por GABY Miér Ago 29, 2012 2:34 pmLa Cámara Federal de La Plata confirmó el procesamiento de Julio César "el gordo" Garachico, un ex policía al que se le atribuyeron los homicidios de Luis Eduardo Sixto Bearzi y Marcelo Gabriel José Bettini, quien ingirió una pastilla de cianuro para evitar caer prisionero de los represores, hecho ocurrido en noviembre de 1976 en Tolosa.
En una resolución de 34 carillas, a la que la agencia de noticas Télam tuvo acceso, los camaristas Antonio Pacilio, Carlos Nogueira y Carlos Vallefí ratificaron el fallo de primera instancia que "dispuso el procesamiento de Garachico por considerarlo prima facie responsable del delito de homicidio, en dos oportunidades... modificando su calidad de partícipe necesario por la de autor mediato".
Los magistrados de la Sala III del tribunal también confirmaron el embargo de 400 mil pesos en los bienes del ex policía y desestimaron los planteos de prescripción efectuados por el abogado Julio Ricardo Beley, defensor del imputado, al explicar que los delitos que se le atribuyen a Garachico deben ser considerados de "lesa humanidad", según lo determinó la Corte Suprema de Justicia.
Se le imputa al represor "el haber participado, en su calidad de numerario de la Policía de la Provincia de Buenos Aires en los homicidios de los que fueron víctimas Marcelo Gabriel José Bettini y Luis Eduardo Sixto Bearzi que se produjeron en el marco de un operativo llevado a cabo por personal de la Policía de la Provincia de Buenos Aires el 9 de noviembre de 1976, en el barrio de Tolosa de la Ciudad de La Plata".
Si bien el imputado negó haber participado de los hechos, reconoció que "nosotros íbamos como auxiliares. Esto significa que no íbamos con la tropa que iba al blanco, sino que nuestra función era cortar las calles para que ninguna persona ajena pudiera salir herida. La función del Servicio Externo era brindar apoyo a las comisarías de la jurisdicción".
Durante el procedimiento, Baerzi murió por la "destrucción de masa encefálica por múltiples heridas de bala", en tanto Bettini falleció "luego de haber ingerido una pastilla de cianuro que él mismo se habría proporcionado, mientras se llevaba a cabo el operativo policial descrito".
Sobre ese aspecto, los jueces afirmaron que el suicidio de Bettini era "un resultado posible, ya que ese tipo de reacción era harto frecuente entre los perseguidos políticos de la dictadura, ante la posibilidad de ser sometidos a tratos crueles por parte del personal de las fuerzas de seguridad".
En esa línea, sostuvieron que Bettini "actuó coaccionado como consecuencia de los medios violentos –e ilegales desplegados por parte de las fuerzas represivas durante el operativo, quedando su intervención circunscripta a decidir entre el suicidio o a ser, muy presumiblemente, detenido por la Policía provincial e ingresado al circuito represivo que se encontraba activo en la época".
"La decisión de suicidarse fue realizada con una proporcionalidad ajustada al estado de necesidad justificante, ya que con ella no solo buscó evitar padecer tormentos físicos y psíquicos, sino también ser instado a delatar a terceras personas, las cuales eventualmente podían ser aprehendidas e ingresadas al mismo circuito represivo para ser torturadas y muy factiblemente, asesinadas", indicaron los magistrados.
http://reporteplatense.com.ar
En una resolución de 34 carillas, a la que la agencia de noticas Télam tuvo acceso, los camaristas Antonio Pacilio, Carlos Nogueira y Carlos Vallefí ratificaron el fallo de primera instancia que "dispuso el procesamiento de Garachico por considerarlo prima facie responsable del delito de homicidio, en dos oportunidades... modificando su calidad de partícipe necesario por la de autor mediato".
Los magistrados de la Sala III del tribunal también confirmaron el embargo de 400 mil pesos en los bienes del ex policía y desestimaron los planteos de prescripción efectuados por el abogado Julio Ricardo Beley, defensor del imputado, al explicar que los delitos que se le atribuyen a Garachico deben ser considerados de "lesa humanidad", según lo determinó la Corte Suprema de Justicia.
Se le imputa al represor "el haber participado, en su calidad de numerario de la Policía de la Provincia de Buenos Aires en los homicidios de los que fueron víctimas Marcelo Gabriel José Bettini y Luis Eduardo Sixto Bearzi que se produjeron en el marco de un operativo llevado a cabo por personal de la Policía de la Provincia de Buenos Aires el 9 de noviembre de 1976, en el barrio de Tolosa de la Ciudad de La Plata".
Si bien el imputado negó haber participado de los hechos, reconoció que "nosotros íbamos como auxiliares. Esto significa que no íbamos con la tropa que iba al blanco, sino que nuestra función era cortar las calles para que ninguna persona ajena pudiera salir herida. La función del Servicio Externo era brindar apoyo a las comisarías de la jurisdicción".
Durante el procedimiento, Baerzi murió por la "destrucción de masa encefálica por múltiples heridas de bala", en tanto Bettini falleció "luego de haber ingerido una pastilla de cianuro que él mismo se habría proporcionado, mientras se llevaba a cabo el operativo policial descrito".
Sobre ese aspecto, los jueces afirmaron que el suicidio de Bettini era "un resultado posible, ya que ese tipo de reacción era harto frecuente entre los perseguidos políticos de la dictadura, ante la posibilidad de ser sometidos a tratos crueles por parte del personal de las fuerzas de seguridad".
En esa línea, sostuvieron que Bettini "actuó coaccionado como consecuencia de los medios violentos –e ilegales desplegados por parte de las fuerzas represivas durante el operativo, quedando su intervención circunscripta a decidir entre el suicidio o a ser, muy presumiblemente, detenido por la Policía provincial e ingresado al circuito represivo que se encontraba activo en la época".
"La decisión de suicidarse fue realizada con una proporcionalidad ajustada al estado de necesidad justificante, ya que con ella no solo buscó evitar padecer tormentos físicos y psíquicos, sino también ser instado a delatar a terceras personas, las cuales eventualmente podían ser aprehendidas e ingresadas al mismo circuito represivo para ser torturadas y muy factiblemente, asesinadas", indicaron los magistrados.
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