por GABY Jue Feb 02, 2012 9:41 pmPALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA KIRCHNER, EN EL CENTRO MUNICIPAL DE VIEDMA, PROVINCIA DE RIO NEGRO
Buenas noches a todos y a todas; señor Gobernador de la provincia de Río Negro; señor Intendente de la Capital rionegrina, ciudad de Viedma; señor Presidente del bloque justicialista y Frente para la Victoria, (APLAUSOS); señores intendentes, amigos y amigas; señores empresarios: quiero decirles que aquí en Río Negro hoy me sen ti como en casa, estoy en casa, estoy en Patagonia, que no es solamente una región geográfica, no es solamente un lugar en el mapa, es además, y no es casual, un lugar donde siempre hemos sabido, tal vez no teóricamente sino empíricamente, a partir de la experiencia cotidiana de todos los días, la importancia insustituible e irreemplazable del rol del Estado. Tal vez porque cuanto menos éramos, menos mercado teníamos, y entonces necesitábamos siempre la presencia del Estado.
Hoy ni bien llegué fuimos a ver el barrio de 296 viviendas del Plan Federal 2; Plan Federal 1 y Plan Federal 2 llevan en la Argentina más de 300 mil soluciones habitacionales en 5 años, (APLAUSOS), nunca ningún gobierno en el mismo período dio una respuesta semejante a un tema que es crucial en la vida de todos, al vivienda, el lugar, la casa donde vive y se reúne la familia. Luego de allí, luego de ver a los cientos de cascos amarillos, porque además de dar una solución a una familia, una vivienda y la construcción desde la obra pública, desde la infraestructura, es también trabajo para otros argentinos, es solución de vida para quien la va a habitar y es trabajo para quien la construye con las manos, pero que además de hacerlo a través de empresas, como normalmente se hizo, también hemos introducido una variante, de laque hoy hemos visto un ejemplo claro, a través de la figura de las cooperativas, permitiendo también que el cooperativismo, ese movimiento profundamente solidario se haga cargo, (APLAUSOS). En este caso nada más y nada menos que a través de mujeres, un fenómeno que quiero decirles que estamos en todas, desde el Sillón de Rivadavia hasta pegando ladrillos, en todas partes. Quiero decirles que la experiencia de mujeres construyendo no debería llamarnos la atención, somos por esencia constructoras, constructoras de vida, constructoras de familias.
Luego fuimos a visitar un laboratorio del Estado también, donde se fabrican genéricos para atención primaria de la salud, un orgullo de los rionegrinos, pueden mostrarlo con orgullo, de la misma manera que van a mostrar con mucho orgullos los resultados de esta Universidad de Río Negro, (APLAUSOS), que va a tener un gran desafío, el desafío de vincular lo académico a lo productivo, algo que muchas veces no hemos logrado los argentinos, y que sin embargo es el modelo a llevar en todas las sociedades desarrolladas, siempre lo académico en la Argentina, por distintas circunstancias, estuvo como separado de lo económico, del desarrollo del modelo productivo, quizá porque hacía mucho tiempo que no encontrábamos un modelo de producción. Pero creo que el gran desafío que tiene esta Universidad incipiente y el resto de las universidades argentinas, es precisamente vincular el conocimiento, vincular lo académico con la producción, para generar riqueza y trabajo para los argentinos. Siempre hubo una suerte de prejuicio desde lo intelectual en hablar del dinero, de la riqueza o de las empresas, tenemos que romper ese tabú porque es imprescindible que vinculemos el conocimiento junto a los empresarios, sobre todo en provincias como Río Negro, donde su producción es tan diversificada y puede alcanzar de ser premier productor de peras y manzanas hasta productor de reactores nucleares, esto se produce en muy pocos lugares en la República Argentina, ustedes rionegrinos tienen el orgullo de tener una empresa como INVAP, modelo en el orden internacional. Entonces creo que todas estas condiciones, todas estas aptitudes la constituyen en una región apta para poder promover mayor generación de riqueza y mayor conocimiento. Por eso creo que la Universidad va a tener un gran resultado, no solamente para ustedes, sino también para todos los argentinos.
Yo les hablaba del modelo del Estado, de un modelo que durante mucho tiempo, durante décadas, fue denostado en el mundo, nos acusaban de nostálgicos, de intervencionistas, de que no respetábamos las reglas del mercado, cuando en realidad lo que siempre hemos promovido es la articulación entre lo público y lo privado, pero sabiendo del rol indelegable e insustituible que tiene que cumplir el Estado cuidando, controlando y regulando, para que la sociedad entera pueda ser también promovida, y que la generación de riqueza no sea solamente para unos pocos mientras el resto pone la ñata contra el vidrio, esto es importante remarcarlo.(APLAUSOS) Este modelo en el que siempre creímos, pero no solamente desde la teoría, sino porque fuimos capaces además, cuando la sociedad nos delegó a través del voto su representación para llevarlo delante, de no renunciar y hacer exactamente lo contrario a lo que se había dicho en la campaña electoral, sino al contrario, articular también la confianza pública nuevamente en que la política no es solamente un discurso electoral, sino una práctica y una gestión de gobierno. Y en esto creo que también podemos dar un fuerte testimonio.
Hoy, en un mundo donde los grandes paradigmas que parecían verdades reveladas e irrefutables, donde cualquiera que se oponía o discutía se nos decía que éramos provincianos, provincianos que no entendíamos las altas finanzas o el gran mundo, podemos decirles que estos provincianos de la Patagonia algunas verdades y algunas razones teníamos cuando sosteníamos la necesidad de construir un modelo propio de acumulación, de matriz diversificada, que no negara el mundo externo.
Porque además, creo que hemos podido superar viejas antinomias entre mercado interno y exportación, hemos podido lograr que no solamente la Argentina haya crecido exponencialmente en sus exportaciones, sino que también su sociedad, sus trabajadores hayan mejorado la participación en el Producto Bruto Interno que hoy llega al orden del 43 por ciento. Y esto es lo que vamos a defender en este mundo donde se caen los paradigmas: la actividad económica, el nivel de empleo, la participación de los trabajadores en el Producto Bruto Interno, el empleo y la inversión de los argentinos. (APLAUSOS)
Yo lo decía el otro día cuando presentábamos más de 20 proyectos de Gas Plus. Hemos podido encontrar, pensando y trabajando Estado y empresarios, variables que nos permitan mantener precios internos de competitividad pero, al mismo tiempo, lograr emprendimientos donde haya rentabilidad que incentiven a que los empresarios sigan invirtiendo. Creo que esta es la clave del momento: pensar y atreverse a pensar formas diferentes de articulación entre lo público y lo privado, entre el Estado, los empresarios, los trabajadores, los comerciantes.
Miguel recién hablaba de la concertación, de la necesidad de articular intereses, pero todos tenemos que saber también cuando nos sentamos a una mesa a discutir intereses, que todos tenemos que poner algo, porque en la Argentina hubo un tiempo en el que los que ponían todo eran los que menos tenían y los que se llevaban casi todo eran los que más tenían. Esto es lo que no puede seguir siendo en la economía del mundo y que hemos comenzado a revertir en esta economía de la Argentina a partir del año 2003.
Esta es la clave, una sociedad más armónica, con mayor grado de cohesión social y también en ese desafío los partidos políticos tienen un rol muy importante que cumplir, el rol, como recién decía el señor Gobernador, de pensar y de saltar por encima de la pertenencia partidaria u oportunista del momento. Fíjense, muchos que tal vez creyeron que una fotografía los inmortalizaba para toda la historia, cómo las propias condiciones económicas demuestran que finalmente teníamos razón. (APLAUSOS)
Por eso, creo que todos tenemos que tener la cabeza muy abierta, saber que muchas veces hay que tomar decisiones que no gustan a todos, es imposible en una sociedad en la cual muchas veces los intereses se contraponen, porque es natural, no hay ninguna sociedad idílica y de fantasía en donde todos estén de acuerdo con todos y que cuando un gobierno, provincial o nacional, toma una decisión, el 100 por ciento de la sociedad esté de acuerdo. Porque esto normalmente no sucede cuando se toman decisiones, sobre todo cuando estas decisiones se refieren a los recursos que siempre son escasos.
Normalmente uno puede alcanzar grandes consensos cuando hablamos de educación, cuando hablamos seguramente de sectores en los cuales todos nos sentimos involucrados. Pero, amigos y amigas, cuando se habla de economía, cuando se habla de recursos, muchas veces las decisiones no conforman a todos, porque, obviamente, hay intereses contrapuestos y hay que tener la decisión como gobernantes de tomar estas medidas.
Esto no significa negarse al debate, a la discusión y al disenso, pero también los modelos se explicitan en las elecciones. Cuando uno pone los proyectos políticos a consideración de la ciudadanía y la ciudadanía decide, es entonces cuando uno tiene que gobernar y votar de acuerdo con ese proyecto que fue validado en las urnas. Porque ese es el gran mandante, la urna, la voluntad popular de las sociedades democráticas. (APLAUSOS)
Siempre he creído en la democracia, sobre todo porque como todos ustedes saben, pertenezco a una generación, como muchos de ustedes, que no se creó, vivió y militó en una sociedad donde los argentinos podían votar y decidir cada dos años y en donde sucedieron cosas muy terribles. Allí veo un pañuelo blanco sentado en primera fila (APLAUSOS), vaya a través de ella mi reconocimiento a todos aquellos que entregaron sus vidas por sus convicciones y sus ideales y también quiero acompañar en el dolor a sus familiares, algunos de los cuales me recibieron hoy cuando llegué aquí, a Río Negro.
Quiero decirles, entonces, a todos los argentinos, que en este momento de gran tembladeral en el mundo, estamos en condiciones más firmes y más seguras que en otras oportunidades y este es el resultado, precisamente, de políticas que hemos aplicado a partir del año 2003, porque creamos una economía real. Y en el tiempo de la economía real, esta burbuja que vivió el mundo a partir de esa suerte de capitalismo financiero despiadado, lo vivió la Argentina también durante la década pasada cuando el país nos estalló en el año 2001.
Hemos hecho desde allí el aprendizaje de saber que lo que realmente perdura, que lo que realmente vale es la economía real. Y cuando hablamos de economía real, ¿de qué estamos hablando? Estamos hablando de la producción y del trabajo, estamos hablando del capital que para generar riqueza tiene que pasar por el circuito de la producción de bienes, de servicios y de conocimiento, que el dinero no se empolla, que uno no se sienta arriba de él y se produce por sí solo, que hay que hacerlo producir a partir de invertir en nuestro campo, en nuestra industria, en nuestras actividades de servicios, pero, esencialmente, en un modelo de economía real de producción y de trabajo.
Creo que este es el gran resultado de estos años que hemos vivido y creo que, además, debemos profundizar también ese modelo. Por eso hoy, en este momento de crisis internacional, nuestro deber como dirigentes políticos de la Argentina, es cuidar el trabajo de los argentinos, cuidar la inversión de nuestros empresarios y de nuestros comerciantes.
Por eso, como lo decía el otro día en la presentación de Gas Plus, comercio administrado, que significa poner salvaguardas para que nuestros productos, para que nuestros trabajadores sigan conservando el empleo y nuestras empresas sigan también con capacidad de inversión y de producción.
Hoy aquí, en Río Negro, hemos firmado importantes convenios que significan también el rol del Estado en lo que hemos insistido una y otra vez y que vamos a profundizar aún más: el rol de la infraestructura, de la obra pública. No lo inventamos nosotros, fue hace muchos años también cuando hubo una gran depresión allá en el '30, el famoso New Deal, de Roosevelt que, además, nos va a ayudar a nosotros, a los argentinos, a seguir dotándonos de la infraestructura económica y social que tanta falta nos hace, pero que también y al mismo tiempo, nos va a permitir mantener el nivel de actividad económica que es mantener el empleo de los argentinos.
Y esto nos debe encontrar con mucha serenidad, con mucha tranquilidad, pero con mucha responsabilidad y, por sobre todas las cosas, con una inmensa convicción y un intenso patriotismo que exige que todos los sectores, absolutamente todos los sectores, se den cuenta que ya no es posible someter a la sociedad a lo que se le ocurra a uno o a otro, sino, precisamente, en momentos de grandes dificultades internacionales, aunar esfuerzos, juntar recursos, no solamente de los materiales, sino también de los intelectuales, de los que ayudan a pensar y a resolver los problemas. Porque a ver, creo que cuando nos eligen lo hacen no para crear problemas, sino para resolverlos y que ese es el rol que debemos tener todos aquellos que por el voto popular ocupamos una banca, un sillón de intendente, de gobernador o de presidente. Esto es lo que la Argentina y su sociedad exigen a sus dirigentes políticos, empresariales, sindicales y sociales: responsabilidad y patriotismo. Es la hora en la que todos los argentinos debemos pensar, por sobre todas las cosas en nuestro país.
Yo quiero en este día muy especial y tan patagónico, agradecer especialmente, porque me conmovió el afecto y el cariño con que me recibió esta ciudad, señor Gobernador, señor Intendente, y, sobre todo el de sus jóvenes, la inmensa cantidad de jóvenes que hoy vi en las calles acercándose, mujeres también, muchas y jóvenes, la Patagonia es joven, Río Negro es joven; quiero agradecer a todos el afecto y el cariño con el que me han tratado y las cosas que me han dicho que ayudan, aunque ustedes no lo crean, a llenar el corazón y el espíritu. Siempre es necesario recibir la palabra de aliento o de afecto, no para creérsela, como digo yo, ustedes saben que no soy así, pero sí, fundamentalmente, para sentir que los argentinos estamos todos un poco más cerca, más próximos, que es lo que necesitamos para seguir construyendo el país que nos merecemos.
Muchas gracias y muy buenas noches a todos, los quiero mucho y les agradezco mucho el día de hoy que va a seguir mañana en otro gran encuentro que vamos a tener para hacer un acuerdo entre las provincias frutihortícolas.
Muchas gracias, muchas gracias Río Negro, gracias. (APLAUSOS)
Buenas noches a todos y a todas; señor Gobernador de la provincia de Río Negro; señor Intendente de la Capital rionegrina, ciudad de Viedma; señor Presidente del bloque justicialista y Frente para la Victoria, (APLAUSOS); señores intendentes, amigos y amigas; señores empresarios: quiero decirles que aquí en Río Negro hoy me sen ti como en casa, estoy en casa, estoy en Patagonia, que no es solamente una región geográfica, no es solamente un lugar en el mapa, es además, y no es casual, un lugar donde siempre hemos sabido, tal vez no teóricamente sino empíricamente, a partir de la experiencia cotidiana de todos los días, la importancia insustituible e irreemplazable del rol del Estado. Tal vez porque cuanto menos éramos, menos mercado teníamos, y entonces necesitábamos siempre la presencia del Estado.
Hoy ni bien llegué fuimos a ver el barrio de 296 viviendas del Plan Federal 2; Plan Federal 1 y Plan Federal 2 llevan en la Argentina más de 300 mil soluciones habitacionales en 5 años, (APLAUSOS), nunca ningún gobierno en el mismo período dio una respuesta semejante a un tema que es crucial en la vida de todos, al vivienda, el lugar, la casa donde vive y se reúne la familia. Luego de allí, luego de ver a los cientos de cascos amarillos, porque además de dar una solución a una familia, una vivienda y la construcción desde la obra pública, desde la infraestructura, es también trabajo para otros argentinos, es solución de vida para quien la va a habitar y es trabajo para quien la construye con las manos, pero que además de hacerlo a través de empresas, como normalmente se hizo, también hemos introducido una variante, de laque hoy hemos visto un ejemplo claro, a través de la figura de las cooperativas, permitiendo también que el cooperativismo, ese movimiento profundamente solidario se haga cargo, (APLAUSOS). En este caso nada más y nada menos que a través de mujeres, un fenómeno que quiero decirles que estamos en todas, desde el Sillón de Rivadavia hasta pegando ladrillos, en todas partes. Quiero decirles que la experiencia de mujeres construyendo no debería llamarnos la atención, somos por esencia constructoras, constructoras de vida, constructoras de familias.
Luego fuimos a visitar un laboratorio del Estado también, donde se fabrican genéricos para atención primaria de la salud, un orgullo de los rionegrinos, pueden mostrarlo con orgullo, de la misma manera que van a mostrar con mucho orgullos los resultados de esta Universidad de Río Negro, (APLAUSOS), que va a tener un gran desafío, el desafío de vincular lo académico a lo productivo, algo que muchas veces no hemos logrado los argentinos, y que sin embargo es el modelo a llevar en todas las sociedades desarrolladas, siempre lo académico en la Argentina, por distintas circunstancias, estuvo como separado de lo económico, del desarrollo del modelo productivo, quizá porque hacía mucho tiempo que no encontrábamos un modelo de producción. Pero creo que el gran desafío que tiene esta Universidad incipiente y el resto de las universidades argentinas, es precisamente vincular el conocimiento, vincular lo académico con la producción, para generar riqueza y trabajo para los argentinos. Siempre hubo una suerte de prejuicio desde lo intelectual en hablar del dinero, de la riqueza o de las empresas, tenemos que romper ese tabú porque es imprescindible que vinculemos el conocimiento junto a los empresarios, sobre todo en provincias como Río Negro, donde su producción es tan diversificada y puede alcanzar de ser premier productor de peras y manzanas hasta productor de reactores nucleares, esto se produce en muy pocos lugares en la República Argentina, ustedes rionegrinos tienen el orgullo de tener una empresa como INVAP, modelo en el orden internacional. Entonces creo que todas estas condiciones, todas estas aptitudes la constituyen en una región apta para poder promover mayor generación de riqueza y mayor conocimiento. Por eso creo que la Universidad va a tener un gran resultado, no solamente para ustedes, sino también para todos los argentinos.
Yo les hablaba del modelo del Estado, de un modelo que durante mucho tiempo, durante décadas, fue denostado en el mundo, nos acusaban de nostálgicos, de intervencionistas, de que no respetábamos las reglas del mercado, cuando en realidad lo que siempre hemos promovido es la articulación entre lo público y lo privado, pero sabiendo del rol indelegable e insustituible que tiene que cumplir el Estado cuidando, controlando y regulando, para que la sociedad entera pueda ser también promovida, y que la generación de riqueza no sea solamente para unos pocos mientras el resto pone la ñata contra el vidrio, esto es importante remarcarlo.(APLAUSOS) Este modelo en el que siempre creímos, pero no solamente desde la teoría, sino porque fuimos capaces además, cuando la sociedad nos delegó a través del voto su representación para llevarlo delante, de no renunciar y hacer exactamente lo contrario a lo que se había dicho en la campaña electoral, sino al contrario, articular también la confianza pública nuevamente en que la política no es solamente un discurso electoral, sino una práctica y una gestión de gobierno. Y en esto creo que también podemos dar un fuerte testimonio.
Hoy, en un mundo donde los grandes paradigmas que parecían verdades reveladas e irrefutables, donde cualquiera que se oponía o discutía se nos decía que éramos provincianos, provincianos que no entendíamos las altas finanzas o el gran mundo, podemos decirles que estos provincianos de la Patagonia algunas verdades y algunas razones teníamos cuando sosteníamos la necesidad de construir un modelo propio de acumulación, de matriz diversificada, que no negara el mundo externo.
Porque además, creo que hemos podido superar viejas antinomias entre mercado interno y exportación, hemos podido lograr que no solamente la Argentina haya crecido exponencialmente en sus exportaciones, sino que también su sociedad, sus trabajadores hayan mejorado la participación en el Producto Bruto Interno que hoy llega al orden del 43 por ciento. Y esto es lo que vamos a defender en este mundo donde se caen los paradigmas: la actividad económica, el nivel de empleo, la participación de los trabajadores en el Producto Bruto Interno, el empleo y la inversión de los argentinos. (APLAUSOS)
Yo lo decía el otro día cuando presentábamos más de 20 proyectos de Gas Plus. Hemos podido encontrar, pensando y trabajando Estado y empresarios, variables que nos permitan mantener precios internos de competitividad pero, al mismo tiempo, lograr emprendimientos donde haya rentabilidad que incentiven a que los empresarios sigan invirtiendo. Creo que esta es la clave del momento: pensar y atreverse a pensar formas diferentes de articulación entre lo público y lo privado, entre el Estado, los empresarios, los trabajadores, los comerciantes.
Miguel recién hablaba de la concertación, de la necesidad de articular intereses, pero todos tenemos que saber también cuando nos sentamos a una mesa a discutir intereses, que todos tenemos que poner algo, porque en la Argentina hubo un tiempo en el que los que ponían todo eran los que menos tenían y los que se llevaban casi todo eran los que más tenían. Esto es lo que no puede seguir siendo en la economía del mundo y que hemos comenzado a revertir en esta economía de la Argentina a partir del año 2003.
Esta es la clave, una sociedad más armónica, con mayor grado de cohesión social y también en ese desafío los partidos políticos tienen un rol muy importante que cumplir, el rol, como recién decía el señor Gobernador, de pensar y de saltar por encima de la pertenencia partidaria u oportunista del momento. Fíjense, muchos que tal vez creyeron que una fotografía los inmortalizaba para toda la historia, cómo las propias condiciones económicas demuestran que finalmente teníamos razón. (APLAUSOS)
Por eso, creo que todos tenemos que tener la cabeza muy abierta, saber que muchas veces hay que tomar decisiones que no gustan a todos, es imposible en una sociedad en la cual muchas veces los intereses se contraponen, porque es natural, no hay ninguna sociedad idílica y de fantasía en donde todos estén de acuerdo con todos y que cuando un gobierno, provincial o nacional, toma una decisión, el 100 por ciento de la sociedad esté de acuerdo. Porque esto normalmente no sucede cuando se toman decisiones, sobre todo cuando estas decisiones se refieren a los recursos que siempre son escasos.
Normalmente uno puede alcanzar grandes consensos cuando hablamos de educación, cuando hablamos seguramente de sectores en los cuales todos nos sentimos involucrados. Pero, amigos y amigas, cuando se habla de economía, cuando se habla de recursos, muchas veces las decisiones no conforman a todos, porque, obviamente, hay intereses contrapuestos y hay que tener la decisión como gobernantes de tomar estas medidas.
Esto no significa negarse al debate, a la discusión y al disenso, pero también los modelos se explicitan en las elecciones. Cuando uno pone los proyectos políticos a consideración de la ciudadanía y la ciudadanía decide, es entonces cuando uno tiene que gobernar y votar de acuerdo con ese proyecto que fue validado en las urnas. Porque ese es el gran mandante, la urna, la voluntad popular de las sociedades democráticas. (APLAUSOS)
Siempre he creído en la democracia, sobre todo porque como todos ustedes saben, pertenezco a una generación, como muchos de ustedes, que no se creó, vivió y militó en una sociedad donde los argentinos podían votar y decidir cada dos años y en donde sucedieron cosas muy terribles. Allí veo un pañuelo blanco sentado en primera fila (APLAUSOS), vaya a través de ella mi reconocimiento a todos aquellos que entregaron sus vidas por sus convicciones y sus ideales y también quiero acompañar en el dolor a sus familiares, algunos de los cuales me recibieron hoy cuando llegué aquí, a Río Negro.
Quiero decirles, entonces, a todos los argentinos, que en este momento de gran tembladeral en el mundo, estamos en condiciones más firmes y más seguras que en otras oportunidades y este es el resultado, precisamente, de políticas que hemos aplicado a partir del año 2003, porque creamos una economía real. Y en el tiempo de la economía real, esta burbuja que vivió el mundo a partir de esa suerte de capitalismo financiero despiadado, lo vivió la Argentina también durante la década pasada cuando el país nos estalló en el año 2001.
Hemos hecho desde allí el aprendizaje de saber que lo que realmente perdura, que lo que realmente vale es la economía real. Y cuando hablamos de economía real, ¿de qué estamos hablando? Estamos hablando de la producción y del trabajo, estamos hablando del capital que para generar riqueza tiene que pasar por el circuito de la producción de bienes, de servicios y de conocimiento, que el dinero no se empolla, que uno no se sienta arriba de él y se produce por sí solo, que hay que hacerlo producir a partir de invertir en nuestro campo, en nuestra industria, en nuestras actividades de servicios, pero, esencialmente, en un modelo de economía real de producción y de trabajo.
Creo que este es el gran resultado de estos años que hemos vivido y creo que, además, debemos profundizar también ese modelo. Por eso hoy, en este momento de crisis internacional, nuestro deber como dirigentes políticos de la Argentina, es cuidar el trabajo de los argentinos, cuidar la inversión de nuestros empresarios y de nuestros comerciantes.
Por eso, como lo decía el otro día en la presentación de Gas Plus, comercio administrado, que significa poner salvaguardas para que nuestros productos, para que nuestros trabajadores sigan conservando el empleo y nuestras empresas sigan también con capacidad de inversión y de producción.
Hoy aquí, en Río Negro, hemos firmado importantes convenios que significan también el rol del Estado en lo que hemos insistido una y otra vez y que vamos a profundizar aún más: el rol de la infraestructura, de la obra pública. No lo inventamos nosotros, fue hace muchos años también cuando hubo una gran depresión allá en el '30, el famoso New Deal, de Roosevelt que, además, nos va a ayudar a nosotros, a los argentinos, a seguir dotándonos de la infraestructura económica y social que tanta falta nos hace, pero que también y al mismo tiempo, nos va a permitir mantener el nivel de actividad económica que es mantener el empleo de los argentinos.
Y esto nos debe encontrar con mucha serenidad, con mucha tranquilidad, pero con mucha responsabilidad y, por sobre todas las cosas, con una inmensa convicción y un intenso patriotismo que exige que todos los sectores, absolutamente todos los sectores, se den cuenta que ya no es posible someter a la sociedad a lo que se le ocurra a uno o a otro, sino, precisamente, en momentos de grandes dificultades internacionales, aunar esfuerzos, juntar recursos, no solamente de los materiales, sino también de los intelectuales, de los que ayudan a pensar y a resolver los problemas. Porque a ver, creo que cuando nos eligen lo hacen no para crear problemas, sino para resolverlos y que ese es el rol que debemos tener todos aquellos que por el voto popular ocupamos una banca, un sillón de intendente, de gobernador o de presidente. Esto es lo que la Argentina y su sociedad exigen a sus dirigentes políticos, empresariales, sindicales y sociales: responsabilidad y patriotismo. Es la hora en la que todos los argentinos debemos pensar, por sobre todas las cosas en nuestro país.
Yo quiero en este día muy especial y tan patagónico, agradecer especialmente, porque me conmovió el afecto y el cariño con que me recibió esta ciudad, señor Gobernador, señor Intendente, y, sobre todo el de sus jóvenes, la inmensa cantidad de jóvenes que hoy vi en las calles acercándose, mujeres también, muchas y jóvenes, la Patagonia es joven, Río Negro es joven; quiero agradecer a todos el afecto y el cariño con el que me han tratado y las cosas que me han dicho que ayudan, aunque ustedes no lo crean, a llenar el corazón y el espíritu. Siempre es necesario recibir la palabra de aliento o de afecto, no para creérsela, como digo yo, ustedes saben que no soy así, pero sí, fundamentalmente, para sentir que los argentinos estamos todos un poco más cerca, más próximos, que es lo que necesitamos para seguir construyendo el país que nos merecemos.
Muchas gracias y muy buenas noches a todos, los quiero mucho y les agradezco mucho el día de hoy que va a seguir mañana en otro gran encuentro que vamos a tener para hacer un acuerdo entre las provincias frutihortícolas.
Muchas gracias, muchas gracias Río Negro, gracias. (APLAUSOS)
