por GABY Miér Dic 28, 2011 10:47 pmPALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ, EN EL ACTO DE CLAUSURA DE LA VI CUMBRE UNIÓN EUROPEA, LATINOAMÉRICA Y EL CARIBE
Señor presidente del Gobierno de España: en primer término quiero agradecerle a usted, a su Canciller, a su vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y a todos sus colaboradores por la hospitalidad y la espléndida organización de esta Cumbre. Nobleza obliga.
Creo que durante muchas horas -no esperen en estos momentos un discurso demasiado largo, quédense tranquilos- hemos debatido lo que muchos planteamos al momento de apertura de este encuentro.
La verdad que si tuviera que elegir los dos momentos más importantes donde se debatieron las distintas posturas y visiones, fueron tal vez precisamente durante el transcurso del capítulo dedicado a analizar la situación y la crisis financiera internacional y luego también, durante el almuerzo y posteriormente, la cuestión de cambio climático, pero me parece que el nivel de las intervenciones y el debate que se desarrolló durante al discusión de la situación internacional económica fue uno de los más importantes por la diversidad y también por la introducción de nuevas cuestiones que seguramente van a ser desarrolladas y explicitadas, no tengo duda, durante otras cumbres y otros encuentros, tal vez durante la reunión que tengamos en Toronto, Canadá, los países que integramos el Grupo G20.
Creo que una de las conclusiones más importantes ha sido la reafirmación del multilateralismo como el método adecuado para poder abordar todos los problemas que podemos tener no solamente en el aspecto económico, no solamente en el aspecto financiero, no solamente en la cuestión climática, sino esencialmente también en el orden político, porque en definitiva si uno termina hurgando en cada uno de los problemas seguramente vamos a llegar a una raíz de carácter político que reconoce seguramente en la pérdida de un ejercicio real y concreto del multilateralismo y la adopción, durante mucho tiempo, de pensamientos únicos y recetas únicas aplicables a todo el mundo por igual, cualquiera sea el tamaño de su economía, cualquiera sea el desarrollo de su sociedad, tal vez algunas de las causas, porque en definitiva nunca hay una sola causa pero sí hay un montón de causales que finalmente eclosionan y terminan en situaciones como la que estamos viviendo.
Por eso creo que son importantes las cumbres en la medida en que pudimos discutir, más allá de que hubo intentos de términos de tiempos, pero la verdad que debo agradecer a la autoridades de la Unión Europea que son bastante más flexibles en los tiempos de exposición de ideas que en otros ámbitos, lo cual ayuda también a sentirse más partícipe en la construcción de los debates y de las conclusiones a las cuales podemos arribar.
Otra de las conclusiones creo que fue también la necesidad de desarrollar nuevos instrumentos de gobernanza global o de gobierno global, porque claro está creo que allí hubo unanimidad en el sentido de aceptar y comprender que el diseño de los organismos multilaterales, todos ellos, data de la posguerra además. Desde desde Bretton Woods, que fue también en la posguerra, hasta Naciones Unidas, que fue la Carta de San Francisco, un mundo que hoy ya no existe. Algunos dicen que el mundo está cambiando, yo digo que ya cambió y cambió muy fuerte y el problema que tenemos es que las instituciones globales que fueron pensadas para un mundo en el cual el temor era el holocausto nuclear, era un mundo bipolar, como quedó luego de la segunda guerra mundial, fueron funcionales a ese mundo pero hoy no dan acabada y debida cuenta de este nuevo mundo multipolar donde ya no solamente hay conflictos ideológicos en los términos de lo que podemos conocer como la Ilustración o como el Racionalismo del siglo XIX y XX, han dado lugar a otro tipo de conflictos más profundos, más insolubles, que acompañan también profundamente las transformaciones económicas y sociales que se han producido en esta última mitad del siglo XX y en lo que va del XXI, más aceleradas que tal vez en ningún otro momento de la historia.
Cuando cayó el Muro de Berlín parecía que toda idea diferente ya no podía ser discutida, se llegó a anunciar inclusive el fin de la historia; no, la historia nunca acaba, siempre sigue y siempre se transforma. Si uno pudiera observar la historia de la humanidad debería advertir la soberbia tal vez intelectual en algún tipo de afirmación, muchas veces la falta de humildad que tenemos como hombres y mujeres, como condición humana, de poder querer sintetizar en una sola frase, una sola idea, la idea de infinito y de que siempre va a ser así. Está comprobado que nada es infinito, que solamente fenómenos naturales como la muerte tal vez son infinitos, pero lo demás siempre se transforma y exige cabezas muy abiertas.
Por eso y para terminar quiero agradecer a todos los hombres y mujeres que con responsabilidades institucionales construyen y constituyen fundamentalmente la región de América Latina y el Caribe, una región que emerge con mucha fuerza y en la cual tenemos que centrar no solamente esperanzas sino políticas concretas. De hecho -lo vuelvo a reafirmar- hemos tenido, sobre todo en la América del Sur, un comportamiento frente a esta crisis global mucho mejor de lo que tal vez se esperaba de procesos políticos que muchas veces no son entendidos porque tal vez no responden a las categorías de pensamiento oficiales, o por lo menos las que hasta ahora son oficiales.
Por eso quiero agradecer a todos ustedes, tenemos grandes esperanzas en esta iniciación de negociaciones nuevamente entre la Unión Europea y el MERCOSUR. Van a ser negociaciones difíciles pero estoy segura que si entendemos en serio que el mundo ha cambiado y no solamente lo decimos como un recurso discursivo vamos a poder dar buena cuenta de esas negociaciones y llegar a un buen resultado. ¿Qué es un buen resultado? Que ambas partes sientan que ganan haciendo ese acuerdo, esa es la manera en que cada acuerdo debería formalizarse, si no se hace muy difícil.
Y quiero transmitirle a quien va a ser el próximo organizador o anfitrión del evento, el reciente presidente de la hermana República de Chile, Sebastián Piñera, mi solidaridad una vez más con él por el infortunio que sufrió su pueblo, acudimos presurosamente y con todos nuestros recursos en su ayuda. Realmente tenemos mucha confianza y van a conocer ese maravilloso país que es Chile, para los que no lo conocen, le deseamos a él mucha suerte y siempre va a contar con nosotros.
Muchas gracias y muy buenas tardes a todos y a todas.
Señor presidente del Gobierno de España: en primer término quiero agradecerle a usted, a su Canciller, a su vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y a todos sus colaboradores por la hospitalidad y la espléndida organización de esta Cumbre. Nobleza obliga.
Creo que durante muchas horas -no esperen en estos momentos un discurso demasiado largo, quédense tranquilos- hemos debatido lo que muchos planteamos al momento de apertura de este encuentro.
La verdad que si tuviera que elegir los dos momentos más importantes donde se debatieron las distintas posturas y visiones, fueron tal vez precisamente durante el transcurso del capítulo dedicado a analizar la situación y la crisis financiera internacional y luego también, durante el almuerzo y posteriormente, la cuestión de cambio climático, pero me parece que el nivel de las intervenciones y el debate que se desarrolló durante al discusión de la situación internacional económica fue uno de los más importantes por la diversidad y también por la introducción de nuevas cuestiones que seguramente van a ser desarrolladas y explicitadas, no tengo duda, durante otras cumbres y otros encuentros, tal vez durante la reunión que tengamos en Toronto, Canadá, los países que integramos el Grupo G20.
Creo que una de las conclusiones más importantes ha sido la reafirmación del multilateralismo como el método adecuado para poder abordar todos los problemas que podemos tener no solamente en el aspecto económico, no solamente en el aspecto financiero, no solamente en la cuestión climática, sino esencialmente también en el orden político, porque en definitiva si uno termina hurgando en cada uno de los problemas seguramente vamos a llegar a una raíz de carácter político que reconoce seguramente en la pérdida de un ejercicio real y concreto del multilateralismo y la adopción, durante mucho tiempo, de pensamientos únicos y recetas únicas aplicables a todo el mundo por igual, cualquiera sea el tamaño de su economía, cualquiera sea el desarrollo de su sociedad, tal vez algunas de las causas, porque en definitiva nunca hay una sola causa pero sí hay un montón de causales que finalmente eclosionan y terminan en situaciones como la que estamos viviendo.
Por eso creo que son importantes las cumbres en la medida en que pudimos discutir, más allá de que hubo intentos de términos de tiempos, pero la verdad que debo agradecer a la autoridades de la Unión Europea que son bastante más flexibles en los tiempos de exposición de ideas que en otros ámbitos, lo cual ayuda también a sentirse más partícipe en la construcción de los debates y de las conclusiones a las cuales podemos arribar.
Otra de las conclusiones creo que fue también la necesidad de desarrollar nuevos instrumentos de gobernanza global o de gobierno global, porque claro está creo que allí hubo unanimidad en el sentido de aceptar y comprender que el diseño de los organismos multilaterales, todos ellos, data de la posguerra además. Desde desde Bretton Woods, que fue también en la posguerra, hasta Naciones Unidas, que fue la Carta de San Francisco, un mundo que hoy ya no existe. Algunos dicen que el mundo está cambiando, yo digo que ya cambió y cambió muy fuerte y el problema que tenemos es que las instituciones globales que fueron pensadas para un mundo en el cual el temor era el holocausto nuclear, era un mundo bipolar, como quedó luego de la segunda guerra mundial, fueron funcionales a ese mundo pero hoy no dan acabada y debida cuenta de este nuevo mundo multipolar donde ya no solamente hay conflictos ideológicos en los términos de lo que podemos conocer como la Ilustración o como el Racionalismo del siglo XIX y XX, han dado lugar a otro tipo de conflictos más profundos, más insolubles, que acompañan también profundamente las transformaciones económicas y sociales que se han producido en esta última mitad del siglo XX y en lo que va del XXI, más aceleradas que tal vez en ningún otro momento de la historia.
Cuando cayó el Muro de Berlín parecía que toda idea diferente ya no podía ser discutida, se llegó a anunciar inclusive el fin de la historia; no, la historia nunca acaba, siempre sigue y siempre se transforma. Si uno pudiera observar la historia de la humanidad debería advertir la soberbia tal vez intelectual en algún tipo de afirmación, muchas veces la falta de humildad que tenemos como hombres y mujeres, como condición humana, de poder querer sintetizar en una sola frase, una sola idea, la idea de infinito y de que siempre va a ser así. Está comprobado que nada es infinito, que solamente fenómenos naturales como la muerte tal vez son infinitos, pero lo demás siempre se transforma y exige cabezas muy abiertas.
Por eso y para terminar quiero agradecer a todos los hombres y mujeres que con responsabilidades institucionales construyen y constituyen fundamentalmente la región de América Latina y el Caribe, una región que emerge con mucha fuerza y en la cual tenemos que centrar no solamente esperanzas sino políticas concretas. De hecho -lo vuelvo a reafirmar- hemos tenido, sobre todo en la América del Sur, un comportamiento frente a esta crisis global mucho mejor de lo que tal vez se esperaba de procesos políticos que muchas veces no son entendidos porque tal vez no responden a las categorías de pensamiento oficiales, o por lo menos las que hasta ahora son oficiales.
Por eso quiero agradecer a todos ustedes, tenemos grandes esperanzas en esta iniciación de negociaciones nuevamente entre la Unión Europea y el MERCOSUR. Van a ser negociaciones difíciles pero estoy segura que si entendemos en serio que el mundo ha cambiado y no solamente lo decimos como un recurso discursivo vamos a poder dar buena cuenta de esas negociaciones y llegar a un buen resultado. ¿Qué es un buen resultado? Que ambas partes sientan que ganan haciendo ese acuerdo, esa es la manera en que cada acuerdo debería formalizarse, si no se hace muy difícil.
Y quiero transmitirle a quien va a ser el próximo organizador o anfitrión del evento, el reciente presidente de la hermana República de Chile, Sebastián Piñera, mi solidaridad una vez más con él por el infortunio que sufrió su pueblo, acudimos presurosamente y con todos nuestros recursos en su ayuda. Realmente tenemos mucha confianza y van a conocer ese maravilloso país que es Chile, para los que no lo conocen, le deseamos a él mucha suerte y siempre va a contar con nosotros.
Muchas gracias y muy buenas tardes a todos y a todas.
