por GABY Mar Dic 27, 2011 2:40 amPALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE PRESENTACIÓN DEL CRONOGRAMA DE VIAJES PARA LOS FAMILIARES DE LOS SOLDADOS CAIDOS EN MALVINAS E ISLAS DEL ATLÁNTICO SUR, REALIZADO EN LA CASA DE GOBIERNO
Muy buenos días a todos y a todas.
Vuelvo a reencontrarme con caras con las cuales nos habíamos reunido en mi despacho en los primeros tiempos de gestión, pero también veo otras caras de ex Combatientes, de Veteranos que me conocen de antes de ser Presidenta de los argentinos, que también me conocen inclusive de antes que fuera la esposa del anterior presidente, cuando seguramente ninguno de los dos, ni él ni yo, tal vez él sí pero yo seguro que no, soñábamos con poder conducir los destinos de la República.
Me conocieron como legisladora en la cual siempre asumí la defensa de los ex Combatientes, porque siempre sentí el compromiso, como argentina, de representar los intereses de aquellos que fueron a defender la soberanía argentina en nuestras Islas y que, muchas veces fueron escondidos casi como con vergüenza.
Ustedes saben que yo considero que nadie que sea verdaderamente argentino puede no ser malvinero, por eso soy argentina y profundamente malvinera. (APLAUSOS)
Lo soy porque además, nuestro reclamo permanente inclaudicable sobre la soberanía tiene que ver no solamente con el amor a la Patria, sino también con la necesidad de un mundo mejor donde se terminen las vergüenzas de los enclaves coloniales, de las ocupaciones ilegítimas, pero por sobre todas las cosas, donde los estados soberanos que formamos parte de la Organización de Naciones Unidas, respetemos precisamente las decisiones de ese cuerpo madre que nos representa y, que además, representa la única posibilidad de vivir en un mundo civilizado en donde las cosas no se resuelvan por la relación de fuerzas o por la violencia.
Por eso, reivindicamos no solamente nuestra soberanía sobre nuestras Islas, sino también la necesidad de entablar un diálogo sobre la cuestión de soberanía tal cual lo manda la Organización de Naciones Unidas.
Esta facilitación diplomática que hoy estamos logrando nos hace en cierta manera también atisbar esperanzas, porque esto ha sido producto del diálogo, ha sido producto de las conversaciones, esto es un dato positivo. Es un dato positivo que mediante el diálogo y las conversaciones hayamos logrado este acto absolutamente humanitario, para que los familiares de nuestros Combatientes enterrados en Malvinas puedan viajar a inaugurar ese cenotafio, y aprovecho también para agradecerle al señor Eduardo Eurnekián, en nombre de todos los argentinos, lo que ustedes han hecho por la construcción también de ese monumento a nuestros Combatientes en las Islas Malvinas. Vaya también nuestro agradecimiento. (APLAUSOS)
Y como el 3 y el 10 de octubre podrán rendirle homenaje a nuestros muertos pero además, el sentimiento que está por encima de la nacionalidad, veo ahí a madres, seguramente hermanas algunas de combatientes, la fuerza de todos los argentinos en esta lucha que es la lucha de todos los argentinos y que es también la de lograr volver a vivir en un mundo donde el derecho internacional, donde el respeto a las decisiones de los organismos internacionales no sea solamente esperable para los países que tienen mayor debilidad en términos de relación de fuerzas; que todos, absolutamente todos respeten esas resoluciones.
Ese es el mundo en el que aspiro a vivir y al que aspiro a dejar a mis hijos y a los hijos de mis hijos, porque sé que es la única garantía de poder seguir construyendo etapas civilizatorias como las que se han venido dando.
Por eso, nada más que agradecerles la presencia de todos ustedes aquí; nos hubiera gustado que hubiera sido hace cuatro o cinco años atrás, pero lo importante es que hemos logrado esta facilitación diplomática, y ustedes, en nombre de todos los argentinos van a estar allí, el 3 y el 10 de octubre, en nuestras Islas Malvinas.
Muchas gracias y muy buenos días a todos y a todas. (APLAUSOS)
Muy buenos días a todos y a todas.
Vuelvo a reencontrarme con caras con las cuales nos habíamos reunido en mi despacho en los primeros tiempos de gestión, pero también veo otras caras de ex Combatientes, de Veteranos que me conocen de antes de ser Presidenta de los argentinos, que también me conocen inclusive de antes que fuera la esposa del anterior presidente, cuando seguramente ninguno de los dos, ni él ni yo, tal vez él sí pero yo seguro que no, soñábamos con poder conducir los destinos de la República.
Me conocieron como legisladora en la cual siempre asumí la defensa de los ex Combatientes, porque siempre sentí el compromiso, como argentina, de representar los intereses de aquellos que fueron a defender la soberanía argentina en nuestras Islas y que, muchas veces fueron escondidos casi como con vergüenza.
Ustedes saben que yo considero que nadie que sea verdaderamente argentino puede no ser malvinero, por eso soy argentina y profundamente malvinera. (APLAUSOS)
Lo soy porque además, nuestro reclamo permanente inclaudicable sobre la soberanía tiene que ver no solamente con el amor a la Patria, sino también con la necesidad de un mundo mejor donde se terminen las vergüenzas de los enclaves coloniales, de las ocupaciones ilegítimas, pero por sobre todas las cosas, donde los estados soberanos que formamos parte de la Organización de Naciones Unidas, respetemos precisamente las decisiones de ese cuerpo madre que nos representa y, que además, representa la única posibilidad de vivir en un mundo civilizado en donde las cosas no se resuelvan por la relación de fuerzas o por la violencia.
Por eso, reivindicamos no solamente nuestra soberanía sobre nuestras Islas, sino también la necesidad de entablar un diálogo sobre la cuestión de soberanía tal cual lo manda la Organización de Naciones Unidas.
Esta facilitación diplomática que hoy estamos logrando nos hace en cierta manera también atisbar esperanzas, porque esto ha sido producto del diálogo, ha sido producto de las conversaciones, esto es un dato positivo. Es un dato positivo que mediante el diálogo y las conversaciones hayamos logrado este acto absolutamente humanitario, para que los familiares de nuestros Combatientes enterrados en Malvinas puedan viajar a inaugurar ese cenotafio, y aprovecho también para agradecerle al señor Eduardo Eurnekián, en nombre de todos los argentinos, lo que ustedes han hecho por la construcción también de ese monumento a nuestros Combatientes en las Islas Malvinas. Vaya también nuestro agradecimiento. (APLAUSOS)
Y como el 3 y el 10 de octubre podrán rendirle homenaje a nuestros muertos pero además, el sentimiento que está por encima de la nacionalidad, veo ahí a madres, seguramente hermanas algunas de combatientes, la fuerza de todos los argentinos en esta lucha que es la lucha de todos los argentinos y que es también la de lograr volver a vivir en un mundo donde el derecho internacional, donde el respeto a las decisiones de los organismos internacionales no sea solamente esperable para los países que tienen mayor debilidad en términos de relación de fuerzas; que todos, absolutamente todos respeten esas resoluciones.
Ese es el mundo en el que aspiro a vivir y al que aspiro a dejar a mis hijos y a los hijos de mis hijos, porque sé que es la única garantía de poder seguir construyendo etapas civilizatorias como las que se han venido dando.
Por eso, nada más que agradecerles la presencia de todos ustedes aquí; nos hubiera gustado que hubiera sido hace cuatro o cinco años atrás, pero lo importante es que hemos logrado esta facilitación diplomática, y ustedes, en nombre de todos los argentinos van a estar allí, el 3 y el 10 de octubre, en nuestras Islas Malvinas.
Muchas gracias y muy buenos días a todos y a todas. (APLAUSOS)
