esto no es obra de un presidente anterior generoso y de esta presidenta, no, estas no son obras de presidentes generosos y buenos, estas obras se pueden hacer porque hay un proyecto político diferente en el país, un proyecto político que cambió la matriz de acumulación económica. (APLAUSOS).
Yo muchas veces, cuando escucho algunas críticas, sobre todo en materia energética, por parte de dos sectores: uno que fue mencionado por usted en el artículo periodístico y no lo voy a decir, porque no importan los nombres, lo que importa son las políticas, lo que cada uno de nosotros como argentinos hizo, en un determinado momento histórico respecto de esas políticas. Y los que han criticado estas políticas energéticas, o que tal vez usted habrá leído el diario, también que decía que íbamos a quedar en blockout, desde el 2003 a la fecha, creciendo a tasas chinas en la República Argentina, anunciaron tantas veces el apagón y que no íbamos a poder producir y sin embargo, aquí estamos habiendo sostenido con nuestro desarrollo energético nuestro proyecto de energía nacional el crecimiento económico más importante de los 200 años de historia que tenemos como país y que vamos a cumplir el año que viene. (APLAUSOS).
Pero decía que muchos de los que nos criticaban o habían formado parte del proyecto o del gobierno que privatizó la energía en nuestro país o de los que sin privatizarla y decreciendo nuestro país llegamos a tener los argentinos seis horas de corte por día programados. No sé si se acordarán, estas cosas pasaron. No lo digo con el ánimo de reprochar o de escarbar, sino simplemente que yo creo que ha llegado el momento que todos tengamos la honestidad intelectual, a la hora de plantear las cosas a los argentinos y hacernos cargos de lo que participamos y de lo que hicimos y que cada uno de nosotros, los que frente a ustedes - hoy aquí en Mendoza, o en La Rioja, o en cualquier otro rincón de la Patria - cuando van a hablarle a otro compatriota puedan decirle qué han hecho para cambiarle la vida un poco a esa compatriota.
Nosotros, humildemente, algunas cosas podemos decir, hemos logrado como nunca, en las últimas décadas, poner nuevamente en valor ser un jubilado o un pensionado en la República Argentina. (APLAUSOS). No solamente porque se han producido más de 12 ó 13 aumentos, sino porque además hemos incorporado a casi dos millones de argentinos y argentinas que no tenían posibilidades de jubilarse o porque algún patrón inescrupuloso no había hecho sus aportes, o porque cuando llegaron las privatizaciones quedaron sin trabajo o simplemente porque se quedaron sin trabajo y no pudieron aportar. Pero además hemos consagrado con el voto del Poder Legislativo la movilidad jubilatoria y también la recuperación de la administración de los recursos que nuestros trabajadores depositan, precisamente, para hacer frente a sus jubilaciones.
También hemos logrado el proceso de recuperación y reconstrucción de nuestro aparato productivo industrial más importante. Yo digo que es la segunda industrialización en la historia de los argentinos. ¿Pero por qué? Por lo que decía al principio, porque hemos cambiado la matriz de acumulación económica. Hubo un momento en que la Argentina crecía a un 7 u 8 por ciento, pero cada vez había más desocupados porque nos habían imaginado como un país de servicios. Y ustedes, mendocinos, más que nadie, tal vez, o como muchísimos otros argentinos, saben que solamente se puede crecer desde el trabajo y la producción porque Mendoza se construyó desde el trabajo y la producción (APLAUSOS). Todo lo que hay en Mendoza es producción y trabajo; hasta el turismo hoy también vinculado a su producción y actividad fundamental. Y también en la recuperación de más de 4 millones de puestos de trabajo, que ha permitido, además, a nuestros trabajadores negociar más de 1.500 convenios colectivos de trabajo. Porque uno puede tener mejores condiciones laborales, uno puede lograr mejor salario sólo si se reduce el índice de desocupación, porque si no es la flexibilización y la precarización. Cuando la desocupación llega, como llegó casi, aquí en la República Argentina, a un 25 por ciento, uno de cuatro argentinos económicamente activo no tenía trabajo, entonces era imposible reconocer derechos a los trabajadores, ni siquiera se necesitaban leyes, era la dura realidad económica de la gente haciendo cola en la puerta de una fábrica o de un comercio para precisamente lograr que los salarios se negociaran a la baja y las condiciones fueran más que precarias.
Ni qué hablar también del nivel de endeudamiento, cuando Kirchner asumió como Presidente, el 25 de mayo de 2003, el Fondo Monetario Internacional, por un lado, y endeudamiento superior al 150 por ciento de nuestro PBI eran la dura moneda corriente de nuestra economía, lo que los economistas de entonces definían como las limitantes estructurales para el despegue y desarrollo de la República Argentina. Me acuerdo las cosas que le dijeron cuando propuso la negociación o la propuesta de pago, que íbamos a ofrecer a nuestros acreedores, de muchos diarios también y de muchos lugares se lo criticó duramente diciendo que iba a constituir un fracaso y que no iba a poder ser. Sin embargo, pudimos reestructurar nuestra deuda, que hoy representa menos del 50 por ciento de nuestro PBI, de un PBI sustancialmente diferente al de aquel del año 2003, porque ha sido casi de 300 mil millones de dólares, el año pasado.
Podríamos seguir hablando de los logros, de la mejora del poder adquisitivo de nuestros trabajadores, de lo que ha sido el desarrollo como nunca se ha visto de nuestras economías regionales, pero me gustaría también porque usted hizo mención gobernador, que usted y yo asumimos juntos, el 10 de diciembre del año 2007 y de este año y pico de gestión, que lleva esta Presidenta de todos los argentinos, de todos, no tengan dudas: de los que me votaron y de los que no me votaron; de los que me quieren y de los que no me quieren- créanme - yo trabajo por el bienestar de todos los argentinos todos los días tomando decisiones que muchas veces no conforman a todos, pero yo les puedo asegurar - y acá hay muchos hombres y mujeres de negocios - ustedes también lo saben que es imposible gobernar - como dice Kirchner - y tener un millón de amigos. Cuando uno gobierna toma decisiones que por allí afectan intereses, y entonces hay remesones o gente que protesta.
Pero déjenme contarles dos o tres cifras de este año 2008 que me atrevo a decir fue de los mejores de toda la serie del 2003, no por virtud de esta presidenta, sería necio y tonto decirlo, sino simplemente porque el modelo iba desarrollando acumulación de una manera en la que cada vez era mayor el proceso de acumulación, el surgimiento de empresas, el surgimiento de nuevos puestos de trabajo, a punto tal que el año pasado batimos récord de exportación, más de 71 mil millones de dólares; récord de superávit comercial, más de 13 mil millones de dólares; quinto país en incremento porcentual en inversión extranjera directa, 23 por ciento respecto del 2007, atrás de Sudáfrica, de Malasia, de India y no recuerdo cuál era el cuarto, pero nosotros somos le quinto. (Aplausos).
Pero cuando se nos vino encima la crisis global más importante que se recuerde en la historia es allí donde pudimos verificar por resultado, no por ideología, que el modelo que nosotros habíamos planteado, que era un modelo propio de un sistema de decisión nacional no aislado del mundo, al contrario, si nunca estuvimos tan vinculados al mundo como cuando exportamos y entonces es trabajo argentino el que sale a competir al exterior. Y en medio de la crisis más formidable del mundo, de ese mundo que durante estos seis años de gestión nos venían poniendo como ejemplo de lo que debíamos hacer se desplomó, nosotros podemos decir con orgullo que con este modelo económico estamos haciendo frente a una crisis, y hemos puesto como objetivo mantener la actividad económica y sostener todos y cada uno de los puestos de trabajo de los argentinos (Aplausos). Y lo estamos logrando con dificultades, y no con un método único, no hay una fórmula mágica, no hay una alquimia perfecta que diga esto es lo que hay que hacer. Cada actividad que tiene problemas, cada fábrica que tiene dificultades, cada sector que tiene inconvenientes producto de esta crisis global, vamos allí con una solución que nunca es igual en todos los casos, pero es la presencia del Estado sosteniendo la actividad económica y el nivel de empleo, con heterodoxia, con inteligencia, con creatividad, con compromiso.
Yo me pregunto, ¿qué hubiera pasado si esta crisis se hubiera dado en otro marco, con otros gobiernos? Acuérdense por un instante lo que fue la crisis del Tequila, allá por el año 1.995, nos disparamos a 18 o 19 por ciento de desocupación. Y era una crisis de carácter regional, focalizada en ese caso en México. Luego fue la crisis de 1.999 en Brasil, la de la Caipirinha, ahí también de nuevo se dispararon los índices. Y sin embargo hoy, frente a la crisis más importante global y generalizada del mundo, somos uno de los dos países en el mundo que no hemos aumentado la desocupación y nos hemos mantenido en el mismo índice que teníamos en el primer trimestre del año 2008. Eso no es casualidad, eso es resultado de un modelo económico, de un modelo político, de un profundo compromiso en mantener el vínculo laboral.
Yo decía el otro día en una reunión que mantuve con los compañeros de la Confederación General del Trabajo cuando me fueron a visitar a la Casa Rosada, ¿cuál debe ser el objetivo hoy de un dirigente sindical, de un dirigente político?, que ningún trabajador se desvincule de la empresa, por allí puede haber trabajadores que estén con suspensiones, con algunas reducción de los turnos, con algún problema puntual, pero lo que tenemos que lograr es que ninguno de los trabajadores rompa el vínculo laboral con la empresa. El telegrama de despido marca el fin la vida y es el punto de partida de una vida terrible para quien lo recibe. Por eso tenemos que estar con todas nuestras luces, con todas nuestras fuerzas cuidando eso. Y me preguntaba entonces qué hubiera pasado en otras épocas, en otros espacios políticos, hubiera pasado lo que yo digo que es típico de los gobiernos "tornillos", ajustan para abajo y aflojan para arriba. Créanme que esta presidenta con todo su defectos, en los tengo como todos, con todas sus equivocaciones, que también las tengo como todas, tiene un compromiso con los argentinos que necesitan imperiosamente siempre la presencia del Estado, porque son siempre en la relación laboral o económica a los más débiles a los que necesitamos seguir sosteniendo, porque además hemos comprobado también que por efecto del robusto mercado interno que tenemos, hemos podido sostener el nivel de actividad.
Y fíjense qué curioso, en este primer cuatrimestre estamos con un superávit comercial de 5.500.088, más importante superávit comercial que había sido récord del primer cuatrimestre del año pasado (Aplausos). Esto lo tenemos por que hemos desarrollado una cuidadosa política comercial que cuida el trabajo argentino, este es un gran compromiso también. Esta crisis debemos aprovecharla para hacer lo que yo denomino el segundo proceso de sustitución de importaciones en la Argentina, y lograr tener cada vez más trabajo nacional y cada vez importar menos trabajo extranjero. Esto es misión de todos y cada uno de los que gobernamos.
Por eso hoy estoy aquí en Mendoza anunciando estas obras, el contrato firmado en lo que es el plan de infraestructura eléctrica y global más importante de la República Argentina de los últimas décadas. Podría hablar de las viviendas, más de 250 mil, 300 mil soluciones habitacionales, a las que ahora se van a sumar la recuperación del Banco Hipotecario como un instrumento de desarrollo para aquellos sectores que afortunadamente, como tienen un ingreso más calificado, no tienen las condicionalidades que se exigen en un plan social, pero tampoco tienen la totalidad del dinero para poder acceder a la vivienda propia. Y recuperando un arma y un instrumento que forma parte de la vida de los argentinos como han sido el Banco Hipotecario, que hemos puesto en marcha afectando el dinero del ANSES. Fíjense qué curioso, cuando se sancionó la ley de privatización de las jubilaciones, cuando se constituyeron las administradoras de los fondos de pensión, la ley preveía que podían destinar hasta un 40 por ciento del capital a la construcción de viviendas; creo que no llegaron ni al 0.5. Nosotros con este plan en los 2 primeros años vamos a llegar a un 5 por ciento de la prestación de ese capital, y que además es generador de actividad económica, es generador de trabajo, es generador de vivienda propia y por lo tanto de recursos que vuelven al ANSES a partir de mantener la actividad económica y de lograr más puestos de trabajo. Porque el objetivo de toda economía tiene que ser ese, generar trabajo. Se había perdido en el mundo el rumbo, y porque se perdió el rumbo y hubo un capitalismo basado estrictamente en lo financiero es que se terminó como se terminó, creyendo que el dinero se reproduce a sí mismo y no es así. El dinero si no pasa por el circuito de los bienes, de los servicios, de la producción, finalmente termina generando burbujas que explotan en las narices de todos. Y los que siempre pagan los platos rotos son los más débiles y los que menos tienen.
Por eso hoy aquí en Mendoza con estas obras que van a permitir dar desarrollo y sustentabilidad energética a la producción, con al Ruta 40, vaya si lo entiendo Gobernador, el tramo más largo de la Ruta 40 está en la provincia de Santa Cruz, pero los que tenemos la Cordillera como espalda sabemos que la Ruta 40 es una demanda centenaria. En nuestra provincia cuando Kirchner llegó como gobernador en 1.991 no había un solo kilómetro construido de la Ruta 40, era la única provincia argentina donde no había un kilómetro de Ruta 40 adentro de la provincia. Y los primeros kilómetros los construyó él como gobernador empezando de Río Turbio, corazón minero de la República Argentina para arriba, allá donde termina el continente y la Patria. (Aplausos)
Estas cosas que estamos haciendo los argentinos desde hace seis años, haciendo, no diciendo, no prometiendo, no criticando, sino haciendo; somos gente de hacer, somos gente de obras, somos gente a la que nos gusta hablar por las cosas y nuestros proyectos que se realizan. No es de ahora, no empezó el 25 de mayo del 2003, nadie empieza con un proyecto de repente, esto lo venimos sintiendo desde que éramos muy jóvenes, y comenzamos a aplicarlo allá lejos en la Patagonia. Me acuerdo cuando vine a hablar aquí a la provincia de Mendoza de los hielos continentales, me acuerdo que en esa oportunidad conocí a la mamá del capital Giachino que me fue a escuchar-creo que era en el Poder Judicial donde di la charla-. Porque esta cosa son nacen de la generosidad o de la bondad de los gobernantes, nacen de hombres y mujeres que aman a su país, que aman a su Patria, que quieren un proyecto político en el cual se recupere la identidad de todos nosotros, en el cual podamos vernos reflejados, independientemente del sector político en el cual estemos, pero que tenga un solo objetivo, transformar, cambiar, hacer, porque eso es la política, lo demás muchas veces son ideas, ideología. Cuando uno esas ideas y esa ideología las puede ver convertidas en obras, en beneficio, en trabajo, en industrias, en producción, dejan de ser ideología y se ha convertido en política, porque eso es lo que debe ser la política, hechos, gestión, obras, hacer, transformar, trabajar, producir, crecer para todos los argentinos (Aplausos).
En esa tarea señor Gobernador, señor Intendente, siempre van a encontrar a una amiga y a una compañera, no suya sino de todos los mendocinos. Tan argentinos como esos riojanos que hoy orgullosamente inauguran su obra de Recreo La Rioja, ahí Beder, que raro que no me pidió nada, siempre está pidiendo cosas pero para La Rioja, como otro que tengo acá cerca, el de San Juan, y todos los gobernadores. Son todos hombres que están comprometidos con su sociedades, porque después de todo el reconocimiento más grande que puede tener alguien que ha dedicado toda su vida a la militancia política es que el día que termine su gestión, cuando sus hijos recorran una ciudad, un pueblo, puedan decir este hospital lo hizo mi abuelo o mi padre, esta ruta la construyó mi abuelo o mi padre. Yo siempre les decía esas cosas a mis hijos, allá en Gallegos cuando ni siquiera soñábamos con que alguna vez íbamos a tener el más alto honor que puede tener un argentino en la Argentina; siempre les decía a mi hijo, cuando vos seas grande vas a recorrer Río Gallegos y vas a poder mostrarles a tus hijos lo que hizo tu padre. Creo que eso es lo más importante que puede exhibir un hombre o una mujer que ha dedicado su vida a esto, las cosas que ha dejado plantadas, las que valen, las que se recuerdan, las que sirvieron para que todos nuestros compatriotas pudieran vivir un poco mejor, por estas cosas vale la pena hacer política, por estas cosas vale la pena muchas veces soportar, sufrir críticas. No hay que preocuparse Celso, si yo me fuera a preocupar por alguna crítica o por algún agravio..., las críticas creo que son buenas, por ahí uno se equivoca y es bueno que lo critiquen, lo duro es cuando te agravian o descalifican. Y además como soy la primera presidenta mujer ni te cuento cuando el agravio solamente viene por el género, pero son cosas a la que estamos acostumbradas a bancar, hemos bancado muchas cosas las mujeres y vamos a seguir haciéndolo.
Así que hoy es un día muy feliz para los mendocinos y para los argentinos, porque estamos cumpliendo con viejos sueños, estamos recuperando utopías, estamos dando credibilidad a lo que nunca dijimos que íbamos a hacer, porque como siempre digo, algunos se ufanaban de decir que si hubieran dicho lo que iban a hacer no los hubieran votado; yo puedo decir que si nosotros el 25 de marzo del año 2003 hubiéramos dicho que íbamos a hacer todas las cosas que se hicieron y que se están haciendo en la República Argentina, no nos hubieran creído. Pero prefiero esta última forma toda la vida, porque entonces es más fuerte el compromiso y es más fuerte, y es más fuerte el sentimiento de confianza y de construcción colectiva. Eso es lo que quiero, un país de construcción colectiva. No hay salidas individuales, no hay salidas personales no hay salidas provinciales, simplemente hay salida y camino nacional. Y créame argentinos lo hemos encontrado, este es el camino y en este camino hay que seguir para seguir creciendo o trabajando, construyendo y haciendo cosas para vivir todos los días un poco mejor.
Muchas gracias Mendoza, los quiero mucho, les agradezco todo el afecto y cariño y respeto con el que siempre me han tratado y créame que es el mismo que yo siento por todos ustedes. Muchas gracias
Gracias, muchas gracias a todos y a todas; señor Gobernador de la provincia de Mendoza; señor Gobernador de la provincia de Neuquén; de San Juan; de Río Negro; señor Intendente de San Rafael: yo recién escuchaba atentamente el relato mediático, periodístico que Celso hacía de las vicisitudes y de las cosas que se publican muchas veces y de las dudas, yo le recomiendo algo, como amiga, como compañera y también como Presidenta, esto me lo recomendó otro señor que fue Presidente, el más exitoso presidente, de los últimos 50 años, que le encanta leer y le encanta escuchar opiniones, pero me dijo: "si te ponés a leer todos los días lo que dicen todos los diarios, además de amargarte seguramente vas a perder mucho tiempo, que mejor empléalo en hacer cosas para los argentinos, que es realmente lo que nosotros necesitamos". (APLAUSOS). Esto no quiere decir que esté mal leer los diarios, por Dios, pero muchas veces yo siempre apelo a la necesidad, que tenemos todos, a la responsabilidad que tenemos todos de construir un país diferente. Un país diferente se construye con gestión, con obras, con hechos, con políticas y también con buenas instituciones, de las públicas, de las sociales, de las privadas, que también relaten lo hecho a la sociedad, porque la sociedad no sólo necesita obras, necesita ilusiones, utopías, esperanzas y mensajes positivos. (APLAUSOS).
Esta es la tercera o cuarta vez que vento a la provincia de Mendoza como presidenta de todos los argentinos y todas las veces que vine lo hice precisamente con cuestiones concretas, objetivas y puntuales: de realizaciones, de promociones fiscales para los industriales, que han generado una industria que hoy es modelo, ejemplo y orgullo de los argentinos, la industria vitivinícola mendocina, que además tuvo la fantástica capacidad de poder transformarse frente a las contingencia del mercado, que mutó de ser un gran consumo popular, el vino para mutar a otro mercado de alto nivel de productos Premium. Esto es lo que yo llamo adaptarse a las necesidades y en lugar de quejarse por lo que ya no se consume, generar y recrear nuevos mercados.
Esta obra de 500 kilovats, las líneas de alta tensión, cómo no van a ser creíbles, si también hoy estamos inaugurando una obra, que ahí si puede verse, estoy viendo las imágenes, en este momento, en la querida provincia de La Rioja, que nunca había tenido una obra de esta naturaleza. (APLAUSOS). Ahí me están aplaudiendo los riojanos o en el gasoducto de cuando vine la otra vez.
Yo escuchaba al Intendente hablar de esa estación de ómnibus y me acordé, altri tempi, allá entre 1987 y 1991, cuando estábamos en la intendencia de Río Gallegos, Cameron se debe acordar, y también construimos por administración la estación de ómnibus que todavía está en nuestra ciudad. La ferroviaria no, porque el tren nunca llegó a Santa Cruz, me acuerdo cuando le preguntaban a Kirchner cuando la privatización de los ferrocarriles cómo había impactado en la provincia, y el decía: "para nada, si nunca llegaron", o sea es un poco el relato y la historia de este desigual, injusto e inequitativo país que todavía tenemos los argentinos y cuya misión, quienes gobernamos, desde la más alta magistratura, desde una gobernación, desde una intendencia, desde una banca de legislador nacional o provincial o municipal, tenemos la obligación y el compromiso de cambiar. Si de algo me enorgullezco, como militante política, de un espacio en el cual venimos trabajando denodadamente, desde hace muchos años, es de pertenecer a un proyecto político que ha comenzado a transformar el país con obras y gestión como nunca se había visto, desde hace décadas en la República Argentina. (APLAUSOS).
Porque esta línea de alta tensión Comahue-Cuyo se suma a las otras, a las que ya inauguramos, tampoco llegaba a Santa Cruz la línea de alta tensión de 500, apenas a Choele-Choel y de ahí bajamos a Puerto Madryn y de Puerto Madryn a Pico Truncado, y ahora el 1 de junio, vamos a firmar también para la obra que ya está empezando, ya tenemos firmada la licitación, Cameron, de Pico Truncado a Río Gallegos para interconectar todo el país. Porque el otro drama que teníamos los argentinos era la fantástica fuentes de energías alternativa o clásicas, pero al no estar interconectados con el país, no teníamos posibilidades de explotarlas, de conectarnos, de utilizarlas en nuestras propia producción o demandarlas a la red de la región, también, como venta de energía.
También está la línea de alta tensión, que va a atravesar todo el NEA-NOA, otra deuda histórica pendiente con una región de nuestro país dejada de lado, pero no solamente estas cosas. Y esto no es obra de un presidente anterior generoso y de esta presidenta, no, estas no son obras de presidentes generosos y buenos, estas obras se pueden hacer porque hay un proyecto político diferente en el país, un proyecto político que cambió la matriz de acumulación económica. (APLAUSOS).
Yo muchas veces, cuando escucho algunas críticas, sobre todo en materia energética, por parte de dos sectores: uno que fue mencionado por usted en el artículo periodístico y no lo voy a decir, porque no importan los nombres, lo que importa son las políticas, lo que cada uno de nosotros como argentinos hizo, en un determinado momento histórico respecto de esas políticas. Y los que han criticado estas políticas energéticas, o que tal vez usted habrá leído el diario, también que decía que íbamos a quedar en blockout, desde el 2003 a la fecha, creciendo a tasas chinas en la República Argentina, anunciaron tantas veces el apagón y que no íbamos a poder producir y sin embargo, aquí estamos habiendo sostenido con nuestro desarrollo energético nuestro proyecto de energía nacional el crecimiento económico más importante de los 200 años de historia que tenemos como país y que vamos a cumplir el año que viene. (APLAUSOS).
Pero decía que muchos de los que nos criticaban o habían formado parte del proyecto o del gobierno que privatizó la energía en nuestro país o de los que sin privatizarla y decreciendo nuestro país llegamos a tener los argentinos seis horas de corte por día programados. No sé si se acordarán, estas cosas pasaron. No lo digo con el ánimo de reprochar o de escarbar, sino simplemente que yo creo que ha llegado el momento que todos tengamos la honestidad intelectual, a la hora de plantear las cosas a los argentinos y hacernos cargos de lo que participamos y de lo que hicimos y que cada uno de nosotros, los que frente a ustedes - hoy aquí en Mendoza, o en La Rioja, o en cualquier otro rincón de la Patria - cuando van a hablarle a otro compatriota puedan decirle qué han hecho para cambiarle la vida un poco a esa compatriota.
Nosotros, humildemente, algunas cosas podemos decir, hemos logrado como nunca, en las últimas décadas, poner nuevamente en valor ser un jubilado o un pensionado en la República Argentina. (APLAUSOS). No solamente porque se han producido más de 12 ó 13 aumentos, sino porque además hemos incorporado a casi dos millones de argentinos y argentinas que no tenían posibilidades de jubilarse o porque algún patrón inescrupuloso no había hecho sus aportes, o porque cuando llegaron las privatizaciones quedaron sin trabajo o simplemente porque se quedaron sin trabajo y no pudieron aportar. Pero además hemos consagrado con el voto del Poder Legislativo la movilidad jubilatoria y también la recuperación de la administración de los recursos que nuestros trabajadores depositan, precisamente, para hacer frente a sus jubilaciones.
También hemos logrado el proceso de recuperación y reconstrucción de nuestro aparato productivo industrial más importante. Yo digo que es la segunda industrialización en la historia de los argentinos. ¿Pero por qué? Por lo que decía al principio, porque hemos cambiado la matriz de acumulación económica. Hubo un momento en que la Argentina crecía a un 7 u 8 por ciento, pero cada vez había más desocupados porque nos habían imaginado como un país de servicios. Y ustedes, mendocinos, más que nadie, tal vez, o como muchísimos otros argentinos, saben que solamente se puede crecer desde el trabajo y la producción porque Mendoza se construyó desde el trabajo y la producción (APLAUSOS). Todo lo que hay en Mendoza es producción y trabajo; hasta el turismo hoy también vinculado a su producción y actividad fundamental. Y también en la recuperación de más de 4 millones de puestos de trabajo, que ha permitido, además, a nuestros trabajadores negociar más de 1.500 convenios colectivos de trabajo. Porque uno puede tener mejores condiciones laborales, uno puede lograr mejor salario sólo si se reduce el índice de desocupación, porque si no es la flexibilización y la precarización. Cuando la desocupación llega, como llegó casi, aquí en la República Argentina, a un 25 por ciento, uno de cuatro argentinos económicamente activo no tenía trabajo, entonces era imposible reconocer derechos a los trabajadores, ni siquiera se necesitaban leyes, era la dura realidad económica de la gente haciendo cola en la puerta de una fábrica o de un comercio para precisamente lograr que los salarios se negociaran a la baja y las condiciones fueran más que precarias.
Ni qué hablar también del nivel de endeudamiento, cuando Kirchner asumió como Presidente, el 25 de mayo de 2003, el Fondo Monetario Internacional, por un lado, y endeudamiento superior al 150 por ciento de nuestro PBI eran la dura moneda corriente de nuestra economía, lo que los economistas de entonces definían como las limitantes estructurales para el despegue y desarrollo de la República Argentina. Me acuerdo las cosas que le dijeron cuando propuso la negociación o la propuesta de pago, que íbamos a ofrecer a nuestros acreedores, de muchos diarios también y de muchos lugares se lo criticó duramente diciendo que iba a constituir un fracaso y que no iba a poder ser. Sin embargo, pudimos reestructurar nuestra deuda, que hoy representa menos del 50 por ciento de nuestro PBI, de un PBI sustancialmente diferente al de aquel del año 2003, porque ha sido casi de 300 mil millones de dólares, el año pasado.
Podríamos seguir hablando de los logros, de la mejora del poder adquisitivo de nuestros trabajadores, de lo que ha sido el desarrollo como nunca se ha visto de nuestras economías regionales, pero me gustaría también porque usted hizo mención gobernador, que usted y yo asumimos juntos, el 10 de diciembre del año 2007 y de este año y pico de gestión, que lleva esta Presidenta de todos los argentinos, de todos, no tengan dudas: de los que me votaron y de los que no me votaron; de los que me quieren y de los que no me quieren- créanme - yo trabajo por el bienestar de todos los argentinos todos los días tomando decisiones que muchas veces no conforman a todos, pero yo les puedo asegurar - y acá hay muchos hombres y mujeres de negocios - ustedes también lo saben que es imposible gobernar - como dice Kirchner - y tener un millón de amigos. Cuando uno gobierna toma decisiones que por allí afectan intereses, y entonces hay remesones o gente que protesta.
Pero déjenme contarles dos o tres cifras de este año 2008 que me atrevo a decir fue de los mejores de toda la serie del 2003, no por virtud de esta presidenta, sería necio y tonto decirlo, sino simplemente porque el modelo iba desarrollando acumulación de una manera en la que cada vez era mayor el proceso de acumulación, el surgimiento de empresas, el surgimiento de nuevos puestos de trabajo, a punto tal que el año pasado batimos récord de exportación, más de 71 mil millones de dólares; récord de superávit comercial, más de 13 mil millones de dólares; quinto país en incremento porcentual en inversión extranjera directa, 23 por ciento respecto del 2007, atrás de Sudáfrica, de Malasia, de India y no recuerdo cuál era el cuarto, pero nosotros somos le quinto. (Aplausos).
Pero cuando se nos vino encima la crisis global más importante que se recuerde en la historia es allí donde pudimos verificar por resultado, no por ideología, que el modelo que nosotros habíamos planteado, que era un modelo propio de un sistema de decisión nacional no aislado del mundo, al contrario, si nunca estuvimos tan vinculados al mundo como cuando exportamos y entonces es trabajo argentino el que sale a competir al exterior. Y en medio de la crisis más formidable del mundo, de ese mundo que durante estos seis años de gestión nos venían poniendo como ejemplo de lo que debíamos hacer se desplomó, nosotros podemos decir con orgullo que con este modelo económico estamos haciendo frente a una crisis, y hemos puesto como objetivo mantener la actividad económica y sostener todos y cada uno de los puestos de trabajo de los argentinos (Aplausos). Y lo estamos logrando con dificultades, y no con un método único, no hay una fórmula mágica, no hay una alquimia perfecta que diga esto es lo que hay que hacer. Cada actividad que tiene problemas, cada fábrica que tiene dificultades, cada sector que tiene inconvenientes producto de esta crisis global, vamos allí con una solución que nunca es igual en todos los casos, pero es la presencia del Estado sosteniendo la actividad económica y el nivel de empleo, con heterodoxia, con inteligencia, con creatividad, con compromiso.
Yo me pregunto, ¿qué hubiera pasado si esta crisis se hubiera dado en otro marco, con otros gobiernos? Acuérdense por un instante lo que fue la crisis del Tequila, allá por el año 1.995, nos disparamos a 18 o 19 por ciento de desocupación. Y era una crisis de carácter regional, focalizada en ese caso en México. Luego fue la crisis de 1.999 en Brasil, la de la Caipirinha, ahí también de nuevo se dispararon los índices. Y sin embargo hoy, frente a la crisis más importante global y generalizada del mundo, somos uno de los dos países en el mundo que no hemos aumentado la desocupación y nos hemos mantenido en el mismo índice que teníamos en el primer trimestre del año 2008. Eso no es casualidad, eso es resultado de un modelo económico, de un modelo político, de un profundo compromiso en mantener el vínculo laboral.
Yo decía el otro día en una reunión que mantuve con los compañeros de la Confederación General del Trabajo cuando me fueron a visitar a la Casa Rosada, ¿cuál debe ser el objetivo hoy de un dirigente sindical, de un dirigente político?, que ningún trabajador se desvincule de la empresa, por allí puede haber trabajadores que estén con suspensiones, con algunas reducción de los turnos, con algún problema puntual, pero lo que tenemos que lograr es que ninguno de los trabajadores rompa el vínculo laboral con la empresa. El telegrama de despido marca el fin la vida y es el punto de partida de una vida terrible para quien lo recibe. Por eso tenemos que estar con todas nuestras luces, con todas nuestras fuerzas cuidando eso. Y me preguntaba entonces qué hubiera pasado en otras épocas, en otros espacios políticos, hubiera pasado lo que yo digo que es típico de los gobiernos "tornillos", ajustan para abajo y aflojan para arriba. Créanme que esta presidenta con todo su defectos, en los tengo como todos, con todas sus equivocaciones, que también las tengo como todas, tiene un compromiso con los argentinos que necesitan imperiosamente siempre la presencia del Estado, porque son siempre en la relación laboral o económica a los más débiles a los que necesitamos seguir sosteniendo, porque además hemos comprobado también que por efecto del robusto mercado interno que tenemos, hemos podido sostener el nivel de actividad.
Y fíjense qué curioso, en este primer cuatrimestre estamos con un superávit comercial de 5.500.088, más importante superávit comercial que había sido récord del primer cuatrimestre del año pasado (Aplausos). Esto lo tenemos por que hemos desarrollado una cuidadosa política comercial que cuida el trabajo argentino, este es un gran compromiso también. Esta crisis debemos aprovecharla para hacer lo que yo denomino el segundo proceso de sustitución de importaciones en la Argentina, y lograr tener cada vez más trabajo nacional y cada vez importar menos trabajo extranjero. Esto es misión de todos y cada uno de los que gobernamos.
Por eso hoy estoy aquí en Mendoza anunciando estas obras, el contrato firmado en lo que es el plan de infraestructura eléctrica y global más importante de la República Argentina de los últimas décadas. Podría hablar de las viviendas, más de 250 mil, 300 mil soluciones habitacionales, a las que ahora se van a sumar la recuperación del Banco Hipotecario como un instrumento de desarrollo para aquellos sectores que afortunadamente, como tienen un ingreso más calificado, no tienen las condicionalidades que se exigen en un plan social, pero tampoco tienen la totalidad del dinero para poder acceder a la vivienda propia. Y recuperando un arma y un instrumento que forma parte de la vida de los argentinos como han sido el Banco Hipotecario, que hemos puesto en marcha afectando el dinero del ANSES. Fíjense qué curioso, cuando se sancionó la ley de privatización de las jubilaciones, cuando se constituyeron las administradoras de los fondos de pensión, la ley preveía que podían destinar hasta un 40 por ciento del capital a la construcción de viviendas; creo que no llegaron ni al 0.5. Nosotros con este plan en los 2 primeros años vamos a llegar a un 5 por ciento de la prestación de ese capital, y que además es generador de actividad económica, es generador de trabajo, es generador de vivienda propia y por lo tanto de recursos que vuelven al ANSES a partir de mantener la actividad económica y de lograr más puestos de trabajo. Porque el objetivo de toda economía tiene que ser ese, generar trabajo. Se había perdido en el mundo el rumbo, y porque se perdió el rumbo y hubo un capitalismo basado estrictamente en lo financiero es que se terminó como se terminó, creyendo que el dinero se reproduce a sí mismo y no es así. El dinero si no pasa por el circuito de los bienes, de los servicios, de la producción, finalmente termina generando burbujas que explotan en las narices de todos. Y los que siempre pagan los platos rotos son los más débiles y los que menos tienen.
Por eso hoy aquí en Mendoza con estas obras que van a permitir dar desarrollo y sustentabilidad energética a la producción, con al Ruta 40, vaya si lo entiendo Gobernador, el tramo más largo de la Ruta 40 está en la provincia de Santa Cruz, pero los que tenemos la Cordillera como espalda sabemos que la Ruta 40 es una demanda centenaria. En nuestra provincia cuando Kirchner llegó como gobernador en 1.991 no había un solo kilómetro construido de la Ruta 40, era la única provincia argentina donde no había un kilómetro de Ruta 40 adentro de la provincia. Y los primeros kilómetros los construyó él como gobernador empezando de Río Turbio, corazón minero de la República Argentina para arriba, allá donde termina el continente y la Patria. (Aplausos)
Estas cosas que estamos haciendo los argentinos desde hace seis años, haciendo, no diciendo, no prometiendo, no criticando, sino haciendo; somos gente de hacer, somos gente de obras, somos gente a la que nos gusta hablar por las cosas y nuestros proyectos que se realizan. No es de ahora, no empezó el 25 de mayo del 2003, nadie empieza con un proyecto de repente, esto lo venimos sintiendo desde que éramos muy jóvenes, y comenzamos a aplicarlo allá lejos en la Patagonia. Me acuerdo cuando vine a hablar aquí a la provincia de Mendoza de los hielos continentales, me acuerdo que en esa oportunidad conocí a la mamá del capital Giachino que me fue a escuchar-creo que era en el Poder Judicial donde di la charla-. Porque esta cosa son nacen de la generosidad o de la bondad de los gobernantes, nacen de hombres y mujeres que aman a su país, que aman a su Patria, que quieren un proyecto político en el cual se recupere la identidad de todos nosotros, en el cual podamos vernos reflejados, independientemente del sector político en el cual estemos, pero que tenga un solo objetivo, transformar, cambiar, hacer, porque eso es la política, lo demás muchas veces son ideas, ideología. Cuando uno esas ideas y esa ideología las puede ver convertidas en obras, en beneficio, en trabajo, en industrias, en producción, dejan de ser ideología y se ha convertido en política, porque eso es lo que debe ser la política, hechos, gestión, obras, hacer, transformar, trabajar, producir, crecer para todos los argentinos (Aplausos).
En esa tarea señor Gobernador, señor Intendente, siempre van a encontrar a una amiga y a una compañera, no suya sino de todos los mendocinos. Tan argentinos como esos riojanos que hoy orgullosamente inauguran su obra de Recreo La Rioja, ahí Beder, que raro que no me pidió nada, siempre está pidiendo cosas pero para La Rioja, como otro que tengo acá cerca, el de San Juan, y todos los gobernadores. Son todos hombres que están comprometidos con su sociedades, porque después de todo el reconocimiento más grande que puede tener alguien que ha dedicado toda su vida a la militancia política es que el día que termine su gestión, cuando sus hijos recorran una ciudad, un pueblo, puedan decir este hospital lo hizo mi abuelo o mi padre, esta ruta la construyó mi abuelo o mi padre. Yo siempre les decía esas cosas a mis hijos, allá en Gallegos cuando ni siquiera soñábamos con que alguna vez íbamos a tener el más alto honor que puede tener un argentino en la Argentina; siempre les decía a mi hijo, cuando vos seas grande vas a recorrer Río Gallegos y vas a poder mostrarles a tus hijos lo que hizo tu padre. Creo que eso es lo más importante que puede exhibir un hombre o una mujer que ha dedicado su vida a esto, las cosas que ha dejado plantadas, las que valen, las que se recuerdan, las que sirvieron para que todos nuestros compatriotas pudieran vivir un poco mejor, por estas cosas vale la pena hacer política, por estas cosas vale la pena muchas veces soportar, sufrir críticas. No hay que preocuparse Celso, si yo me fuera a preocupar por alguna crítica o por algún agravio..., las críticas creo que son buenas, por ahí uno se equivoca y es bueno que lo critiquen, lo duro es cuando te agravian o descalifican. Y además como soy la primera presidenta mujer ni te cuento cuando el agravio solamente viene por el género, pero son cosas a la que estamos acostumbradas a bancar, hemos bancado muchas cosas las mujeres y vamos a seguir haciéndolo.
Así que hoy es un día muy feliz para los mendocinos y para los argentinos, porque estamos cumpliendo con viejos sueños, estamos recuperando utopías, estamos dando credibilidad a lo que nunca dijimos que íbamos a hacer, porque como siempre digo, algunos se ufanaban de decir que si hubieran dicho lo que iban a hacer no los hubieran votado; yo puedo decir que si nosotros el 25 de marzo del año 2003 hubiéramos dicho que íbamos a hacer todas las cosas que se hicieron y que se están haciendo en la República Argentina, no nos hubieran creído. Pero prefiero esta última forma toda la vida, porque entonces es más fuerte el compromiso y es más fuerte, y es más fuerte el sentimiento de confianza y de construcción colectiva. Eso es lo que quiero, un país de construcción colectiva. No hay salidas individuales, no hay salidas personales no hay salidas provinciales, simplemente hay salida y camino nacional. Y créame argentinos lo hemos encontrado, este es el camino y en este camino hay que seguir para seguir creciendo o trabajando, construyendo y haciendo cosas para vivir todos los días un poco mejor.
Muchas gracias Mendoza, los quiero mucho, les agradezco todo el afecto y cariño y respeto con el que siempre me han tratado y créame que es el mismo que yo siento por todos ustedes. Muchas gracias
