por GABY Mar Ene 17, 2012 1:58 pmPALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DRA. CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER DURANTE EL ACTO, EN CASA DE GOBIERNO, DE FIRMA DE CONVENIOS CON MUNICIPIOS, EN EL MARCO DEL PROGRAMA DE USO RACIONAL Y EFICIENTE DE ENERGÍA.
Muy buenas tardes a todos y a todas: realmente es un acto importante, hay Intendentes de importantísimas ciudades de la Argentina profunda, como a mí me gusta llamarla, que hoy se incorporan a esta campaña que lleva poco menos de tres meses y que hoy podemos decir hemos cumplimentado el 10 por ciento de esas primeras 5 millones de lámparas que debíamos cambiar. Hemos cumplido con 350 mil lámparas domiciliarias, más unas 150 mil, aproximadamente, en el sector público, lo que representa el medio millón de cambio de lámparas, desde que iniciamos el plan.
Pero también quiero anunciarles que en el día de la fecha, además de este Programa de Uso Racional y Eficiente de la Energía, tiene también la contraparte o digamos el complemento de lo que significa también una política para el medio ambiente y acabo de firmar, hace unos instantes, el proyecto de ley, para remitir al Parlamento argentino, en la cual se prohíbe, a partir del 31 de diciembre de 2010, las fabricación, importación y comercialización de lámparas incandescentes. Esta es una decisión que se enmarca, como una definición también de política ambiental y de complementariedad con este Programa de Uso Racional y Eficiente de la Energía. La convocatoria, que estamos haciendo en forma voluntaria, solidaria para todos los argentinos va a tener imperio de ley, a partir del 31 de diciembre del año 2010.
Debo reconocer que no fue una idea del Gobierno, no fue una idea original nuestra; al contrario cuando se lanzó este Programa de Uso Racional y Eficiente de la Energía hubo una importante organización ambientalista que dijo que debíamos ir por más y planteó el tema de la eliminación de las lámparas incandescentes. Ellos lo proponían a partir del 1 de enero del año 2010, nosotros tuvimos que articular los intereses, obviamente, con las industrias fabricantes de modo tal de que la reconversión de estas industrias pudiera realizarse en tiempo y forma y no afectar, además, de la importante inversión, las fuentes de trabajo de miles de argentinos que necesitan obviamente de su trabajo, con lo cual en el rol que le compete al Estado articulamos los intereses entre el sector público o sea la sociedad, a la cual representamos, y en este caso los intereses del sector privado.
Creemos que es una iniciativa planteada desde una organización no gubernamental ambientalista que fue analizada por el Gobierno, considerada viable, factible y conveniente, además, para llevarla adelante y así lo hicimos.
Creemos que es importante rescatar todas aquellas ideas, todas aquellas propuestas que tengan que ver con esto: con mejorar la calidad de vida no solamente de los argentinos sino en definitiva de los habitantes del planeta.
También en el día de la fecha, el señor presidente del Banco Central, con quien me acabo de reunir, hace unos instantes, me confirmó que habíamos pasado los argentinos, habíamos alcanzado los 50 mil millones de dólares de reservas, en el Banco Central, 50. 009 millones para ser más precisos porque está la añadidura de los 9 y es bueno decirlo, 50.009 millones.
Yo me acordaba, hará dos años y medio, aproximadamente, año 2005 habíamos ido al municipio de Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires, a inaugurar un edificio nuevo y me acuerdo que había un importantísimo empresario supermercadista en ese acto que se hacía de inauguración y hablábamos, por allí estábamos alcanzando un número importante de reservas, pero por supuesto nada que ver con este número y decíamos. "que bárbaro, sin algún día pudiéramos llegar a los 50 mil millones, ¿no?". Ese importante supermercadista seguramente se va a acordar de aquella conversación porque nos parecía en ese 2005 un número absolutamente imposible, todavía no habíamos pagado siquiera los 10 mil millones de dólares que nos demandó la cancelación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional y aún así nos parecía imposible, casi milagroso o mágica esta cifra, que hoy tengo el orgullo, ¿por qué no? de comunicársela a todos ustedes, porque no lo creo un logro de un Gobierno o de un partido. Creo que es logro de todos los argentinos, de todas las argentinas y esto me parece más que importante.
También, en unos días más, vamos a comunicar oficialmente el crecimiento del mes de enero, que fue del 10.1, el crecimiento de la actividad económica, durante el mes de enero de 2008. Como todos ustedes ven, estas son cifras y datos que muchas veces no encajan en el relato que desde algunos medios de comunicación quieren hacernos creer que a los argentinos nos está yendo cada vez peor, cada vez más mal y que el Estado no tiene un rol como debiera tener en las sociedades desarrolladas.
Hoy leía a un importante editorialista que quería contarnos a los argentinos de un país que, evidentemente, no encaja. Es como aquello que decía Jauretche, que cuando el sombrero no les entra en la cabeza, lo que pretenden achicar es la cabeza y no agrandar el sombrero.
Esto significa que desean que la realidad encaje en lo que ellos quieren, que sea producto de sus prejuicios ideológicos o de su funcionamiento político que, además, creo que cualquiera lo puede tener. No hay obligación de compartir una visión ideológica, un modelo de desarrollo, un modelo de crecimiento o un modelo de gestión de Estado. Pero me parece importante que el relato tenga, por sobre todas las cosas, una honestidad intelectual frente a las cosas para decir cuál es el modelo que se presupone se quiere o cuál es el modelo que le conviene a los argentinos, pero, en realidad, muchas veces las cosas se disfrazan.
Yo veía el otro día lo que pasaba en España. Porque esto que pasa no nos pasa solamente en lo mediático o en lo comunicacional, nos pasa en todos los ámbitos. Porque como digo yo, en la Argentina todo hace juego con todo. Yo veía que en España hubo elecciones y una campaña fuerte, de crispación, vimos debates sumamente fuertes que fueron televisados casi mundialmente y el partido que ganó, el partido del Gobierno, a quien felicité, por supuesto, en la persona de mi amigo José Luis Rodríguez Zapatero, lo hizo por dos puntos y medio. A las dos horas y media de haber cerrado los comicios, a las diez y media de la noche exactamente, el oponente, el partido de la oposición, que se había enfrentado duramente durante toda la campaña y que seguramente lo seguirá haciendo en el transcurso de la vida institucional española, reconocía con holgura, con gallardía, el triunfo. Dos puntos y medio.
Yo me preguntaba qué hubiera pasado aquí, en la República Argentina, si en las pasadas elecciones hubiéramos ganado apenas por dos puntos y medio, cuando ganamos con veintidós puntos y nos acusaron de fraude.
Pero qué quiero decirles con esto. La forma en que una sociedad política, la forma en que una sociedad en general debe comportarse frente a los hechos, independientemente de la ubicación, de los puntos de vista, de los intereses contrapuestos, inclusive, que cada uno quiera representar.
Me parece que lo importante es poder acceder a una forma de relacionarnos aún en la oposición, aún en la diferencia, aún en la disidencia, con reglas de juego claras que todos aceptemos previamente. Y me parece que esto es lo central, que hoy, no solamente quien habla como Presidenta de la República, sino que todos los argentinos le están demandando a sus dirigencias, sean políticas, sindicales, empresariales, sociales, comunicacionales.
Me parece que debería haber una suerte de "fair play", de reglas de juego claras en las cuales cada uno representa los intereses que quiera representar, porque esto es parte de la democracia, pero sin enmascaramiento, sin disfraces, diciendo qué es lo que quiere, defiende y representa cada uno.
Me parece que esto sería agregar mucha calidad institucional, calidad institucional que, muchas veces, es demandada desde los sectores que menos calidad institucional han agregado en toda la historia de la República Argentina a nuestro país.
Por eso, creo que estas son buenas noticias para los argentinos, porque hay un crecimiento que, obviamente, también nos demanda una mayor producción de energía, una acumulación de reservas histórica en la República Argentina que como un escudo actúa frente a cualquier vaivén de la economía internacional y nos da una solidez como nunca tuvimos en las últimas décadas, no para un gobierno, sino para la vida de los argentinos. Porque esto también es lo que finalmente tenemos que poder separar: el gobierno, al cual cualquiera tiene el derecho de criticar y oponerse, y los intereses del país, a los que todos, cualquiera sea nuestra posición política, tenemos la obligación de defender.
Por eso, creo que es importante comunicar estos logros que, tal vez, no encajan en este relato que quieren hacernos de todos los argentinos, pero que allí están, objetivos, impasibles, esperando ser observados con mejores ojos y mejores miradas por algunos grupos de argentinos.
Muchas gracias y tengan todos ustedes muy buenas tardes. (APLAUSOS)
Muy buenas tardes a todos y a todas: realmente es un acto importante, hay Intendentes de importantísimas ciudades de la Argentina profunda, como a mí me gusta llamarla, que hoy se incorporan a esta campaña que lleva poco menos de tres meses y que hoy podemos decir hemos cumplimentado el 10 por ciento de esas primeras 5 millones de lámparas que debíamos cambiar. Hemos cumplido con 350 mil lámparas domiciliarias, más unas 150 mil, aproximadamente, en el sector público, lo que representa el medio millón de cambio de lámparas, desde que iniciamos el plan.
Pero también quiero anunciarles que en el día de la fecha, además de este Programa de Uso Racional y Eficiente de la Energía, tiene también la contraparte o digamos el complemento de lo que significa también una política para el medio ambiente y acabo de firmar, hace unos instantes, el proyecto de ley, para remitir al Parlamento argentino, en la cual se prohíbe, a partir del 31 de diciembre de 2010, las fabricación, importación y comercialización de lámparas incandescentes. Esta es una decisión que se enmarca, como una definición también de política ambiental y de complementariedad con este Programa de Uso Racional y Eficiente de la Energía. La convocatoria, que estamos haciendo en forma voluntaria, solidaria para todos los argentinos va a tener imperio de ley, a partir del 31 de diciembre del año 2010.
Debo reconocer que no fue una idea del Gobierno, no fue una idea original nuestra; al contrario cuando se lanzó este Programa de Uso Racional y Eficiente de la Energía hubo una importante organización ambientalista que dijo que debíamos ir por más y planteó el tema de la eliminación de las lámparas incandescentes. Ellos lo proponían a partir del 1 de enero del año 2010, nosotros tuvimos que articular los intereses, obviamente, con las industrias fabricantes de modo tal de que la reconversión de estas industrias pudiera realizarse en tiempo y forma y no afectar, además, de la importante inversión, las fuentes de trabajo de miles de argentinos que necesitan obviamente de su trabajo, con lo cual en el rol que le compete al Estado articulamos los intereses entre el sector público o sea la sociedad, a la cual representamos, y en este caso los intereses del sector privado.
Creemos que es una iniciativa planteada desde una organización no gubernamental ambientalista que fue analizada por el Gobierno, considerada viable, factible y conveniente, además, para llevarla adelante y así lo hicimos.
Creemos que es importante rescatar todas aquellas ideas, todas aquellas propuestas que tengan que ver con esto: con mejorar la calidad de vida no solamente de los argentinos sino en definitiva de los habitantes del planeta.
También en el día de la fecha, el señor presidente del Banco Central, con quien me acabo de reunir, hace unos instantes, me confirmó que habíamos pasado los argentinos, habíamos alcanzado los 50 mil millones de dólares de reservas, en el Banco Central, 50. 009 millones para ser más precisos porque está la añadidura de los 9 y es bueno decirlo, 50.009 millones.
Yo me acordaba, hará dos años y medio, aproximadamente, año 2005 habíamos ido al municipio de Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires, a inaugurar un edificio nuevo y me acuerdo que había un importantísimo empresario supermercadista en ese acto que se hacía de inauguración y hablábamos, por allí estábamos alcanzando un número importante de reservas, pero por supuesto nada que ver con este número y decíamos. "que bárbaro, sin algún día pudiéramos llegar a los 50 mil millones, ¿no?". Ese importante supermercadista seguramente se va a acordar de aquella conversación porque nos parecía en ese 2005 un número absolutamente imposible, todavía no habíamos pagado siquiera los 10 mil millones de dólares que nos demandó la cancelación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional y aún así nos parecía imposible, casi milagroso o mágica esta cifra, que hoy tengo el orgullo, ¿por qué no? de comunicársela a todos ustedes, porque no lo creo un logro de un Gobierno o de un partido. Creo que es logro de todos los argentinos, de todas las argentinas y esto me parece más que importante.
También, en unos días más, vamos a comunicar oficialmente el crecimiento del mes de enero, que fue del 10.1, el crecimiento de la actividad económica, durante el mes de enero de 2008. Como todos ustedes ven, estas son cifras y datos que muchas veces no encajan en el relato que desde algunos medios de comunicación quieren hacernos creer que a los argentinos nos está yendo cada vez peor, cada vez más mal y que el Estado no tiene un rol como debiera tener en las sociedades desarrolladas.
Hoy leía a un importante editorialista que quería contarnos a los argentinos de un país que, evidentemente, no encaja. Es como aquello que decía Jauretche, que cuando el sombrero no les entra en la cabeza, lo que pretenden achicar es la cabeza y no agrandar el sombrero.
Esto significa que desean que la realidad encaje en lo que ellos quieren, que sea producto de sus prejuicios ideológicos o de su funcionamiento político que, además, creo que cualquiera lo puede tener. No hay obligación de compartir una visión ideológica, un modelo de desarrollo, un modelo de crecimiento o un modelo de gestión de Estado. Pero me parece importante que el relato tenga, por sobre todas las cosas, una honestidad intelectual frente a las cosas para decir cuál es el modelo que se presupone se quiere o cuál es el modelo que le conviene a los argentinos, pero, en realidad, muchas veces las cosas se disfrazan.
Yo veía el otro día lo que pasaba en España. Porque esto que pasa no nos pasa solamente en lo mediático o en lo comunicacional, nos pasa en todos los ámbitos. Porque como digo yo, en la Argentina todo hace juego con todo. Yo veía que en España hubo elecciones y una campaña fuerte, de crispación, vimos debates sumamente fuertes que fueron televisados casi mundialmente y el partido que ganó, el partido del Gobierno, a quien felicité, por supuesto, en la persona de mi amigo José Luis Rodríguez Zapatero, lo hizo por dos puntos y medio. A las dos horas y media de haber cerrado los comicios, a las diez y media de la noche exactamente, el oponente, el partido de la oposición, que se había enfrentado duramente durante toda la campaña y que seguramente lo seguirá haciendo en el transcurso de la vida institucional española, reconocía con holgura, con gallardía, el triunfo. Dos puntos y medio.
Yo me preguntaba qué hubiera pasado aquí, en la República Argentina, si en las pasadas elecciones hubiéramos ganado apenas por dos puntos y medio, cuando ganamos con veintidós puntos y nos acusaron de fraude.
Pero qué quiero decirles con esto. La forma en que una sociedad política, la forma en que una sociedad en general debe comportarse frente a los hechos, independientemente de la ubicación, de los puntos de vista, de los intereses contrapuestos, inclusive, que cada uno quiera representar.
Me parece que lo importante es poder acceder a una forma de relacionarnos aún en la oposición, aún en la diferencia, aún en la disidencia, con reglas de juego claras que todos aceptemos previamente. Y me parece que esto es lo central, que hoy, no solamente quien habla como Presidenta de la República, sino que todos los argentinos le están demandando a sus dirigencias, sean políticas, sindicales, empresariales, sociales, comunicacionales.
Me parece que debería haber una suerte de "fair play", de reglas de juego claras en las cuales cada uno representa los intereses que quiera representar, porque esto es parte de la democracia, pero sin enmascaramiento, sin disfraces, diciendo qué es lo que quiere, defiende y representa cada uno.
Me parece que esto sería agregar mucha calidad institucional, calidad institucional que, muchas veces, es demandada desde los sectores que menos calidad institucional han agregado en toda la historia de la República Argentina a nuestro país.
Por eso, creo que estas son buenas noticias para los argentinos, porque hay un crecimiento que, obviamente, también nos demanda una mayor producción de energía, una acumulación de reservas histórica en la República Argentina que como un escudo actúa frente a cualquier vaivén de la economía internacional y nos da una solidez como nunca tuvimos en las últimas décadas, no para un gobierno, sino para la vida de los argentinos. Porque esto también es lo que finalmente tenemos que poder separar: el gobierno, al cual cualquiera tiene el derecho de criticar y oponerse, y los intereses del país, a los que todos, cualquiera sea nuestra posición política, tenemos la obligación de defender.
Por eso, creo que es importante comunicar estos logros que, tal vez, no encajan en este relato que quieren hacernos de todos los argentinos, pero que allí están, objetivos, impasibles, esperando ser observados con mejores ojos y mejores miradas por algunos grupos de argentinos.
Muchas gracias y tengan todos ustedes muy buenas tardes. (APLAUSOS)
