DISCURSO DE LA PRESIDENTA CRISTINA FERNANDEZ DE KIRCHER EN LA APERTURA DEL 130° PERIODO ORDINARIO DE SESIONES DEL CONGRESO NACIONAL
Muchas gracias, muy buenos días a todos y a todas. Honorable Asamblea Legislativa; señores dirigentes sindicales y de otros partidos políticos que nos acompañan; Madres y Abuelas de Plaza de Mayo; señor juez Baltasar Garzón, que hoy nos honra con su presencia (aplausos): como todos estos últimos años en cumplimiento del artículo 99 de nuestra Constitución, inciso 8°, vengo no solamente a presidir la apertura de las sesiones, en la Asamblea Legislativa de este Parlamento año 2012, sino también a ofrecer, conforme obliga la Constitución Nacional, el estado de situación de la Nación Argentina.
La Nación Argentina sigue protagonizando desde el año 2003 uno de los más vigorosos crecimientos económicos con inclusión social que se tenga memoria, no ya solamente en nuestra propia historia sino también en el marco de una situación internacional donde de acuerdo a fuentes tales como el Fondo Monetario Internacional –en el que yo sé que algunos de ustedes confían más que en nuestras propias estadísticas, hay que darle a todo el mundo la tranquilidad de que estamos diciendo las cosas – se ubica a la Argentina, luego de India y China, en el tercer lugar en cuanto a crecimiento económico durante el último año 2011. (Aplausos)
Si nosotros pudiéramos comparar en un gráfico los crecimientos en el período 1970 a 1976, 1982 a 1988 y 1994 a 2000 y del 2006 al 2011, como promedio de crecimiento estaríamos, en el primero de los períodos, 1970 al 76, en un promedio de crecimiento del 3 por ciento; luego del 82 al 88 la Argentina fue para abajo, no sólo no creció sino que decreció, el promedio de la caída del Producto Bruto, del crecimiento económico de la Argentina, fue para esa década el 0,7. Luego, del año 1990 hasta el año 1998 el promedio de crecimiento fue del 4,1, pero con un crecimiento muy particular, porque al mismo tiempo que había crecimiento de la actividad económica avanzaba el proceso de desindustrialización del país, que había comenzado a desarrollarse en 1976 y tuvo su epicentro en la crisis que nos tocó vivir en el año 2001. El promedio de crecimiento de estos años ha sido del 7,8, lo que nos coloca, en cuanto a toda América Latina, en el proceso de expansión y crecimiento económico más importante de toda la región. (Aplausos)
El crecimiento del Producto Bruto medido en términos de paridad de poder adquisitivo, esto es una medida utilizada por el Fondo Monetario para comparar el poder de compra de un dólar en cada país considerando el tipo de cambio y los precios internos: en el año 2003 esa paridad de poder adquisitivo era de 8.797 dólares per cápita; hoy es de 17.376 dólares. (Aplausos) Como les decía, el PBI argentino fue el que más creció después de China y de India, tanto en la evolución del PBI como en la paridad adquisitiva que recién les estaba contando.
También sobre base elaborada por el Fondo Monetario Internacional, el PBI en paridad de poder adquisitivo fue de los primeros 25 puestos en todo el ranking mundial. Esto no fue viento de cola como algunos quieren afirmar, porque si bien los términos de intercambio han mejorado sustancialmente en los países emergentes y también en los países de la región, lo cierto es que por ejemplo Venezuela, Chile, Bolivia, Perú y Colombia tuvieron una magnitud de aumento que cuadruplicaron sus términos de intercambio mientras que la Argentina solamente lo duplicó en el 42 por ciento. Para que tengan una idea, la variación acumulada en los términos de intercambio fue para Venezuela en un 195, para Chile en un 119, para Bolivia en un 82, para Perú 61, Colombia 54, la Argentina 42, Brasil 38 y el promedio de la región 37. Ustedes dirán por qué, es muy simple, porque se cuadruplicaron los precios de commodities de minerales y petróleo que producen estos países y nuestros commodities solamente se duplicaron, con lo cual el crecimiento de la Argentina no se explica únicamente a través de condiciones macroeconómicas en las economías emergentes sino a partir de un modelo de desarrollo que ha hecho del mercado interno, del consumo popular y la distribución del ingreso sus banderas principales, que nos han permitido crecer en la forma que lo hemos hecho. (Aplausos)
Tampoco es por los capitales que ingresan. Ustedes saben que Argentina tiene a partir del año 2005 una legislación muy clara que impide la especulación financiera con capitales que ingresan y salen con absoluta volatilidad, generando una inestabilidad financiera y saltos monetarios, saltos en las paridades cambiarias que nosotros no hemos tenido merced al sistema (por Mercedes también) de flotación administrada que venimos desarrollando exitosamente también para mantener la estabilidad monetaria, pero al mismo tiempo darle un valor a nuestra moneda de moco que sea absolutamente competitivo en relación al dólar seguir exportando.
Pero lo que es importante recalcar es que si bien hemos crecido exponencialmente en nuestras exportaciones, esto es muy importante y vamos a seguir con una política muy agresiva en ese sentido, quiero decirles que el crecimiento económico del PIB desde el tercer trimestre del 2003 al tercer trimestre del 2011 alcanza el 91.9, y quiero desagregarlo para entender qué es lo que digo cuando hablo de mercado interno. De esos 91.9, 60.2 por ciento son de consumo privado; 35.6 inversión; consumo público, es decir inversión pública, 10 por ciento, y exportaciones netas, pese a haber superado los 80.000 millones de exportación, batiendo récords, para ser más exactos 84.000 millones de dólares de exportaciones, aún comparado con el resto de los componentes tenemos un 12,8 por ciento negativo respecto de aporte al crecimiento. ¿Se entiende? Necesitaríamos aún exportar mucho más para igualar a la fortaleza del mercado interno y del consumo popular la posibilidad de tener aún más crecimiento. Esto es muy importante porque nos obliga a seguir manteniendo, profundizando y transformando las políticas que sostengan la demanda agregada, en términos criollos sostener que la gente pueda tener poder adquisitivo, sobre todo los sectores de mayor vulnerabilidad que al no tener capacidad de ahorro, que al no poder viajar al exterior y al no poder comprar dólares son los que consumen hasta el último peso que les ingresa. (Aplausos) Esta es una de las claves también de este crecimiento, porque durante estos años, además del absoluto incremento por parte de los sectores registrados de la economía, de los trabajadores asalariados, que hoy superan los 7 millones y medio de trabajadores registrados -tenemos todavía un 34,6 que no está registrado, pero que obviamente tiene un ingreso- debemos tener en claro que ha sido por ejemplo la Asignación Universal por Hijo uno de los elementos más importantes junto al incremento salarial y junto al incremento de pensiones y jubilaciones. (Aplausos) Para que tengan una idea, en materia de Asignación Universal por hijo y en materia de jubilaciones y pensiones no contributivas, la Anses y su inversión representan el 10 por ciento del Producto Bruto Interno argentino. Inversión social, que como toda inversión social finalmente tiene un fuerte impacto en la economía y en el crecimiento de la actividad.
Las mejores condiciones laborales, como decía. También del lado de la oferta la industria fue el sector que más creció, y esto también es muy importante frente a una Argentina que en algunos años o en algunos siglos era solamente productora de materias primas, esta Argentina que hoy tengo el orgullo de presidir ha hecho un proceso de reindustrialización que ha colocado a las manufacturas de origen industrial en la porción más importante de las exportaciones, superando las de manufactura de origen agropecuario, superando a los productos primarios y superando por supuesto a combustibles y energía, de los cuales hablaremos más tarde seguramente. El efecto directo de la industria ha sido 25 puntos porcentuales en el crecimiento desde el 2003 al 2010, efecto directo del 12,3 e indirecto del 12,4. La construcción el 7 por ciento, hemos batido récords en materia de construcción, de producción de cemento, de producción de ladrillos y por supuesto también de asalariados. De unos 80.000 cotizantes en la UOCRA en el año 2003 hoy estamos en el medio millón de cotizantes, de trabajadores de la construcción que aportan 7 por ciento a ese crecimiento. El sector agropecuario 3,7 por ciento, un efecto directo del 2,4 e indirecto del 1,2. Esto es obviamente porque la industria con el valor agregado genera al mismo tiempo, pese a que si uno ve la cantidad de trabajadores de servicios productivos siempre es menor que la de servicios, pero si no hay trabajadores de industria y si no hay industria finalmente los servicios terminan cayendo porque no hay nada que transportar. Hay mucho camión, hay mucho transporte porque hay cosas que transportar, pero cosas que se construyen en Argentina, porque si las cosas se construyeran afuera y vinieran al puerto únicamente, tampoco tendríamos mucho que transportar y tampoco tendríamos mucho poder adquisitivo por parte de nuestro pueblo para poder comprarlo. Esto es claro señores. (Aplausos)
Y quiero en este punto dar una estadística elaborada por el propio G-20 en cuanto a la evolución de las importaciones de los países que lo integramos. De los países que integramos el G-20 el país que más hizo crecer sus importaciones entre el 2010 y el 2011 fue la India, que superó el 60 por ciento de aumento; pero el segundo país que más creció en importaciones entre el 2010 y el 2011 fue la Argentina, con más del 30 por ciento de crecimiento. (Aplausos) El resto de los países del G-20, nuestro socio Brasil un 25 por ciento aproximadamente, y la mayoría de los países proteccionistas, los países que son adalides del libre mercado de sus fronteras para afuera pero adentro son muy proteccionistas, ninguno superó los dos dígitos, solamente un 17 ó 18 por ciento de aumento de sus importaciones. Esta es una cuestión que seguramente abordaremos en la próxima reunión del G-20 que tengamos en México en junio. Esto para desmitificar y fundamentalmente para responderles a las voces acerca de que defender la industria nacional, establecer una administración del comercio exterior, es poco menos que un sacrilegio, aquí están los números, somos uno de los países que más hemos importado frente a los que nos dicen que ponemos barreras proteccionistas que ellos vienen sosteniendo desde hace siglos a rajatabla en sus propias economías. (Aplausos)
La industria además registró un crecimiento muy virtuoso, porque había un paradigma en los 90, el paradigma del Consenso de Washington, del neoliberalismo. El paradigma era que cuando nosotros veíamos productividad por obrero ocupado, índice de volumen físico de producción, el índice de obreros ocupados para que hubiera mayor productividad tenía que ser menor. En lo que hace al año 1991-1998 la productividad por obrero fue del 83.8, el índice de volumen físico de producción fue del 45.2 y el índice de obreros ocupados menos 21 por ciento. Esto tiene que ver con lo que decía anteriormente, de que no cualquier crecimiento de la actividad económica genera bienestar, crecimiento e inclusión social.
Veamos ahora 2004 - 2011: la productividad por obrero ocupado es del 46.1 por ciento, el índice de volumen físico de producción es del 104 por ciento, quiere decir que aumentó fundamentalmente la inversión en toda la matriz de la industria y el índice de obreros ocupados el 34,6. Esto marca claramente el valor de la industria y de la generación de valor agregado en la generación del empleo, en el crecimiento de la actividad económica, que luego veremos reflejados en otros números.
La industria creció además de una manera diversificada, siendo los sectores no tradicionales y con elevado contenido tecnológico los que exhibieron mayor aumento. Hubo instrumentos desde el Estado, hubo política activas del Estado para agregar valor y fundamentalmente leyes tales como la Ley del Software, el impulso que desde Ciencia y Tecnología hemos realizado, las industrias que se han radicado en Tierra del Fuego sustituyendo importaciones en este período por 10.000 millones de dólares, generando trabajo por más de 6.300, lo que significa en definitiva que no solamente hemos dejado de importar sino que además hemos conseguido que más argentinos tengan trabajo, a punto tal que hemos logrado perforar el índice de desocupación, que había tenido la marca más baja en el 7.2, al 6.7 en el último trimestre del año 2011. (Aplausos)
Las manufacturas que más crecieron. Hay manufacturas que podemos denominar de alta tecnología, de tecnología media, basadas en recursos naturales y de baja tecnología, las manufacturas que más han crecido son precisamente las de alta tecnología: maquinarias y aparatos electrónicos, aparatos de radio, TV, comunicación y fabricación de instrumentos médicos. Manufacturas de tecnología media: sustancias y productos químicos, industrias metálicas básicas, productos de metal, maquinaria y equipo, automotores y equipos de transporte. Manufacturas de baja tecnología: textiles, confección, calzado y cueros. Y por supuesto manufacturas basadas en recursos naturales como alimentos.
Pero las que más han crecido son la de alta calificación, destacándose entre ellas las de carácter informático, donde tenemos dos tipos de servicios: de producción de bienes y de servicios a partir del desarrollo de la industria del software que, de acuerdo con la Organización Mundial de Comercio, la Argentina se encuentra entre los primeros exportadores de servicios de informática, exactamente estamos ocupando el séptimo lugar en el mundo en exportadores de servicios de informática. Organización Mundial de Comercio. (Aplausos)
La política de intervención o de explotación administrada que hemos tenido, sumada al hecho puntual de políticas muy activas, préstamos del Bicentenario, tasas subsidiadas, parques industriales que cuando llegábamos había 80 en todo el país y hoy estamos superando los 300 parques industriales en todo el país, ha generado, precisamente, que Argentina sea el único país, de acuerdo con datos de la CEPAL, que no reprimarizó sus exportaciones. Esto significa lo que les decía al principio: la reprimarización de las exportaciones no es algo bueno para ningún país, porque implica menor valor agregado y destrucción de puestos de trabajo y por supuesto además menos crecimiento y desarrollo científico y tecnológico.
La Argentina tuvo y es hoy la única en un escenario de precios favorables, evitando la tendencia natural. Porque, además, ¿por qué también hay una tendencia en las regiones o en nuestra región, por ejemplo, en los emergentes a la reprimarización? Por los excelentes precios de las materias primas y por lo poco que cuesta sacar alguna de ellas, el rédito es muy grande, la diferencia, la renta es muy grande, y hay una fuerte tendencia, entonces, a dedicarse a eso y no a la industria. Por eso tenemos que evitar esta tendencia y seguir insistiendo en la política de la industrialización, de industrializar la ruralidad. Por eso también, junto al Plan 20/20 de industria, lanzamos el Plan Estratégico Agroalimentario 20/20 para precisamente terminar con esa dicotomía de industria o producción primaria para, en la sinergia de ambas, lograr mayores resultados para la Argentina y para sus 40 millones de habitantes. (Aplausos)
En materia de inversión internacional también Argentina, como economía emergente, registra una posición de inversión internacional acreedora en base a cómo hemos ido desendeudándonos y no hemos ido tomando nueva deuda. No se ha financiado el Gobierno como se comenzaron a financiar todos los gobiernos del mundo cuando se destruyeron los bancos centrales y las funciones que tenían los bancos centrales del mundo para que esas funciones pasaran a la banca privada y desde la banca privada dirigir el crédito y el ahorro y no hacerlo desde los Estados. Esto culminó aquí en la Argentina en el año 2001 y estamos viendo hoy un escenario internacional sumamente parecido, casi idéntico diría yo. Estaba leyendo la reducción del 22 por ciento de los sueldos y de las jubilaciones en Grecia, no llega al 13 por ciento la reducción que tuvimos en la República Argentina, pero es un número importante. También está sucediendo lo mismo en España, donde no solamente se reducen sueldos y jubilaciones sino también se reducen las indemnizaciones por despido, de modo tal de casi invitar a los empresarios a que puedan sostener rentabilidades en base al sacrificio de los trabajadores o de los empleados.
Por eso cuando hablamos no lo hacemos desde un marco teórico, lo hacemos desde un marco empírico, lo hacemos desde la experiencia, lo hacemos desde lo que nos pasó a los argentinos. A los argentinos, nos pasó a todos, en el año 2001 cuando el país se desplomó. No dependemos por eso del financiamiento externo para seguir creciendo y en la evolución de la inversión, yo escucho y leo a diario que nadie invierte, bueno, yo quiero decirles que de acuerdo con elaboración propia en base a datos del Fondo Monetario Internacional, la evolución de la inversión, como porcentaje del Producto Bruto Interno, en el año 2011, tenemos a China con 48,7; India con 37,6; México con 25,6 y Argentina con 25,3 por ciento de inversión. (Aplausos) Para nuestro socio principal en el MERCOSUR, en la región, Brasil, la inversión fue del 19,8. No menciono otros países que en la región siempre nos ponen como ejemplo porque ni siquiera están considerados en el informe.
Pero es bueno, por favor, y es necesario además de bueno, que todos aquellos que tenemos responsabilidades institucionales, desde la más alta como esta Presidenta, desde los gobernadores, muchos que me acompañan y de otros signos y partidos políticos inclusive, legisladores, intendentes, concejales, empresarios, dirigentes sindicales, dirigentes sociales, ciudadanos y ciudadanas en general, tengamos clara conciencia del mundo en el que estamos viviendo y del país que tenemos y hemos logrado construir con el esfuerzo de todos.
Por eso no me canso de apelar una y otra vez a la unidad, a la organización y, por favor, a la información correcta por parte de todos. Que además lo hemos podido ver, y en esto no quiero tampoco atiborrarlos de números, aunque tengo muchos más desgraciadamente y se los voy a tener que decir porque además me obliga la Constitución, lo pudimos ver este verano como nunca tal vez, lo vimos a lo largo del año, con los feriados que hemos modificado y que hemos logrado un crecimiento del turismo con respecto al año pasado del 10 por ciento y del 2003 a la fecha del 207 por ciento. (Aplausos). Más de 5 millones de turistas ingresaron el año pasado. Del puesto 36 en eventos internacionales que tenía la Argentina, como sede de eventos internacionales, pasamos al puesto número 18. Y la Ciudad de Buenos Aires es la primera sede de eventos de todo el continente a la hora de ser elegida, lo que reporta en ingentes incrementos de recursos tributarios y también, por supuesto, en el crecimiento general de la economía.
Ni qué hablar de la dinámica del sector automotriz: 324 por ciento de crecimiento. Uno de los crecimientos más importantes con un récord en el año 2011 de 828.711 vehículos, en mercado interno estamos hablando, no estamos hablando solamente de exportación. El sector ha sido uno de los que más ha crecido, en patentamientos, ni hablar; producción de electrodomésticos, línea blanca, en la Argentina récord en el año 2010 de 4.842.000, tengo otros datos más adelante.
Pero quiero decirles que fundamentalmente todo esto se ha debido a políticas activas y de orientación del crédito muy importantes que hemos hecho: 347 proyectos ha financiado el crédito del Bicentenario por más de 6 mil millones de pesos, que han ido a una tasa prácticamente inexistente en el mercado, que ha ido a pequeñas, a medianas y a grandes empresas y que tenemos que seguirle dando una vuelta de tuerca, ya lo charlamos con la ministra de Industria, a este préstamo del Bicentenario para identificar claramente a los sectores que aumenten, por un lado, capacidad de oferta, pero que también, al mismo tiempo, puedan generar mayor cantidad de puestos de trabajo.
La recuperación del mercado laboral, el empleo dinamizado por la construcción, la fuerte caída de la tasa del empleo no registrado, que todavía sigue alto pero convengamos que en el año 2003 alcanzaba prácticamente al 50 por ciento de los argentinos que trabajaban, que lo hacían ilegalmente, lo hacían en negro o trabajo ilegal. No digo en negro, en negro es casi despectivo y peyorativo, es trabajo ilegal. (Aplausos) Hoy hemos llegado al 34,3, el registro más bajo. Pero tenemos que seguir en el camino de lograrlo.
El repunte del consumo privado ha sido formidable, 77,3 por ciento, y la inversión acompañó al consumo en un 264 por ciento.
Podríamos seguir hablando de lo que significa también el desendeudamiento de la Argentina, que ha sido muy importante. Una de las claves que tuvo la década del 90 fue el fuerte endeudamiento que ya venía de antes. El fuerte endeudamiento en realidad comenzó el 24 de marzo de 1976, esta es la realidad. Yo no quiero venir a utilizar políticamente los números, quiero decir la verdad histórica. Lo cierto es que el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 marcó el inicio de la caída de la Argentina, que no se detuvo, que tuvo un interregno de crecimiento artificial durante la duración de la convertibilidad pero que la sostuvimos con la venta de las privatizaciones y más tarde con un endeudamiento formidable que explotó, no solamente hacia afuera porque no le podíamos pagar a nuestros acreedores externos, ni siquiera le podíamos pagar a nuestros acreedores internos. Este año recién este Gobierno va a terminar de pagar el BODEN 12. (Aplausos). El BODEN 12, para los que no saben, no fue a fondos de afuera, no fue a países soberanos extranjeros; el BODEN 12 se formuló para pagarles a los argentinos a los que los bancos de este país no les devolvieron sus ahorros. Fue el resto de los argentinos, argentinos que tal vez nunca vieron ni verán un dólar en toda su vida los que tuvieron que contribuir con 19.641 millones de dólares, que hemos pagado del año 2005 a este año, que vamos a pagar 2.211 la última cuota, y eran argentinos que tenían dólares aquí. Yo me imagino todas las cosas que podríamos haber hecho con esos 19.641 millones de dólares para las personas que menos tienen, para los que nunca tuvieron la suerte de tener un depósito en dólares. Pero un país se tiene hacer cargo y un gobierno se tiene que hacer cargo de todas las cosas, de las que hizo él y de las que hicieron los otros también, porque para eso se es gobierno y para eso se reclama el voto de las grandes mayorías populares .(Aplausos)
SIGUE...
Muchas gracias, muy buenos días a todos y a todas. Honorable Asamblea Legislativa; señores dirigentes sindicales y de otros partidos políticos que nos acompañan; Madres y Abuelas de Plaza de Mayo; señor juez Baltasar Garzón, que hoy nos honra con su presencia (aplausos): como todos estos últimos años en cumplimiento del artículo 99 de nuestra Constitución, inciso 8°, vengo no solamente a presidir la apertura de las sesiones, en la Asamblea Legislativa de este Parlamento año 2012, sino también a ofrecer, conforme obliga la Constitución Nacional, el estado de situación de la Nación Argentina.
La Nación Argentina sigue protagonizando desde el año 2003 uno de los más vigorosos crecimientos económicos con inclusión social que se tenga memoria, no ya solamente en nuestra propia historia sino también en el marco de una situación internacional donde de acuerdo a fuentes tales como el Fondo Monetario Internacional –en el que yo sé que algunos de ustedes confían más que en nuestras propias estadísticas, hay que darle a todo el mundo la tranquilidad de que estamos diciendo las cosas – se ubica a la Argentina, luego de India y China, en el tercer lugar en cuanto a crecimiento económico durante el último año 2011. (Aplausos)
Si nosotros pudiéramos comparar en un gráfico los crecimientos en el período 1970 a 1976, 1982 a 1988 y 1994 a 2000 y del 2006 al 2011, como promedio de crecimiento estaríamos, en el primero de los períodos, 1970 al 76, en un promedio de crecimiento del 3 por ciento; luego del 82 al 88 la Argentina fue para abajo, no sólo no creció sino que decreció, el promedio de la caída del Producto Bruto, del crecimiento económico de la Argentina, fue para esa década el 0,7. Luego, del año 1990 hasta el año 1998 el promedio de crecimiento fue del 4,1, pero con un crecimiento muy particular, porque al mismo tiempo que había crecimiento de la actividad económica avanzaba el proceso de desindustrialización del país, que había comenzado a desarrollarse en 1976 y tuvo su epicentro en la crisis que nos tocó vivir en el año 2001. El promedio de crecimiento de estos años ha sido del 7,8, lo que nos coloca, en cuanto a toda América Latina, en el proceso de expansión y crecimiento económico más importante de toda la región. (Aplausos)
El crecimiento del Producto Bruto medido en términos de paridad de poder adquisitivo, esto es una medida utilizada por el Fondo Monetario para comparar el poder de compra de un dólar en cada país considerando el tipo de cambio y los precios internos: en el año 2003 esa paridad de poder adquisitivo era de 8.797 dólares per cápita; hoy es de 17.376 dólares. (Aplausos) Como les decía, el PBI argentino fue el que más creció después de China y de India, tanto en la evolución del PBI como en la paridad adquisitiva que recién les estaba contando.
También sobre base elaborada por el Fondo Monetario Internacional, el PBI en paridad de poder adquisitivo fue de los primeros 25 puestos en todo el ranking mundial. Esto no fue viento de cola como algunos quieren afirmar, porque si bien los términos de intercambio han mejorado sustancialmente en los países emergentes y también en los países de la región, lo cierto es que por ejemplo Venezuela, Chile, Bolivia, Perú y Colombia tuvieron una magnitud de aumento que cuadruplicaron sus términos de intercambio mientras que la Argentina solamente lo duplicó en el 42 por ciento. Para que tengan una idea, la variación acumulada en los términos de intercambio fue para Venezuela en un 195, para Chile en un 119, para Bolivia en un 82, para Perú 61, Colombia 54, la Argentina 42, Brasil 38 y el promedio de la región 37. Ustedes dirán por qué, es muy simple, porque se cuadruplicaron los precios de commodities de minerales y petróleo que producen estos países y nuestros commodities solamente se duplicaron, con lo cual el crecimiento de la Argentina no se explica únicamente a través de condiciones macroeconómicas en las economías emergentes sino a partir de un modelo de desarrollo que ha hecho del mercado interno, del consumo popular y la distribución del ingreso sus banderas principales, que nos han permitido crecer en la forma que lo hemos hecho. (Aplausos)
Tampoco es por los capitales que ingresan. Ustedes saben que Argentina tiene a partir del año 2005 una legislación muy clara que impide la especulación financiera con capitales que ingresan y salen con absoluta volatilidad, generando una inestabilidad financiera y saltos monetarios, saltos en las paridades cambiarias que nosotros no hemos tenido merced al sistema (por Mercedes también) de flotación administrada que venimos desarrollando exitosamente también para mantener la estabilidad monetaria, pero al mismo tiempo darle un valor a nuestra moneda de moco que sea absolutamente competitivo en relación al dólar seguir exportando.
Pero lo que es importante recalcar es que si bien hemos crecido exponencialmente en nuestras exportaciones, esto es muy importante y vamos a seguir con una política muy agresiva en ese sentido, quiero decirles que el crecimiento económico del PIB desde el tercer trimestre del 2003 al tercer trimestre del 2011 alcanza el 91.9, y quiero desagregarlo para entender qué es lo que digo cuando hablo de mercado interno. De esos 91.9, 60.2 por ciento son de consumo privado; 35.6 inversión; consumo público, es decir inversión pública, 10 por ciento, y exportaciones netas, pese a haber superado los 80.000 millones de exportación, batiendo récords, para ser más exactos 84.000 millones de dólares de exportaciones, aún comparado con el resto de los componentes tenemos un 12,8 por ciento negativo respecto de aporte al crecimiento. ¿Se entiende? Necesitaríamos aún exportar mucho más para igualar a la fortaleza del mercado interno y del consumo popular la posibilidad de tener aún más crecimiento. Esto es muy importante porque nos obliga a seguir manteniendo, profundizando y transformando las políticas que sostengan la demanda agregada, en términos criollos sostener que la gente pueda tener poder adquisitivo, sobre todo los sectores de mayor vulnerabilidad que al no tener capacidad de ahorro, que al no poder viajar al exterior y al no poder comprar dólares son los que consumen hasta el último peso que les ingresa. (Aplausos) Esta es una de las claves también de este crecimiento, porque durante estos años, además del absoluto incremento por parte de los sectores registrados de la economía, de los trabajadores asalariados, que hoy superan los 7 millones y medio de trabajadores registrados -tenemos todavía un 34,6 que no está registrado, pero que obviamente tiene un ingreso- debemos tener en claro que ha sido por ejemplo la Asignación Universal por Hijo uno de los elementos más importantes junto al incremento salarial y junto al incremento de pensiones y jubilaciones. (Aplausos) Para que tengan una idea, en materia de Asignación Universal por hijo y en materia de jubilaciones y pensiones no contributivas, la Anses y su inversión representan el 10 por ciento del Producto Bruto Interno argentino. Inversión social, que como toda inversión social finalmente tiene un fuerte impacto en la economía y en el crecimiento de la actividad.
Las mejores condiciones laborales, como decía. También del lado de la oferta la industria fue el sector que más creció, y esto también es muy importante frente a una Argentina que en algunos años o en algunos siglos era solamente productora de materias primas, esta Argentina que hoy tengo el orgullo de presidir ha hecho un proceso de reindustrialización que ha colocado a las manufacturas de origen industrial en la porción más importante de las exportaciones, superando las de manufactura de origen agropecuario, superando a los productos primarios y superando por supuesto a combustibles y energía, de los cuales hablaremos más tarde seguramente. El efecto directo de la industria ha sido 25 puntos porcentuales en el crecimiento desde el 2003 al 2010, efecto directo del 12,3 e indirecto del 12,4. La construcción el 7 por ciento, hemos batido récords en materia de construcción, de producción de cemento, de producción de ladrillos y por supuesto también de asalariados. De unos 80.000 cotizantes en la UOCRA en el año 2003 hoy estamos en el medio millón de cotizantes, de trabajadores de la construcción que aportan 7 por ciento a ese crecimiento. El sector agropecuario 3,7 por ciento, un efecto directo del 2,4 e indirecto del 1,2. Esto es obviamente porque la industria con el valor agregado genera al mismo tiempo, pese a que si uno ve la cantidad de trabajadores de servicios productivos siempre es menor que la de servicios, pero si no hay trabajadores de industria y si no hay industria finalmente los servicios terminan cayendo porque no hay nada que transportar. Hay mucho camión, hay mucho transporte porque hay cosas que transportar, pero cosas que se construyen en Argentina, porque si las cosas se construyeran afuera y vinieran al puerto únicamente, tampoco tendríamos mucho que transportar y tampoco tendríamos mucho poder adquisitivo por parte de nuestro pueblo para poder comprarlo. Esto es claro señores. (Aplausos)
Y quiero en este punto dar una estadística elaborada por el propio G-20 en cuanto a la evolución de las importaciones de los países que lo integramos. De los países que integramos el G-20 el país que más hizo crecer sus importaciones entre el 2010 y el 2011 fue la India, que superó el 60 por ciento de aumento; pero el segundo país que más creció en importaciones entre el 2010 y el 2011 fue la Argentina, con más del 30 por ciento de crecimiento. (Aplausos) El resto de los países del G-20, nuestro socio Brasil un 25 por ciento aproximadamente, y la mayoría de los países proteccionistas, los países que son adalides del libre mercado de sus fronteras para afuera pero adentro son muy proteccionistas, ninguno superó los dos dígitos, solamente un 17 ó 18 por ciento de aumento de sus importaciones. Esta es una cuestión que seguramente abordaremos en la próxima reunión del G-20 que tengamos en México en junio. Esto para desmitificar y fundamentalmente para responderles a las voces acerca de que defender la industria nacional, establecer una administración del comercio exterior, es poco menos que un sacrilegio, aquí están los números, somos uno de los países que más hemos importado frente a los que nos dicen que ponemos barreras proteccionistas que ellos vienen sosteniendo desde hace siglos a rajatabla en sus propias economías. (Aplausos)
La industria además registró un crecimiento muy virtuoso, porque había un paradigma en los 90, el paradigma del Consenso de Washington, del neoliberalismo. El paradigma era que cuando nosotros veíamos productividad por obrero ocupado, índice de volumen físico de producción, el índice de obreros ocupados para que hubiera mayor productividad tenía que ser menor. En lo que hace al año 1991-1998 la productividad por obrero fue del 83.8, el índice de volumen físico de producción fue del 45.2 y el índice de obreros ocupados menos 21 por ciento. Esto tiene que ver con lo que decía anteriormente, de que no cualquier crecimiento de la actividad económica genera bienestar, crecimiento e inclusión social.
Veamos ahora 2004 - 2011: la productividad por obrero ocupado es del 46.1 por ciento, el índice de volumen físico de producción es del 104 por ciento, quiere decir que aumentó fundamentalmente la inversión en toda la matriz de la industria y el índice de obreros ocupados el 34,6. Esto marca claramente el valor de la industria y de la generación de valor agregado en la generación del empleo, en el crecimiento de la actividad económica, que luego veremos reflejados en otros números.
La industria creció además de una manera diversificada, siendo los sectores no tradicionales y con elevado contenido tecnológico los que exhibieron mayor aumento. Hubo instrumentos desde el Estado, hubo política activas del Estado para agregar valor y fundamentalmente leyes tales como la Ley del Software, el impulso que desde Ciencia y Tecnología hemos realizado, las industrias que se han radicado en Tierra del Fuego sustituyendo importaciones en este período por 10.000 millones de dólares, generando trabajo por más de 6.300, lo que significa en definitiva que no solamente hemos dejado de importar sino que además hemos conseguido que más argentinos tengan trabajo, a punto tal que hemos logrado perforar el índice de desocupación, que había tenido la marca más baja en el 7.2, al 6.7 en el último trimestre del año 2011. (Aplausos)
Las manufacturas que más crecieron. Hay manufacturas que podemos denominar de alta tecnología, de tecnología media, basadas en recursos naturales y de baja tecnología, las manufacturas que más han crecido son precisamente las de alta tecnología: maquinarias y aparatos electrónicos, aparatos de radio, TV, comunicación y fabricación de instrumentos médicos. Manufacturas de tecnología media: sustancias y productos químicos, industrias metálicas básicas, productos de metal, maquinaria y equipo, automotores y equipos de transporte. Manufacturas de baja tecnología: textiles, confección, calzado y cueros. Y por supuesto manufacturas basadas en recursos naturales como alimentos.
Pero las que más han crecido son la de alta calificación, destacándose entre ellas las de carácter informático, donde tenemos dos tipos de servicios: de producción de bienes y de servicios a partir del desarrollo de la industria del software que, de acuerdo con la Organización Mundial de Comercio, la Argentina se encuentra entre los primeros exportadores de servicios de informática, exactamente estamos ocupando el séptimo lugar en el mundo en exportadores de servicios de informática. Organización Mundial de Comercio. (Aplausos)
La política de intervención o de explotación administrada que hemos tenido, sumada al hecho puntual de políticas muy activas, préstamos del Bicentenario, tasas subsidiadas, parques industriales que cuando llegábamos había 80 en todo el país y hoy estamos superando los 300 parques industriales en todo el país, ha generado, precisamente, que Argentina sea el único país, de acuerdo con datos de la CEPAL, que no reprimarizó sus exportaciones. Esto significa lo que les decía al principio: la reprimarización de las exportaciones no es algo bueno para ningún país, porque implica menor valor agregado y destrucción de puestos de trabajo y por supuesto además menos crecimiento y desarrollo científico y tecnológico.
La Argentina tuvo y es hoy la única en un escenario de precios favorables, evitando la tendencia natural. Porque, además, ¿por qué también hay una tendencia en las regiones o en nuestra región, por ejemplo, en los emergentes a la reprimarización? Por los excelentes precios de las materias primas y por lo poco que cuesta sacar alguna de ellas, el rédito es muy grande, la diferencia, la renta es muy grande, y hay una fuerte tendencia, entonces, a dedicarse a eso y no a la industria. Por eso tenemos que evitar esta tendencia y seguir insistiendo en la política de la industrialización, de industrializar la ruralidad. Por eso también, junto al Plan 20/20 de industria, lanzamos el Plan Estratégico Agroalimentario 20/20 para precisamente terminar con esa dicotomía de industria o producción primaria para, en la sinergia de ambas, lograr mayores resultados para la Argentina y para sus 40 millones de habitantes. (Aplausos)
En materia de inversión internacional también Argentina, como economía emergente, registra una posición de inversión internacional acreedora en base a cómo hemos ido desendeudándonos y no hemos ido tomando nueva deuda. No se ha financiado el Gobierno como se comenzaron a financiar todos los gobiernos del mundo cuando se destruyeron los bancos centrales y las funciones que tenían los bancos centrales del mundo para que esas funciones pasaran a la banca privada y desde la banca privada dirigir el crédito y el ahorro y no hacerlo desde los Estados. Esto culminó aquí en la Argentina en el año 2001 y estamos viendo hoy un escenario internacional sumamente parecido, casi idéntico diría yo. Estaba leyendo la reducción del 22 por ciento de los sueldos y de las jubilaciones en Grecia, no llega al 13 por ciento la reducción que tuvimos en la República Argentina, pero es un número importante. También está sucediendo lo mismo en España, donde no solamente se reducen sueldos y jubilaciones sino también se reducen las indemnizaciones por despido, de modo tal de casi invitar a los empresarios a que puedan sostener rentabilidades en base al sacrificio de los trabajadores o de los empleados.
Por eso cuando hablamos no lo hacemos desde un marco teórico, lo hacemos desde un marco empírico, lo hacemos desde la experiencia, lo hacemos desde lo que nos pasó a los argentinos. A los argentinos, nos pasó a todos, en el año 2001 cuando el país se desplomó. No dependemos por eso del financiamiento externo para seguir creciendo y en la evolución de la inversión, yo escucho y leo a diario que nadie invierte, bueno, yo quiero decirles que de acuerdo con elaboración propia en base a datos del Fondo Monetario Internacional, la evolución de la inversión, como porcentaje del Producto Bruto Interno, en el año 2011, tenemos a China con 48,7; India con 37,6; México con 25,6 y Argentina con 25,3 por ciento de inversión. (Aplausos) Para nuestro socio principal en el MERCOSUR, en la región, Brasil, la inversión fue del 19,8. No menciono otros países que en la región siempre nos ponen como ejemplo porque ni siquiera están considerados en el informe.
Pero es bueno, por favor, y es necesario además de bueno, que todos aquellos que tenemos responsabilidades institucionales, desde la más alta como esta Presidenta, desde los gobernadores, muchos que me acompañan y de otros signos y partidos políticos inclusive, legisladores, intendentes, concejales, empresarios, dirigentes sindicales, dirigentes sociales, ciudadanos y ciudadanas en general, tengamos clara conciencia del mundo en el que estamos viviendo y del país que tenemos y hemos logrado construir con el esfuerzo de todos.
Por eso no me canso de apelar una y otra vez a la unidad, a la organización y, por favor, a la información correcta por parte de todos. Que además lo hemos podido ver, y en esto no quiero tampoco atiborrarlos de números, aunque tengo muchos más desgraciadamente y se los voy a tener que decir porque además me obliga la Constitución, lo pudimos ver este verano como nunca tal vez, lo vimos a lo largo del año, con los feriados que hemos modificado y que hemos logrado un crecimiento del turismo con respecto al año pasado del 10 por ciento y del 2003 a la fecha del 207 por ciento. (Aplausos). Más de 5 millones de turistas ingresaron el año pasado. Del puesto 36 en eventos internacionales que tenía la Argentina, como sede de eventos internacionales, pasamos al puesto número 18. Y la Ciudad de Buenos Aires es la primera sede de eventos de todo el continente a la hora de ser elegida, lo que reporta en ingentes incrementos de recursos tributarios y también, por supuesto, en el crecimiento general de la economía.
Ni qué hablar de la dinámica del sector automotriz: 324 por ciento de crecimiento. Uno de los crecimientos más importantes con un récord en el año 2011 de 828.711 vehículos, en mercado interno estamos hablando, no estamos hablando solamente de exportación. El sector ha sido uno de los que más ha crecido, en patentamientos, ni hablar; producción de electrodomésticos, línea blanca, en la Argentina récord en el año 2010 de 4.842.000, tengo otros datos más adelante.
Pero quiero decirles que fundamentalmente todo esto se ha debido a políticas activas y de orientación del crédito muy importantes que hemos hecho: 347 proyectos ha financiado el crédito del Bicentenario por más de 6 mil millones de pesos, que han ido a una tasa prácticamente inexistente en el mercado, que ha ido a pequeñas, a medianas y a grandes empresas y que tenemos que seguirle dando una vuelta de tuerca, ya lo charlamos con la ministra de Industria, a este préstamo del Bicentenario para identificar claramente a los sectores que aumenten, por un lado, capacidad de oferta, pero que también, al mismo tiempo, puedan generar mayor cantidad de puestos de trabajo.
La recuperación del mercado laboral, el empleo dinamizado por la construcción, la fuerte caída de la tasa del empleo no registrado, que todavía sigue alto pero convengamos que en el año 2003 alcanzaba prácticamente al 50 por ciento de los argentinos que trabajaban, que lo hacían ilegalmente, lo hacían en negro o trabajo ilegal. No digo en negro, en negro es casi despectivo y peyorativo, es trabajo ilegal. (Aplausos) Hoy hemos llegado al 34,3, el registro más bajo. Pero tenemos que seguir en el camino de lograrlo.
El repunte del consumo privado ha sido formidable, 77,3 por ciento, y la inversión acompañó al consumo en un 264 por ciento.
Podríamos seguir hablando de lo que significa también el desendeudamiento de la Argentina, que ha sido muy importante. Una de las claves que tuvo la década del 90 fue el fuerte endeudamiento que ya venía de antes. El fuerte endeudamiento en realidad comenzó el 24 de marzo de 1976, esta es la realidad. Yo no quiero venir a utilizar políticamente los números, quiero decir la verdad histórica. Lo cierto es que el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 marcó el inicio de la caída de la Argentina, que no se detuvo, que tuvo un interregno de crecimiento artificial durante la duración de la convertibilidad pero que la sostuvimos con la venta de las privatizaciones y más tarde con un endeudamiento formidable que explotó, no solamente hacia afuera porque no le podíamos pagar a nuestros acreedores externos, ni siquiera le podíamos pagar a nuestros acreedores internos. Este año recién este Gobierno va a terminar de pagar el BODEN 12. (Aplausos). El BODEN 12, para los que no saben, no fue a fondos de afuera, no fue a países soberanos extranjeros; el BODEN 12 se formuló para pagarles a los argentinos a los que los bancos de este país no les devolvieron sus ahorros. Fue el resto de los argentinos, argentinos que tal vez nunca vieron ni verán un dólar en toda su vida los que tuvieron que contribuir con 19.641 millones de dólares, que hemos pagado del año 2005 a este año, que vamos a pagar 2.211 la última cuota, y eran argentinos que tenían dólares aquí. Yo me imagino todas las cosas que podríamos haber hecho con esos 19.641 millones de dólares para las personas que menos tienen, para los que nunca tuvieron la suerte de tener un depósito en dólares. Pero un país se tiene hacer cargo y un gobierno se tiene que hacer cargo de todas las cosas, de las que hizo él y de las que hicieron los otros también, porque para eso se es gobierno y para eso se reclama el voto de las grandes mayorías populares .(Aplausos)
SIGUE...
Última edición por GABY el Jue Mar 01, 2012 11:25 pm, editado 1 vez