El legislador porteño Helio Rebot (PRO) presentó un proyecto para permitir la venta de medicamentos de venta libre en kioscos, supermercados y autoservicios y desató una fuerte polémica en la Ciudad.
El proyecto de Rebot plantea que es necesario garantizar la accesibilidad, la venta y despacho de especialidades medicinales denominadas de venta libre cuya acción terapéutica sea analgésica, antiinflamatoria, antipirética o que actúen sobre el aparato digestivo en kioscos, maxikioscos y supermercados o autoservicios.
“Lo que nosotros decimos no es que pueda venderse en cualquier kiosco sino en negocios que tengan habilitación para manejo de cadenas de frío y tienen un poco más de infraestructura. Los medicamentos tienen que estar en un lugar separado del resto, alejado del sol y no al lado de los caramelos o golosinas”, planteó Rebot a la hora de explicar su proyecto.
“El uso adecuado de medicamentos libres previene otro tipo de patologías. Defendemos la desregulación en materia de venta libre porque es lo que mejor respuestas da a la gente humilde”, agregó.
Para Carlos Jañez, presidente de la Confederación Médica de la República Argentina, la situación es diametralmente opuesta. “Ningún medicamento es inocuo ni debe ser vendido exclusivamente a elección del paciente sin que haya un contralor por parte de un profesional autorizado. Los únicos profesionales autorizados somos los médicos, que tenemos la capacidad e instrucción necesarias para decir qué medicamentos pueden tomar las personas ante determinadas patologías” sostuvo el especialista.
El representante de los médicos indicó que “en Estados Unidos más de un 40% de patologías que se producen por medicación mal instaurada” y alertó sobre el peligro que representa la avidez de la industria farmacéutica por ganar más y más dinero.
Rebot remarcó que su interés es que los remedios sean accesibles y baratos para la población.
http://www.minutoneuquen.com
El proyecto de Rebot plantea que es necesario garantizar la accesibilidad, la venta y despacho de especialidades medicinales denominadas de venta libre cuya acción terapéutica sea analgésica, antiinflamatoria, antipirética o que actúen sobre el aparato digestivo en kioscos, maxikioscos y supermercados o autoservicios.
“Lo que nosotros decimos no es que pueda venderse en cualquier kiosco sino en negocios que tengan habilitación para manejo de cadenas de frío y tienen un poco más de infraestructura. Los medicamentos tienen que estar en un lugar separado del resto, alejado del sol y no al lado de los caramelos o golosinas”, planteó Rebot a la hora de explicar su proyecto.
“El uso adecuado de medicamentos libres previene otro tipo de patologías. Defendemos la desregulación en materia de venta libre porque es lo que mejor respuestas da a la gente humilde”, agregó.
Para Carlos Jañez, presidente de la Confederación Médica de la República Argentina, la situación es diametralmente opuesta. “Ningún medicamento es inocuo ni debe ser vendido exclusivamente a elección del paciente sin que haya un contralor por parte de un profesional autorizado. Los únicos profesionales autorizados somos los médicos, que tenemos la capacidad e instrucción necesarias para decir qué medicamentos pueden tomar las personas ante determinadas patologías” sostuvo el especialista.
El representante de los médicos indicó que “en Estados Unidos más de un 40% de patologías que se producen por medicación mal instaurada” y alertó sobre el peligro que representa la avidez de la industria farmacéutica por ganar más y más dinero.
Rebot remarcó que su interés es que los remedios sean accesibles y baratos para la población.
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