por GABY Dom Ene 15, 2012 9:27 pmVisita a la planta Toyota en Zárate: palabras de la Presidenta
Muchas gracias, ustedes me acompañan y me acompañaron siempre, como los trabajadores.
Muy buenos días a todos y a todas. Señor gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor intendente de Zárate; señor presidente de Toyota Argentina, señor presidente de Toyota Mercosur; señor secretario general de Smata, el sindicato que agrupa a los trabajadores del sector automotriz, y tienen razón, tienen mucha razón en estar contentos los trabajadores automotrices porque en estos 8 años y medio casi hemos triplicado la cantidad de trabajadores del sector, un sector altamente calificado, generador de mucho empleo. Y la verdad que estar en una de las fábricas automotrices, estar en una fábrica es una de las mejores cosas que le pueden pasar a un presidente, es uno de los lugares, tal vez fuera de la casa de uno, propia, en el que mejor me siento, porque en este proceso que hemos iniciado en el 2003 a cada fábrica argentina la siento como propia, como hija de este proyecto nacional, popular y democrático que generó más de 5 millones de puestos de trabajo, en un país donde uno de cada cuatro argentinos no tenía trabajo.
La verdad que es un día completo porque en Berazategui estamos inaugurando y entregando 200 viviendas de un plan de 738, finalizando ya el plan, inaugurando un jardín de infantes, que como decía la directora a ella no le gusta hablar de números, a ella le gusta hablar de educación y de lo que significa en términos familiares, a mí me gusta hablar de números por que soy la que tengo que juntar la plata para hacer todas estas cosas, porque sin plata -y todos lo sabemos muy bien- es muy difícil hacer las cosas.
Y la plata se junta en un país instrumentando las políticas y el proyecto de desarrollo del mercado interno y al mismo tiempo de fuerte contenido exportador, porque esta fábrica provee para el mercado interno pero también es exportadora. Yo creo que ahí está un poco la síntesis y quiero decirles algo, de la ampliación de Toyota, que pasa de 65.000 unidades a 92.000 unidades, un 42% se amplía en esta planta de producción, cuyo promedio de edad -le preguntaba porque me interesaba el promedio de edad de los trabajadores- es de 25 años, y los últimos 600 puestos de trabajo son primer empleo de los jóvenes. Estuve dialogando con Miguel, 20 años, es el que controla la dirección y los frenos, así que Miguel como se darán cuenta es una persona muy importante, si Miguel se equivoca y nos falla la dirección y los frenos, estamos en el horno. Pero la verdad que es gratificante ver estos cientos de jóvenes, en una empresa que tiene más de 4.000 trabajadores y que ha decidido seguir invirtiendo y apostando a la Argentina. Y quiero decir algo más de esta relación virtuosa del crecimiento del salario: en los últimos ocho años, y creo que en las últimas décadas, es la relación más baja entre un salario y el poder de adquisición de un automotor. Por eso también somos el país en toda Latinoamérica que fabrica y vende más autos para el mercado interno; fíjense la distinción, por supuesto hay países que como México y Brasil, por su volumen de economía, fabrican más autos, pero para el mercado interno, o sea para los argentinos que pueden adquirir un auto la Argentina es el primer país de Latinoamérica y esto revela el poder adquisitivo.
Déjenme leerles, ustedes saben que soy fanática de las cifras, para compararnos: en el 2010 se vendió aquí en la Argentina un auto 0 km cada 60 habitantes y había casi cuatro habitantes por cada auto, Argentina se ubicó en el primer lugar por delante de Uruguay, cuya proporción es de seis habitantes por auto, Brasil siete, Paraguay trece, Perú dieciocho; China y la India no los comparo porque no son mercados comparables, pero esto revela en números claros y concretos el crecimiento de un país y el crecimiento de un sector que además genera muchos puestos indirectos fundamentalmente para pequeñas y medianas empresas como son las autopartes.
El calzado de seguridad que fabrican en Catamarca, ¿cuándo imaginamos que en Catamarca, como en tantísimas provincias del NOA y del NEA que en algún momento fueron consideradas inviables, hoy tengamos una fábrica que sea la más moderna de toda Latinoamérica y produzca el 25% del calzado de seguridad de la República Argentina y también exporte a toda Latinoamérica, generando 500 puestos de trabajo en una provincia que tanto los necesita?
Por eso yo me siento muy orgullosa de todo lo que hemos hecho, pero todavía me siento más comprometida por lo que nos falta hacer. Porque yo hablo hoy aquí de los 500 trabajadores de Catamarca, fíjense, Olga, la que habló, vivía en una Argentina donde el Estado le tenía que dar un plan social para que pudiera vivir y sostener a la familia, hoy Olga tiene un trabajo y la dignidad de que la plata se la gana con el sudor de su frente y les compra los útiles de colegio a sus hijos y los alimentos con su salario. Pero no se nos puede escapar, no se nos puede escapar, argentinos, que hay también otros argentinos a los cuales todavía tenemos que llegar con programas sociales, con verdaderos programas sociales, no con programas asistencialistas y clientelares, sino con un programa social de la envergadura de la asignación universal por hijo, que destina el 1,2% del PBI para los que todavía no tienen la suerte de tener un trabajo registrable, que es lo que queremos para todos los jóvenes y para todos los argentinos que quieran trabajar. Todavía nos falta y tenemos que ejercitar entre todos los argentinos esa solidaridad precisamente para llegar a los que todavía falta, a los que todavía necesitan el plan social para poder mantener la familia. Yo sueño -siempre lo digo- con el día en que todas las asignaciones universales que hoy pagamos, más de 3 millones y medio, se conviertan en asignaciones familiares, porque ese día habremos tenido el régimen de pleno empleo con el que sueña cualquier presidente que sea bien nacido.
Por eso tenemos que seguir trabajando con mucho esfuerzo, no desviar el camino, fundamentalmente porque nos han pasado muchas cosas. Yo hablaba ayer cuando estábamos entregando dinero, recursos para los más de 280 parques industriales que hay en la Argentina -80 había en el 2003 cuando él llegó, apenas con el 22 % de los votos, hoy tenemos 280 en marcha y 191 parques más en proyectos y en formación, que van a generar miles y miles de puestos de trabajo- y les decía también de la necesidad de la solidaridad. Y me acordaba de él, por muchas cosas me acordaba de él, primero por esta flor. Hoy me vieron plantar un árbol, yo lo acompañé aquí en febrero, el 28 de febrero creo que fue, ¿vine yo ese día? No me acuerdo, pero no importa, estaba ahí. El 28 de febrero del año 2005 él plantó un ceibo, de ese árbol nació esta flor, esta flor la plantó él en el año 2005. Yo hoy al lado de ese árbol también planté otro ceibo, dicen que hay que plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro, él plantó el árbol, tuvo dos hijos, no escribió un libro pero escribió una parte de la historia de la Argentina, que es la de esta Argentina que ha crecido en el ingreso de sus sectores informales, esos que tienen solamente un promedio de 22 horas semanales de trabajo, un 44%. También hoy me estaban alcanzando el informe de avance del nivel de actividad y estamos en un crecimiento, con respecto al tercer trimestre del 2010, con este tercer trimestre del 2011, del 9,3. Los sectores productores de bienes, ustedes, han crecido el 7,7 y los sectores productores de servicios el 9,9. Esto nos da el promedio pero quiero decirles que cuando crecen los servicios es porque también crece el poder adquisitivo y también los empleados productores de bienes que pueden entonces demandar más servicios, más cosas y generan el círculo virtuoso de la economía.
Yo les decía, para finalizar, que él había escrito una parte de esa historia, él y todos los argentinos que lo acompañaron en este desarrollo del proyecto nacional, popular y democrático, de generación de mercado interno, de exportación, de redistribución del ingreso, de inclusión social, del presupuesto educativo más importante de la historia, para María del Carmen, la maestra jardinera que recibe libros y juguetes para sus chicos del jardín de Berazateguí.
Y también una historia -con esto quiero terminar- que también tiene que ver, porque aquí hay muchos jóvenes que tuvieron la inmensa suerte de vivir en un país democrático, Miguel tiene 20 años, la democracia ya tiene más de 30, pero tal vez algún trabajador viejito que quede por allá se debe acordar de otra época de nuestro país donde comisiones internas de trabajadores, donde trabajadores desaparecían de las fábricas por defender los derechos precisamente de todos ustedes. Hoy me pasó algo a la mañana muy impresionante, me comuniqué con una persona que tal vez muchos de ustedes no lo conozcan, Gerónimo Vargas Aignasse. Es un joven que hasta hace poco tiempo fue diputado nacional por nuestro partido y hoy es diputado provincial en Tucumán, habrán visto las fotos de los diarios donde se encontraron fosas comunes con cadáveres y se encontró el cadáver de su papá que estaba desaparecido desde abril del 76, cuando desapareció era senador provincial de Tucumán. Y lo que más me impresionó es que lo encontraron en el Pozo de Vargas, que es un lugar en Tucumán donde él, cuando fue en septiembre del 2003, el 30 de septiembre del 2003 a Tafí Viejo, a los talleres ferroviarios, iba en tren, hay una foto muy conocida de él donde iba como siempre, medio cuerpo afuera, alguien que lo agarraba para que no se cayera, la gente que lo tiraba, y pasó por ahí, por el Pozo de Vargas, donde había un equipo de arqueólogos, en lo que es un pozo de 50 metros de profundidad, donde se presumía que había cadáveres de detenidos desaparecidos. Hace dos días descubrieron en ese pozo el cuerpo del padre Gerónimo, y me acuerdo que en esa oportunidad, cuando él estuvo allí en Tucumán, hizo detener el tren, bajó en el Pozo de Vargas y depositó un ramo de flores que le alcanzó un familiar de un detenido desaparecido, en el ascensor que bajaba a 30 o 40 metros de profundidad donde estaban haciendo las excavaciones muy lentamente.
Me contaba hoy Gerónimo que encontraron a su padre con una media en una pierna –discúlpenme pero tengo que contarlo porque si no me va a hacer mal- y él me decía que cuando se le hizo el juicio a Bussi en Tucumán, Bussi acusó su padre de que en realidad no era un desaparecido, que lo habían matado sus compañeros por buchón. El tuvo que soportar eso como familiar, sentado en ese juzgado, hoy se demuestra que al papá de Gerónimo, como a tantísimos otros los desaparecieron y los tiraron, muchas veces vivos, en pozos. Me acuerdo de aquel ramo de flores que él depositó sin saber quién estaba ahí y me acuerdo también de un maravilloso articulo que escribió una de las arqueólogas, que quizás todavía está trabajando ahí, que lo publicó en Página 12 y lo tituló "Un país distinto". Si yo tuviera que definir lo que hemos hecho todos los argentinos, cuando él empezó y cuando era imposible, Gerónimo me decía hoy con lágrimas -lo escuchaba del otro lado del teléfono- que ese día que él bajó en Tucumán le dijo "vas a ver que todos los que cometieron delitos de lesa humanidad van a ser juzgados". Gerónimo me contó que cuando le dijo eso y lo abrazó, en el año 2003, él lo vivió como una suerte de acompañamiento personal pero le sonó como decirle que iban a ir a la luna. Con una mano en el corazón, ¿quién en el año 2003 imaginaba este país en todos sus aspectos, en derechos humanos, en trabajo, en desarrollo? Y cuando pasó lo que pasó, cuando finalmente el manto de impunidad cayó y cuando hoy se encuentra al padre de Gerónimo, que me decía "mi madre hace dos días que no duerme, porque va a poder completar el duelo", van a tener un lugar donde ir a poner una flor a un ser querido que ya no está. No saben lo que consuela tener esta flor y hablar al lado de la persona que uno ha querido, aunque esté en otro lado, no importa, uno piensa siempre de determinada manera.
Por eso creo que si tuviera que definir todo esto, los chicos jóvenes sacándose fotos, Miguel haciendo su seguridad en dirección y en frenos, las chicas embarazadas que me encontré del sector de administración, los cientos de jóvenes que hoy tienen un trabajo digno, diría que no escribió un libro pero contribuyó a hacer un país distinto. Muchas gracias a todos, muchas gracias.
Muchas gracias, ustedes me acompañan y me acompañaron siempre, como los trabajadores.
Muy buenos días a todos y a todas. Señor gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor intendente de Zárate; señor presidente de Toyota Argentina, señor presidente de Toyota Mercosur; señor secretario general de Smata, el sindicato que agrupa a los trabajadores del sector automotriz, y tienen razón, tienen mucha razón en estar contentos los trabajadores automotrices porque en estos 8 años y medio casi hemos triplicado la cantidad de trabajadores del sector, un sector altamente calificado, generador de mucho empleo. Y la verdad que estar en una de las fábricas automotrices, estar en una fábrica es una de las mejores cosas que le pueden pasar a un presidente, es uno de los lugares, tal vez fuera de la casa de uno, propia, en el que mejor me siento, porque en este proceso que hemos iniciado en el 2003 a cada fábrica argentina la siento como propia, como hija de este proyecto nacional, popular y democrático que generó más de 5 millones de puestos de trabajo, en un país donde uno de cada cuatro argentinos no tenía trabajo.
La verdad que es un día completo porque en Berazategui estamos inaugurando y entregando 200 viviendas de un plan de 738, finalizando ya el plan, inaugurando un jardín de infantes, que como decía la directora a ella no le gusta hablar de números, a ella le gusta hablar de educación y de lo que significa en términos familiares, a mí me gusta hablar de números por que soy la que tengo que juntar la plata para hacer todas estas cosas, porque sin plata -y todos lo sabemos muy bien- es muy difícil hacer las cosas.
Y la plata se junta en un país instrumentando las políticas y el proyecto de desarrollo del mercado interno y al mismo tiempo de fuerte contenido exportador, porque esta fábrica provee para el mercado interno pero también es exportadora. Yo creo que ahí está un poco la síntesis y quiero decirles algo, de la ampliación de Toyota, que pasa de 65.000 unidades a 92.000 unidades, un 42% se amplía en esta planta de producción, cuyo promedio de edad -le preguntaba porque me interesaba el promedio de edad de los trabajadores- es de 25 años, y los últimos 600 puestos de trabajo son primer empleo de los jóvenes. Estuve dialogando con Miguel, 20 años, es el que controla la dirección y los frenos, así que Miguel como se darán cuenta es una persona muy importante, si Miguel se equivoca y nos falla la dirección y los frenos, estamos en el horno. Pero la verdad que es gratificante ver estos cientos de jóvenes, en una empresa que tiene más de 4.000 trabajadores y que ha decidido seguir invirtiendo y apostando a la Argentina. Y quiero decir algo más de esta relación virtuosa del crecimiento del salario: en los últimos ocho años, y creo que en las últimas décadas, es la relación más baja entre un salario y el poder de adquisición de un automotor. Por eso también somos el país en toda Latinoamérica que fabrica y vende más autos para el mercado interno; fíjense la distinción, por supuesto hay países que como México y Brasil, por su volumen de economía, fabrican más autos, pero para el mercado interno, o sea para los argentinos que pueden adquirir un auto la Argentina es el primer país de Latinoamérica y esto revela el poder adquisitivo.
Déjenme leerles, ustedes saben que soy fanática de las cifras, para compararnos: en el 2010 se vendió aquí en la Argentina un auto 0 km cada 60 habitantes y había casi cuatro habitantes por cada auto, Argentina se ubicó en el primer lugar por delante de Uruguay, cuya proporción es de seis habitantes por auto, Brasil siete, Paraguay trece, Perú dieciocho; China y la India no los comparo porque no son mercados comparables, pero esto revela en números claros y concretos el crecimiento de un país y el crecimiento de un sector que además genera muchos puestos indirectos fundamentalmente para pequeñas y medianas empresas como son las autopartes.
El calzado de seguridad que fabrican en Catamarca, ¿cuándo imaginamos que en Catamarca, como en tantísimas provincias del NOA y del NEA que en algún momento fueron consideradas inviables, hoy tengamos una fábrica que sea la más moderna de toda Latinoamérica y produzca el 25% del calzado de seguridad de la República Argentina y también exporte a toda Latinoamérica, generando 500 puestos de trabajo en una provincia que tanto los necesita?
Por eso yo me siento muy orgullosa de todo lo que hemos hecho, pero todavía me siento más comprometida por lo que nos falta hacer. Porque yo hablo hoy aquí de los 500 trabajadores de Catamarca, fíjense, Olga, la que habló, vivía en una Argentina donde el Estado le tenía que dar un plan social para que pudiera vivir y sostener a la familia, hoy Olga tiene un trabajo y la dignidad de que la plata se la gana con el sudor de su frente y les compra los útiles de colegio a sus hijos y los alimentos con su salario. Pero no se nos puede escapar, no se nos puede escapar, argentinos, que hay también otros argentinos a los cuales todavía tenemos que llegar con programas sociales, con verdaderos programas sociales, no con programas asistencialistas y clientelares, sino con un programa social de la envergadura de la asignación universal por hijo, que destina el 1,2% del PBI para los que todavía no tienen la suerte de tener un trabajo registrable, que es lo que queremos para todos los jóvenes y para todos los argentinos que quieran trabajar. Todavía nos falta y tenemos que ejercitar entre todos los argentinos esa solidaridad precisamente para llegar a los que todavía falta, a los que todavía necesitan el plan social para poder mantener la familia. Yo sueño -siempre lo digo- con el día en que todas las asignaciones universales que hoy pagamos, más de 3 millones y medio, se conviertan en asignaciones familiares, porque ese día habremos tenido el régimen de pleno empleo con el que sueña cualquier presidente que sea bien nacido.
Por eso tenemos que seguir trabajando con mucho esfuerzo, no desviar el camino, fundamentalmente porque nos han pasado muchas cosas. Yo hablaba ayer cuando estábamos entregando dinero, recursos para los más de 280 parques industriales que hay en la Argentina -80 había en el 2003 cuando él llegó, apenas con el 22 % de los votos, hoy tenemos 280 en marcha y 191 parques más en proyectos y en formación, que van a generar miles y miles de puestos de trabajo- y les decía también de la necesidad de la solidaridad. Y me acordaba de él, por muchas cosas me acordaba de él, primero por esta flor. Hoy me vieron plantar un árbol, yo lo acompañé aquí en febrero, el 28 de febrero creo que fue, ¿vine yo ese día? No me acuerdo, pero no importa, estaba ahí. El 28 de febrero del año 2005 él plantó un ceibo, de ese árbol nació esta flor, esta flor la plantó él en el año 2005. Yo hoy al lado de ese árbol también planté otro ceibo, dicen que hay que plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro, él plantó el árbol, tuvo dos hijos, no escribió un libro pero escribió una parte de la historia de la Argentina, que es la de esta Argentina que ha crecido en el ingreso de sus sectores informales, esos que tienen solamente un promedio de 22 horas semanales de trabajo, un 44%. También hoy me estaban alcanzando el informe de avance del nivel de actividad y estamos en un crecimiento, con respecto al tercer trimestre del 2010, con este tercer trimestre del 2011, del 9,3. Los sectores productores de bienes, ustedes, han crecido el 7,7 y los sectores productores de servicios el 9,9. Esto nos da el promedio pero quiero decirles que cuando crecen los servicios es porque también crece el poder adquisitivo y también los empleados productores de bienes que pueden entonces demandar más servicios, más cosas y generan el círculo virtuoso de la economía.
Yo les decía, para finalizar, que él había escrito una parte de esa historia, él y todos los argentinos que lo acompañaron en este desarrollo del proyecto nacional, popular y democrático, de generación de mercado interno, de exportación, de redistribución del ingreso, de inclusión social, del presupuesto educativo más importante de la historia, para María del Carmen, la maestra jardinera que recibe libros y juguetes para sus chicos del jardín de Berazateguí.
Y también una historia -con esto quiero terminar- que también tiene que ver, porque aquí hay muchos jóvenes que tuvieron la inmensa suerte de vivir en un país democrático, Miguel tiene 20 años, la democracia ya tiene más de 30, pero tal vez algún trabajador viejito que quede por allá se debe acordar de otra época de nuestro país donde comisiones internas de trabajadores, donde trabajadores desaparecían de las fábricas por defender los derechos precisamente de todos ustedes. Hoy me pasó algo a la mañana muy impresionante, me comuniqué con una persona que tal vez muchos de ustedes no lo conozcan, Gerónimo Vargas Aignasse. Es un joven que hasta hace poco tiempo fue diputado nacional por nuestro partido y hoy es diputado provincial en Tucumán, habrán visto las fotos de los diarios donde se encontraron fosas comunes con cadáveres y se encontró el cadáver de su papá que estaba desaparecido desde abril del 76, cuando desapareció era senador provincial de Tucumán. Y lo que más me impresionó es que lo encontraron en el Pozo de Vargas, que es un lugar en Tucumán donde él, cuando fue en septiembre del 2003, el 30 de septiembre del 2003 a Tafí Viejo, a los talleres ferroviarios, iba en tren, hay una foto muy conocida de él donde iba como siempre, medio cuerpo afuera, alguien que lo agarraba para que no se cayera, la gente que lo tiraba, y pasó por ahí, por el Pozo de Vargas, donde había un equipo de arqueólogos, en lo que es un pozo de 50 metros de profundidad, donde se presumía que había cadáveres de detenidos desaparecidos. Hace dos días descubrieron en ese pozo el cuerpo del padre Gerónimo, y me acuerdo que en esa oportunidad, cuando él estuvo allí en Tucumán, hizo detener el tren, bajó en el Pozo de Vargas y depositó un ramo de flores que le alcanzó un familiar de un detenido desaparecido, en el ascensor que bajaba a 30 o 40 metros de profundidad donde estaban haciendo las excavaciones muy lentamente.
Me contaba hoy Gerónimo que encontraron a su padre con una media en una pierna –discúlpenme pero tengo que contarlo porque si no me va a hacer mal- y él me decía que cuando se le hizo el juicio a Bussi en Tucumán, Bussi acusó su padre de que en realidad no era un desaparecido, que lo habían matado sus compañeros por buchón. El tuvo que soportar eso como familiar, sentado en ese juzgado, hoy se demuestra que al papá de Gerónimo, como a tantísimos otros los desaparecieron y los tiraron, muchas veces vivos, en pozos. Me acuerdo de aquel ramo de flores que él depositó sin saber quién estaba ahí y me acuerdo también de un maravilloso articulo que escribió una de las arqueólogas, que quizás todavía está trabajando ahí, que lo publicó en Página 12 y lo tituló "Un país distinto". Si yo tuviera que definir lo que hemos hecho todos los argentinos, cuando él empezó y cuando era imposible, Gerónimo me decía hoy con lágrimas -lo escuchaba del otro lado del teléfono- que ese día que él bajó en Tucumán le dijo "vas a ver que todos los que cometieron delitos de lesa humanidad van a ser juzgados". Gerónimo me contó que cuando le dijo eso y lo abrazó, en el año 2003, él lo vivió como una suerte de acompañamiento personal pero le sonó como decirle que iban a ir a la luna. Con una mano en el corazón, ¿quién en el año 2003 imaginaba este país en todos sus aspectos, en derechos humanos, en trabajo, en desarrollo? Y cuando pasó lo que pasó, cuando finalmente el manto de impunidad cayó y cuando hoy se encuentra al padre de Gerónimo, que me decía "mi madre hace dos días que no duerme, porque va a poder completar el duelo", van a tener un lugar donde ir a poner una flor a un ser querido que ya no está. No saben lo que consuela tener esta flor y hablar al lado de la persona que uno ha querido, aunque esté en otro lado, no importa, uno piensa siempre de determinada manera.
Por eso creo que si tuviera que definir todo esto, los chicos jóvenes sacándose fotos, Miguel haciendo su seguridad en dirección y en frenos, las chicas embarazadas que me encontré del sector de administración, los cientos de jóvenes que hoy tienen un trabajo digno, diría que no escribió un libro pero contribuyó a hacer un país distinto. Muchas gracias a todos, muchas gracias.
