por GABY Dom Ene 15, 2012 7:46 pmPALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DE UNA NUEVA LÍNEA DE PRODUCCIÓN EN LA PLANTA DE LA EMPRESA METALÚRGICA CALVIÑO S.A., EN FLORENCIO VARELA, PROVINCIA DE BUENOS AIRES.
Gracias, muchas gracias a todos y a todas; muy buenas tardes a todos y a todas en Florencio Varela; señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires; Intendente de Florencio Varela; amigos y amigas: cuánta energía por Dios, cuánta hormona que hay acá. Muchas gracias compañeros, si uno tuviera que simbolizar el cambio de época, yo recién lo charlaba con mis compañeros en la mesa y decía que cuando allá por el año 2002 ó principios del 2003 veníamos a hacer actos en Florencio Varela los veníamos a hacer en la calle o en algún club, ahora desde que se inicio un Gobierno como el de Néstor Kirchner, el 25 de mayo del año 2003, los actos los hacemos frente a los hospitales que inauguramos, frente a las universidades que abrimos, en las fábricas que se levantan. Este es el símbolo, me encanta estar aquí, junto a todos ustedes, en esta fábrica, que crea las bases y los implementos para molinos de viento.
Yo escuchaba recién a su dueño contar las peripecias de él y de tantos otros empresarios argentinos, cuando el país se venía abajo, y cuando contaba que me había escuchado, hace algunos días, en la Patagonia, cuando estaba inaugurando un Parque Eólico y que quería que los molinos fueran construidos en el país, y quiero decirles a todos los argentinos que él me llamó para mostrarme que esto que estamos viendo aquí atrás son precisamente las bases de los molinos que se construyen, aquí en Florencio Varela. (APLAUSOS). Tienen que estar orgullosos varelenses de haber dejado de ser una ciudad dormitorio para ser una ciudad de trabajadores y de estudiantes universitarios, de gente que no tiene que recorrer kilómetros para ir a un hospital. Este es el perfil del cambio en la Argentina la educación, el trabajo, pero también decía el empresario que esta industria de punta, que es la industria de generar molinos para que el viento pueda darnos energías no renovables y no contaminantes lo podemos hacer en la Patagonia, pero saben qué hasta el año 2003 esto no se podía hacer porque en la Patagonia donde sopla el viento no estaba conectada con el país; no había línea de 500 kilowats que transportara la energía de estos molinos que ustedes fabrican aquí.
Vino Néstor Kirchner y lanzó el plan de infraestructura más importante del que se tenga memoria y conectamos a la Patagonia; primero de Choele-Choel a Puerto Madryn, y hoy de Puerto Madryn a Pico Truncado y estamos llegando a la punta del continente, a Río Gallegos para que todo el país esté interconectado. Claro si no lo hubiéramos hecho esta nueva división de esta fábrica, que originalmente era de grúas no tendría razón de ser porque no habría molinos que fabricar porque el viento no podría transportarse porque hubiera faltado esa obra fundamental.
Y la verdad que yo me siento tan orgullosa porque todas las veces, que en estos años felices, he vuelto aquí a Florencio Varela ha sido para inaugurar una fábrica, o un parque industrial, o agua potable, o cloacas, o pavimentos, o hospitales, o universidades o escuelas. Miren cómo nos hemos cambiado los argentinos, cómo estamos cambiando la vida de millones de argentinos, que carecían o de trabajo o de los servicios básicos, que hacen a un plan de salud. Cómo se puede hablar de un servicio de salud si la población carece de agua potable, o de cloacas.
Por eso yo creo que – y me lo decía recién el Intendente – que él antes era un Intendente que en un momento dado lo único que podía hacer era repartir polenta o fideos para poder sustentar la crisis y hoy estamos aquí ampliando fábricas, generando puestos de trabajo a lo largo y a lo ancho del país. Me ha tocado estar en el NEA o en el NOA argentino inaugurando fábricas, o el otro día la línea de alta tensión también, o la línea Comahue Cuyo, hace pocos días, en Mendoza, donde está industrias Pescarmona, que es precisamente a quien provee esta fábrica. También dando energía a los grandes consumidores, a las grandes empresas para que puedan seguir produciendo y puedan seguir demandando más a sus otros proveedores, como en este caso. Esa es la rueda virtuosa de la economía, de las Pymes a las medianas; de las medianas a las grandes, y de las grandes a la grandeza de un país que genera trabajo y esperanza para 40 millones de argentinos. (APLAUSOS).
Hace unos instantes no más, antes de venir aquí a este maravilloso encuentro con los varelenses en una fábrica de ustedes, recibí al titular de una importantísima empresa, que tiene más de cien años en la Argentina. Lo puedo decir – Pirelli – porque lo van a decir dentro de un rato. Venía, el año pasado ya había anunciado la inversión de cien millones de dólares que ya está en ejecución en la planta que tenían aquí en la Argentina que - bueno es recordarlo - en el año 2003, la otra planta de Mataderos, estaba prácticamente a punto de ser cerrada. Hoy me vino a anunciar una inversión de 500 millones de dólares para producir y construir, en la Argentina, la fábrica de neumáticos radiales para camiones más importante para Latinoamérica, que va a generar 1.200 puestos de trabajo. (APLAUSOS). Pero lo que es más importante también va a generar exportaciones y va a hacer sustitución de importaciones, que sumando lo uno con lo otro nos van a dar un superávit de 400 millones de dólares. Esto también lo hacemos porque el Estado, a través de uno de sus instrumentos que hemos creado, los proyectos de financiamiento del Bicentenario va a financiar. Un peso que pongan ellos vamos a poner otro peso nosotros para ir construyendo esa fábrica, aquí en la provincia de Buenos Aires y generar además tecnología de punta. (APLAUSOS).
También luego recibí, a ver Martín dónde está lo que me tenés que dar. Miren, saben qué es esto: un Blackeberry, el primer Blackberry que se fabrica en la República Argentina, en Tierra del Fuego. (APLAUSOS). Y este es el nuevo modelo que se va a fabricar el año que viene.
Me acuerdo cuando adoptábamos instrumentos absolutamente legítimos para defender el trabajo y la producción nacional cómo nos criticaban. Pero nosotros necesitamos gente que invierta en al país, que no sea solamente un mero introductor de mercaderías y que también apuesten, porque un empresario debe apostar a que su país crezca y a producir y a invertir en su país para generar trabajo para todos los argentinos.
Hoy, somos una de las diez plantas que BlackBerry tiene en el mundo. Una inversión de más de 23 millones de dólares, más de 156 puestos de trabajo directos y la misma cantidad de indirectos.
Y estamos, entonces, a través de las políticas que hemos desarrollado, políticas activas precisamente, profundizando este proceso de industrialización, de agregar valor en nuestro país, de generar trabajo, de tecnología de punta.
¡Yo estoy tan orgullosa de lo que hemos hecho los argentinos! Porque esto no lo ha hecho solamente un gobierno; hemos sido acompañados también por un pueblo que, finalmente, ha comprendido que estábamos en el camino adecuado para poder crecer.
Muchas veces las cosas demandan más tiempo, muchas veces las cosas demandan tiempo de comprensión, de entender. Ha sido tanto, tanto lo que nos han metido en la cabeza que nada bueno podemos tener nosotros y que solamente lo bueno puede venir de afuera, que se tarda mucho en desmantelar ese poderoso andamiaje cultural, de subordinación cultural que aplastó el ánimo de los argentinos y las esperanzas durante décadas pensando que tal vez éramos lo peor del mundo.
Tampoco somos lo mejor, debemos ser ecuánimes y equilibrados; somos un pueblo de gente que se esfuerza y que cuando le dan las oportunidades las aprovecha para poder salir adelante.
Esto es lo que demanda la gente, oportunidades, y nosotros hemos construido un modelo económico, político, social y cultural que, precisamente, hace hincapié en dar oportunidades a los argentinos.
Yo estoy convencida de que también ha ayudado a esta comprensión de la sociedad, a lo que está pasando en el mundo. Durante estos más de ocho años que comenzaron ese 25 de mayo del 2003, se nos decía que era apenas un veranito, que todo se iba a caer y que todo se iba a desmoronar. Sin embargo, aquí está la Argentina, ordenada frente a una crisis global sin precedentes que se desató en el año 2008 y que parece no tener fin.
Creemos, sinceramente, que se deben adoptar otros instrumentos diferentes en otras latitudes, pero fundamentalmente, nuestra responsabilidad radica en ocuparnos de lo que nos ha dado la gente y que es el mandato popular para que la Argentina siga creciendo, generando trabajo, oportunidades, educación.
Yo quiero decirles a todos ustedes que me siento y siento sobre mis espaldas una gran responsabilidad. No es solamente la inmensa responsabilidad que le cabe a esta mujer por ser la Presidenta frente a los 40 millones de argentinos. También me siento con la responsabilidad de hacer honor a todo lo que él dio, a todo lo que él puso. Porque yo recuerdo y ustedes lo deben recordar también, que él cuando hablaba, siempre decía que él iba a poner siempre la otra mejilla, que cuando le pegaran en una mejilla había que poner la otra mejilla. Ustedes lo deben de haber escuchado a él en innumerables oportunidades repetir esa frase casi bíblica.
Pero a él como siempre, se le fue la mano: no solamente puso la otra mejilla, también puso la vida por esta Argentina a la que tanto quiso y amó.
Yo quiero decirles a todos ustedes que no me ha sido fácil, que no me es fácil, porque muchas veces uno siente la ausencia. Pero quiero decirles también que en cada uno de ustedes, que cuando me tocan o me miran o me dicen “fuerza Cristina” o me dicen “te quiero”, yo siento que él también está ahí junto a cada uno de ustedes para seguir adelante, porque sé que este fue su sueño como el de miles y miles de nosotros cuando éramos muy jóvenes.
Por eso, estar aquí, en Florencio Varela…Él quería mucho a Florencio Varela, ustedes lo saben, saben que lo quería mucho, siempre venía, siempre venía.
Quiero decirles que vamos a seguir trabajando con la misma fuerza, con la misma convicción…
No tengan dudas, él vive en esta fábrica, él vive en la Universidad Jauretche, él vive en el hospital del Cruce, él vive en las cloacas, él vive en el agua corriente, en el agua potable, en las viviendas, en cada uno de ustedes, en cada pibe, como cantan ustedes, que quiere la Asignación Universal, en cada jubilado, en cada argentino que ha aprendido que decir “patria” no nos debe dar vergüenza, que al contrario, nos debe dar orgullo.
Ese es el legado más importante, el compromiso con la patria y el amor al pueblo. Y de eso tengan la absoluta certeza que seré un custodia permanente hasta el último día de mi vida.
Gracias Florencio Varela, muchas gracias, muchas gracias a todos y a todas por el cariño, por el afecto, por el recuerdo. Sigan trabajando, sigan estudiando, sigamos adelante, el futuro nos espera a todos, pero también tenemos que saber construirlo entre todos.
Gracias Florencio Varela, los quiero mucho. (APLAUSOS)
Gracias, muchas gracias a todos y a todas; muy buenas tardes a todos y a todas en Florencio Varela; señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires; Intendente de Florencio Varela; amigos y amigas: cuánta energía por Dios, cuánta hormona que hay acá. Muchas gracias compañeros, si uno tuviera que simbolizar el cambio de época, yo recién lo charlaba con mis compañeros en la mesa y decía que cuando allá por el año 2002 ó principios del 2003 veníamos a hacer actos en Florencio Varela los veníamos a hacer en la calle o en algún club, ahora desde que se inicio un Gobierno como el de Néstor Kirchner, el 25 de mayo del año 2003, los actos los hacemos frente a los hospitales que inauguramos, frente a las universidades que abrimos, en las fábricas que se levantan. Este es el símbolo, me encanta estar aquí, junto a todos ustedes, en esta fábrica, que crea las bases y los implementos para molinos de viento.
Yo escuchaba recién a su dueño contar las peripecias de él y de tantos otros empresarios argentinos, cuando el país se venía abajo, y cuando contaba que me había escuchado, hace algunos días, en la Patagonia, cuando estaba inaugurando un Parque Eólico y que quería que los molinos fueran construidos en el país, y quiero decirles a todos los argentinos que él me llamó para mostrarme que esto que estamos viendo aquí atrás son precisamente las bases de los molinos que se construyen, aquí en Florencio Varela. (APLAUSOS). Tienen que estar orgullosos varelenses de haber dejado de ser una ciudad dormitorio para ser una ciudad de trabajadores y de estudiantes universitarios, de gente que no tiene que recorrer kilómetros para ir a un hospital. Este es el perfil del cambio en la Argentina la educación, el trabajo, pero también decía el empresario que esta industria de punta, que es la industria de generar molinos para que el viento pueda darnos energías no renovables y no contaminantes lo podemos hacer en la Patagonia, pero saben qué hasta el año 2003 esto no se podía hacer porque en la Patagonia donde sopla el viento no estaba conectada con el país; no había línea de 500 kilowats que transportara la energía de estos molinos que ustedes fabrican aquí.
Vino Néstor Kirchner y lanzó el plan de infraestructura más importante del que se tenga memoria y conectamos a la Patagonia; primero de Choele-Choel a Puerto Madryn, y hoy de Puerto Madryn a Pico Truncado y estamos llegando a la punta del continente, a Río Gallegos para que todo el país esté interconectado. Claro si no lo hubiéramos hecho esta nueva división de esta fábrica, que originalmente era de grúas no tendría razón de ser porque no habría molinos que fabricar porque el viento no podría transportarse porque hubiera faltado esa obra fundamental.
Y la verdad que yo me siento tan orgullosa porque todas las veces, que en estos años felices, he vuelto aquí a Florencio Varela ha sido para inaugurar una fábrica, o un parque industrial, o agua potable, o cloacas, o pavimentos, o hospitales, o universidades o escuelas. Miren cómo nos hemos cambiado los argentinos, cómo estamos cambiando la vida de millones de argentinos, que carecían o de trabajo o de los servicios básicos, que hacen a un plan de salud. Cómo se puede hablar de un servicio de salud si la población carece de agua potable, o de cloacas.
Por eso yo creo que – y me lo decía recién el Intendente – que él antes era un Intendente que en un momento dado lo único que podía hacer era repartir polenta o fideos para poder sustentar la crisis y hoy estamos aquí ampliando fábricas, generando puestos de trabajo a lo largo y a lo ancho del país. Me ha tocado estar en el NEA o en el NOA argentino inaugurando fábricas, o el otro día la línea de alta tensión también, o la línea Comahue Cuyo, hace pocos días, en Mendoza, donde está industrias Pescarmona, que es precisamente a quien provee esta fábrica. También dando energía a los grandes consumidores, a las grandes empresas para que puedan seguir produciendo y puedan seguir demandando más a sus otros proveedores, como en este caso. Esa es la rueda virtuosa de la economía, de las Pymes a las medianas; de las medianas a las grandes, y de las grandes a la grandeza de un país que genera trabajo y esperanza para 40 millones de argentinos. (APLAUSOS).
Hace unos instantes no más, antes de venir aquí a este maravilloso encuentro con los varelenses en una fábrica de ustedes, recibí al titular de una importantísima empresa, que tiene más de cien años en la Argentina. Lo puedo decir – Pirelli – porque lo van a decir dentro de un rato. Venía, el año pasado ya había anunciado la inversión de cien millones de dólares que ya está en ejecución en la planta que tenían aquí en la Argentina que - bueno es recordarlo - en el año 2003, la otra planta de Mataderos, estaba prácticamente a punto de ser cerrada. Hoy me vino a anunciar una inversión de 500 millones de dólares para producir y construir, en la Argentina, la fábrica de neumáticos radiales para camiones más importante para Latinoamérica, que va a generar 1.200 puestos de trabajo. (APLAUSOS). Pero lo que es más importante también va a generar exportaciones y va a hacer sustitución de importaciones, que sumando lo uno con lo otro nos van a dar un superávit de 400 millones de dólares. Esto también lo hacemos porque el Estado, a través de uno de sus instrumentos que hemos creado, los proyectos de financiamiento del Bicentenario va a financiar. Un peso que pongan ellos vamos a poner otro peso nosotros para ir construyendo esa fábrica, aquí en la provincia de Buenos Aires y generar además tecnología de punta. (APLAUSOS).
También luego recibí, a ver Martín dónde está lo que me tenés que dar. Miren, saben qué es esto: un Blackeberry, el primer Blackberry que se fabrica en la República Argentina, en Tierra del Fuego. (APLAUSOS). Y este es el nuevo modelo que se va a fabricar el año que viene.
Me acuerdo cuando adoptábamos instrumentos absolutamente legítimos para defender el trabajo y la producción nacional cómo nos criticaban. Pero nosotros necesitamos gente que invierta en al país, que no sea solamente un mero introductor de mercaderías y que también apuesten, porque un empresario debe apostar a que su país crezca y a producir y a invertir en su país para generar trabajo para todos los argentinos.
Hoy, somos una de las diez plantas que BlackBerry tiene en el mundo. Una inversión de más de 23 millones de dólares, más de 156 puestos de trabajo directos y la misma cantidad de indirectos.
Y estamos, entonces, a través de las políticas que hemos desarrollado, políticas activas precisamente, profundizando este proceso de industrialización, de agregar valor en nuestro país, de generar trabajo, de tecnología de punta.
¡Yo estoy tan orgullosa de lo que hemos hecho los argentinos! Porque esto no lo ha hecho solamente un gobierno; hemos sido acompañados también por un pueblo que, finalmente, ha comprendido que estábamos en el camino adecuado para poder crecer.
Muchas veces las cosas demandan más tiempo, muchas veces las cosas demandan tiempo de comprensión, de entender. Ha sido tanto, tanto lo que nos han metido en la cabeza que nada bueno podemos tener nosotros y que solamente lo bueno puede venir de afuera, que se tarda mucho en desmantelar ese poderoso andamiaje cultural, de subordinación cultural que aplastó el ánimo de los argentinos y las esperanzas durante décadas pensando que tal vez éramos lo peor del mundo.
Tampoco somos lo mejor, debemos ser ecuánimes y equilibrados; somos un pueblo de gente que se esfuerza y que cuando le dan las oportunidades las aprovecha para poder salir adelante.
Esto es lo que demanda la gente, oportunidades, y nosotros hemos construido un modelo económico, político, social y cultural que, precisamente, hace hincapié en dar oportunidades a los argentinos.
Yo estoy convencida de que también ha ayudado a esta comprensión de la sociedad, a lo que está pasando en el mundo. Durante estos más de ocho años que comenzaron ese 25 de mayo del 2003, se nos decía que era apenas un veranito, que todo se iba a caer y que todo se iba a desmoronar. Sin embargo, aquí está la Argentina, ordenada frente a una crisis global sin precedentes que se desató en el año 2008 y que parece no tener fin.
Creemos, sinceramente, que se deben adoptar otros instrumentos diferentes en otras latitudes, pero fundamentalmente, nuestra responsabilidad radica en ocuparnos de lo que nos ha dado la gente y que es el mandato popular para que la Argentina siga creciendo, generando trabajo, oportunidades, educación.
Yo quiero decirles a todos ustedes que me siento y siento sobre mis espaldas una gran responsabilidad. No es solamente la inmensa responsabilidad que le cabe a esta mujer por ser la Presidenta frente a los 40 millones de argentinos. También me siento con la responsabilidad de hacer honor a todo lo que él dio, a todo lo que él puso. Porque yo recuerdo y ustedes lo deben recordar también, que él cuando hablaba, siempre decía que él iba a poner siempre la otra mejilla, que cuando le pegaran en una mejilla había que poner la otra mejilla. Ustedes lo deben de haber escuchado a él en innumerables oportunidades repetir esa frase casi bíblica.
Pero a él como siempre, se le fue la mano: no solamente puso la otra mejilla, también puso la vida por esta Argentina a la que tanto quiso y amó.
Yo quiero decirles a todos ustedes que no me ha sido fácil, que no me es fácil, porque muchas veces uno siente la ausencia. Pero quiero decirles también que en cada uno de ustedes, que cuando me tocan o me miran o me dicen “fuerza Cristina” o me dicen “te quiero”, yo siento que él también está ahí junto a cada uno de ustedes para seguir adelante, porque sé que este fue su sueño como el de miles y miles de nosotros cuando éramos muy jóvenes.
Por eso, estar aquí, en Florencio Varela…Él quería mucho a Florencio Varela, ustedes lo saben, saben que lo quería mucho, siempre venía, siempre venía.
Quiero decirles que vamos a seguir trabajando con la misma fuerza, con la misma convicción…
No tengan dudas, él vive en esta fábrica, él vive en la Universidad Jauretche, él vive en el hospital del Cruce, él vive en las cloacas, él vive en el agua corriente, en el agua potable, en las viviendas, en cada uno de ustedes, en cada pibe, como cantan ustedes, que quiere la Asignación Universal, en cada jubilado, en cada argentino que ha aprendido que decir “patria” no nos debe dar vergüenza, que al contrario, nos debe dar orgullo.
Ese es el legado más importante, el compromiso con la patria y el amor al pueblo. Y de eso tengan la absoluta certeza que seré un custodia permanente hasta el último día de mi vida.
Gracias Florencio Varela, muchas gracias, muchas gracias a todos y a todas por el cariño, por el afecto, por el recuerdo. Sigan trabajando, sigan estudiando, sigamos adelante, el futuro nos espera a todos, pero también tenemos que saber construirlo entre todos.
Gracias Florencio Varela, los quiero mucho. (APLAUSOS)
