TRIANGULACIÓN ECONÓMICA Y RENTA NACIONAL
Las grandes empresas comercializadoras de granos en el mundo tienen más de un siglo de vida. Siempre existió el comercio de cereales, “desde que los hombres empezaron a comer pan” sintetiza Dan Morgan en su libro Los Traficantes de Granos.
Veamos, sintéticamente, cuales son estas empresas, su nacimiento, su desarrollo y la participación que han tenido en el comercio de granos en la Argentina:
Bunge: nace como una empresa comercializadora de granos en Holanda en 1818.
Años después se trasladan a la Argentina y fundan la empresa Bunge & Born.
En un principio se dedicó a la comercialización y exportación de granos pero luego comenzó a participar de otras actividades tales como la molienda, elaboración de aceites, pinturas, textiles, fertilizantes y agroquímicos.
También tiene participación en el mercado de los seguros, informática y negocios inmobiliarios.
En el año 2008 sus ganancias fueron de US$867 millones.
Cargill: Es una trasnacional que tiene origen en EE.UU. en el año 1865 y ha llegado a ser la mayor procesadora de semillas a nivel mundial.
En la Argentina empiezan a invertir en 1979 contrayendo una planta de molienda de soja en Rosario.
En la actualidad cuenta con cinco puertos, dos procesadoras de soja, una planta de malta y una de cebada, además de las cinco plantas de acopio en Córdoba y Buenos Aires.
Hoy, Cargill es propiedad de la familia MacMillan.
Los MacMillan han estado siempre al servicio de los británicos.
John Hugh MacMillan, presidente de Cargill a partir de 1936 hasta 1957, y luego presidente, de 1957 a 1960, tiene el título del "caballero comandante hereditario de Justicia de la Soberana Orden de San Juan" (caballeros de Malta), una de las órdenes británicas más importantes de la corona.
Louis Dreyfus: Se trata de una empresa de origen francés de 1851 y actualmente está presente en los principales países productores de cereales y oleaginosas, entre ellos, en la Argentina.
De lo dicho se desprende que existen unas pocas firmas que controlan una porción muy significativa de la industria de procesamiento y comercialización de granos de cereales en general y de soja en particular, constituyendo un oligopolio.
Este conjunto de corporaciones que controlan el sistema agroalimentario mundial, se presentan en sociedad con fines altruistas.
Así, Bunge en su página web dice: “Bunge Argentina conoce las urgencias del entorno social del que forma parte. Es por eso que, como empresa socialmente responsable, en cada una de las localidades en las cuales emplaza sus operaciones, ha puesto en práctica acciones y programas que apuntan a realizar un aporte a la construcción del desarrollo sostenible de nuestra sociedad.”
Sin embargo, el afán de obtener mayores ganancias en el menor tiempo posible está reñido con el bienestar colectivo y el desarrollo de los pueblos.
Hace poco tiempo atrás, en 2008, se constató que varias empresas del complejo sojero habían sobreestimado el registro de sus exportaciones buscando evadir el incremento a las retenciones a este grano que había empezado a regir desde el 7 de noviembre de 2008.
En los días previos numerosas empresas registraron enormes exportaciones de granos, un total de 6,2 millones de TON, sin tener la mercadería en su poder, tal como lo demostró una investigación de la Oficina Nacional de Control Comercial y Agropecuario (ONCCA).
De esta forma lograron que se aplicara una tasa de retención del 27,5% a una mercadería que iba a ser exportada luego de la entrada en vigencia de la nueva tasa, que ascendía a 35%.
En asuntos vinculados a la evasión de impuestos y retenciones, estas grandes empresas son profesionales. Además de la mencionada en el párrafo anterior utilizan, fundamentalmente, otros dos mecanismos:
Uno está vinculado con los precios de los bienes y servicios que van a exportarse. La mayoría de las veces los precios que declaran son falsos, menores a los reales.
Además inventan pagos de servicios e intereses que solo existen en los papeles y se anotan en los balances con el fin de reducir las ganancias a declarar en nuestro país.
Otro mecanismo es la triangulación en el comercio exterior, es decir, se exporta a partir de un tercer país que la mayoría de las veces es un paraíso fiscal o un país con baja carga tributaria.
En este caso, se registra la venta con un precio más bajo que el real, evitando tener que pagar mayor cantidad de impuestos.
Este mecanismo fue descubierto justamente a partir de las exportadoras de granos.
El tercer mecanismo está vinculado directamente con los paraísos fiscales. Estas corporaciones realizan sus ventas al exterior y el pago se realiza a una cuenta bancaria de una institución situada en un paraíso fiscal, de modo que los dólares que se obtendrían de esta venta nunca ingresan al país.
Recordemos que los paraísos fiscales reportan enormes beneficios a quienes tienen cuentas allí:
-no existe ningún tipo de información del titular de la cuenta (es posible abrir una usando solamente un pasaporte o resumen de tarjeta de crédito),
-no se paga ningún impuesto (solamente se paga una cuota anual de 200 dólares de registro) y
-no se exige informar el origen de los fondos.
Además otorgan la posibilidad de radicar allí sociedades offshore
¿Qué es esto? Son sociedades fantasmas que se forman en solo 48 horas abonando 1000 dólares, sin necesidad de presentar ningún tipo de documentación.
Muchas empresas radicadas en la Argentina tienen una sociedad de este tipo con domicilio legal en paraísos fiscales, de modo que muchas de sus operaciones son realizadas a partir de estas últimas acogiéndose a su legislación en donde no se paga ningún tipo de tributo.
De esta forma, un enorme porcentaje de nuestra renta nacional esta varada en cuentas bancarias de paraísos fiscales, sin que los argentinos podamos disponer de ella y sin que podamos meter presos a sus responsables ya que existe una legislación que los ampara.
Obviamente, a los gerentes y accionistas de estas grandes empresas se les eriza la piel cada vez que el gobierno nacional controla de alguna forma el manejo y liquidación de divisas, regulando la transferencia de renta nacional al exterior.
Para combatir esto cuentan con un conjunto de “inteligentes” que constituyen el sustento ideológico de sus pretensiones. Son los mismos que, con ropajes democráticos construyeron el andamiaje legal que permitió en la Argentina llevar a cabo el ajuste estructural, reforma constitucional y ley de convertibilidad mediante.
Funcionan como un “pulpo”, que absorbe, concentra la producción nacional, monopolizando el comercio internacional y las ganancias que obtienen son remitidas directamente al exterior mediante distintos mecanismos de triangulación comercial.
Con el objeto de profundizar en distintos aspectos de esta actividad, invitamos a nuestros lectores a seguir las sucesivas publicaciones en donde analizaremos la participación de estas empresas en los demás países latinoamericanos, los mecanismos de transferencia de renta nacional al exterior que utilizan y el marco legal que lo permite.
por Noelia Navarro
http://rinacional.com.ar
Las grandes empresas comercializadoras de granos en el mundo tienen más de un siglo de vida. Siempre existió el comercio de cereales, “desde que los hombres empezaron a comer pan” sintetiza Dan Morgan en su libro Los Traficantes de Granos.
Veamos, sintéticamente, cuales son estas empresas, su nacimiento, su desarrollo y la participación que han tenido en el comercio de granos en la Argentina:
Bunge: nace como una empresa comercializadora de granos en Holanda en 1818.
Años después se trasladan a la Argentina y fundan la empresa Bunge & Born.
En un principio se dedicó a la comercialización y exportación de granos pero luego comenzó a participar de otras actividades tales como la molienda, elaboración de aceites, pinturas, textiles, fertilizantes y agroquímicos.
También tiene participación en el mercado de los seguros, informática y negocios inmobiliarios.
En el año 2008 sus ganancias fueron de US$867 millones.
Cargill: Es una trasnacional que tiene origen en EE.UU. en el año 1865 y ha llegado a ser la mayor procesadora de semillas a nivel mundial.
En la Argentina empiezan a invertir en 1979 contrayendo una planta de molienda de soja en Rosario.
En la actualidad cuenta con cinco puertos, dos procesadoras de soja, una planta de malta y una de cebada, además de las cinco plantas de acopio en Córdoba y Buenos Aires.
Hoy, Cargill es propiedad de la familia MacMillan.
Los MacMillan han estado siempre al servicio de los británicos.
John Hugh MacMillan, presidente de Cargill a partir de 1936 hasta 1957, y luego presidente, de 1957 a 1960, tiene el título del "caballero comandante hereditario de Justicia de la Soberana Orden de San Juan" (caballeros de Malta), una de las órdenes británicas más importantes de la corona.
Louis Dreyfus: Se trata de una empresa de origen francés de 1851 y actualmente está presente en los principales países productores de cereales y oleaginosas, entre ellos, en la Argentina.
De lo dicho se desprende que existen unas pocas firmas que controlan una porción muy significativa de la industria de procesamiento y comercialización de granos de cereales en general y de soja en particular, constituyendo un oligopolio.
Este conjunto de corporaciones que controlan el sistema agroalimentario mundial, se presentan en sociedad con fines altruistas.
Así, Bunge en su página web dice: “Bunge Argentina conoce las urgencias del entorno social del que forma parte. Es por eso que, como empresa socialmente responsable, en cada una de las localidades en las cuales emplaza sus operaciones, ha puesto en práctica acciones y programas que apuntan a realizar un aporte a la construcción del desarrollo sostenible de nuestra sociedad.”
Sin embargo, el afán de obtener mayores ganancias en el menor tiempo posible está reñido con el bienestar colectivo y el desarrollo de los pueblos.
Hace poco tiempo atrás, en 2008, se constató que varias empresas del complejo sojero habían sobreestimado el registro de sus exportaciones buscando evadir el incremento a las retenciones a este grano que había empezado a regir desde el 7 de noviembre de 2008.
En los días previos numerosas empresas registraron enormes exportaciones de granos, un total de 6,2 millones de TON, sin tener la mercadería en su poder, tal como lo demostró una investigación de la Oficina Nacional de Control Comercial y Agropecuario (ONCCA).
De esta forma lograron que se aplicara una tasa de retención del 27,5% a una mercadería que iba a ser exportada luego de la entrada en vigencia de la nueva tasa, que ascendía a 35%.
En asuntos vinculados a la evasión de impuestos y retenciones, estas grandes empresas son profesionales. Además de la mencionada en el párrafo anterior utilizan, fundamentalmente, otros dos mecanismos:
Uno está vinculado con los precios de los bienes y servicios que van a exportarse. La mayoría de las veces los precios que declaran son falsos, menores a los reales.
Además inventan pagos de servicios e intereses que solo existen en los papeles y se anotan en los balances con el fin de reducir las ganancias a declarar en nuestro país.
Otro mecanismo es la triangulación en el comercio exterior, es decir, se exporta a partir de un tercer país que la mayoría de las veces es un paraíso fiscal o un país con baja carga tributaria.
En este caso, se registra la venta con un precio más bajo que el real, evitando tener que pagar mayor cantidad de impuestos.
Este mecanismo fue descubierto justamente a partir de las exportadoras de granos.
El tercer mecanismo está vinculado directamente con los paraísos fiscales. Estas corporaciones realizan sus ventas al exterior y el pago se realiza a una cuenta bancaria de una institución situada en un paraíso fiscal, de modo que los dólares que se obtendrían de esta venta nunca ingresan al país.
Recordemos que los paraísos fiscales reportan enormes beneficios a quienes tienen cuentas allí:
-no existe ningún tipo de información del titular de la cuenta (es posible abrir una usando solamente un pasaporte o resumen de tarjeta de crédito),
-no se paga ningún impuesto (solamente se paga una cuota anual de 200 dólares de registro) y
-no se exige informar el origen de los fondos.
Además otorgan la posibilidad de radicar allí sociedades offshore
¿Qué es esto? Son sociedades fantasmas que se forman en solo 48 horas abonando 1000 dólares, sin necesidad de presentar ningún tipo de documentación.
Muchas empresas radicadas en la Argentina tienen una sociedad de este tipo con domicilio legal en paraísos fiscales, de modo que muchas de sus operaciones son realizadas a partir de estas últimas acogiéndose a su legislación en donde no se paga ningún tipo de tributo.
De esta forma, un enorme porcentaje de nuestra renta nacional esta varada en cuentas bancarias de paraísos fiscales, sin que los argentinos podamos disponer de ella y sin que podamos meter presos a sus responsables ya que existe una legislación que los ampara.
Obviamente, a los gerentes y accionistas de estas grandes empresas se les eriza la piel cada vez que el gobierno nacional controla de alguna forma el manejo y liquidación de divisas, regulando la transferencia de renta nacional al exterior.
Para combatir esto cuentan con un conjunto de “inteligentes” que constituyen el sustento ideológico de sus pretensiones. Son los mismos que, con ropajes democráticos construyeron el andamiaje legal que permitió en la Argentina llevar a cabo el ajuste estructural, reforma constitucional y ley de convertibilidad mediante.
Funcionan como un “pulpo”, que absorbe, concentra la producción nacional, monopolizando el comercio internacional y las ganancias que obtienen son remitidas directamente al exterior mediante distintos mecanismos de triangulación comercial.
Con el objeto de profundizar en distintos aspectos de esta actividad, invitamos a nuestros lectores a seguir las sucesivas publicaciones en donde analizaremos la participación de estas empresas en los demás países latinoamericanos, los mecanismos de transferencia de renta nacional al exterior que utilizan y el marco legal que lo permite.
por Noelia Navarro
http://rinacional.com.ar