politica y actualidad argentina

¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
politica y actualidad argentina

politica y actualidad de la argentina y latinoamerica


    del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?)

    GABY
    GABY
    Admin


    Femenino Sagitario Gato
    Mensajes : 4463
    Puntos : 16355
    Reputación : 3
    Fecha de inscripción : 12/08/2011
    Edad : 48
    Localización : catriel-rio negro

    del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?) Empty Re: del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?)

    Mensaje por GABY Mar Oct 16, 2012 12:55 am

    Los riesgos de un dólar libre
    Las restricciones vigentes sobre la compra de dólares han reavivado antiguos miedos y enturbiado el humor social de la clase media.


    Los temores, a pesar de ser comprensibles dada la historia económica argentina, parecen ser infundados si tomamos en cuenta los datos concretos.
    Tras décadas de un modelo financiero neoliberal finalmente el Estado intervino frente a las presiones desestabilizadoras del mercado.

    Es necesario recordar que si existieron hiperinflaciones, corralitos, devaluaciones abruptas, recesiones y crisis financieras de todo tipo, estas se debieron mayormente a crisis de balanza de pagos (escasez de dólares), fuertemente exacerbadas por la desregulación del mercado.

    Pensar que estamos viviendo una crisis simplemente porque no podemos comprar dólares para atesorar es un error.

    Contrariamente, al evitar la compra compulsiva de dólares podemos eludir la tan temida crisis.

    En otras palabras: hoy es posible comprar dólares para atesorar a través de bonos del gobierno a $ 5,78, mientras que todas las exportaciones, importaciones y gran parte del turismo cotiza al dólar oficial.

    Liberar las compras implicaría un dólar, como mínimo, a 5,78 para todo tipo de bienes y operaciones.
    Esto desataría fuertes presiones inflacionarias y la consecuente caída de salarios, ¿sería este último escenario un buen negocio para la clase media?


    En general solemos ver los fenómenos económicos desde una visión estática e individualista.
    Nuestros actos particulares nos parecen ajenos a todo mecanismo social, sin consecuencias sobre el todo que formamos junto a los demás.

    Nadie considera a la velocidad máxima establecida en una avenida como un atropello a su libertad de circulación, ya que todos entienden que dicha restricción persigue el bien común.
    Los argentinos nos quitaremos una pesada carga de encima cuando comprendamos que lo mismo sucede con el mercado cambiario.

    Por: Estanislao Malic

    http://tiempo.infonews.com
    //////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
    Las divisas al servicio del desarrollo nacional
    Entre 2006 y 2011, la compra de divisas con fines de atesoramiento alcanzó un volumen cercano a U$S 50 mil millones, equivalente al total de las reservas acumuladas por el Banco Central o al 15% del total exportado en igual período.


    Entre agosto y octubre de 2011, se fugaron U$S 5700 millones, en el marco de una fuerte presión devaluatoria, en pleno período prelectoral.
    Los efectos negativos de la compra de dólares son aún más significativos que el impresionante monto fugado, ya que esos dólares no se utilizan para pagar insumos importados necesarios para sustentar el círculo virtuoso de desarrollo con inclusión, ni para pagar deuda, en línea con la política de desendeudamiento implementada desde 2003.

    Por el contrario, o van a financiar las economías de los países en cuyas entidades financieras se depositan (en el caso de constituir depósitos en el exterior) o van a parar "abajo del colchón"; siempre debilitando la economía que, a través de sus exportaciones, producto del trabajo de todos los argentinos, ha posibilitado su generación.
    Además, conlleva, de no controlarse a través de medidas como la limitación a la compra de divisas para atesoramiento, el riesgo de erosionar una de las fortalezas del modelo económico vigente, como es la acumulación de reservas, que garantiza el sostenimiento de la política cambiaria sin tener que recurrir al endeudamiento externo.
    En el actual contexto, donde tanto se debate sobre la conveniencia de los controles a la compra de divisas, se vuelve necesario tener presentes no sólo los antecedentes que precedieron a la decisión política de su implementación, sino además las consecuencias lesivas para el desarrollo económico nacional y la soberanía política del país, que acarrea esta preferencia por el dólar como reserva de valor por parte de un sector de la población con capacidad de ahorro, de no mediar la intervención del Estado.
    También hay que tener en cuenta que la dolarización del ahorro tiene una larga raigambre cultural en nuestro país y, por lo tanto, constituye una pauta de conducta que no es modificable en el corto plazo, de modo que requerirá una intervención sostenida que deberá complementarse, entre otras cosas, con la generación de alternativas atractivas de ahorro en pesos que resulten beneficiosas para el país, como las opciones financieras que se encuentran desarrollando actualmente la Comisión de Valores y que permitirían canalizar el ahorro nacional hacia la producción.
    Por: Fernanda Vallejos

    http://tiempo.infonews.com
    GABY
    GABY
    Admin


    Femenino Sagitario Gato
    Mensajes : 4463
    Puntos : 16355
    Reputación : 3
    Fecha de inscripción : 12/08/2011
    Edad : 48
    Localización : catriel-rio negro

    del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?) Empty Re: del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?)

    Mensaje por GABY Mar Oct 16, 2012 12:34 am

    La parábola del cepo a la insulina
    En el caso de que un grupo de empresarios decidiera comprar todas las partidas de insulina que existen en las farmacias del país y decidieran arrojarlas al mar, generando el desabastecimiento de este medicamento para los pacientes que las necesitan; pueden existir dos posiciones.


    Por un lado aquellas personas que justifiquen esta actitud en nombre de la libertad.
    La otra, una postura más racional, la de aquella gente que le reclame al Estado la regulación de dicho mercado con el propósito de que todos aquellos pacientes que necesitan insulina, puedan adquirirla.
    El primer grupo de personas denominará a esta segunda alternativa con el nombre de "cepo a la insulina".

    Ahora bien, ¿y si en lugar de que este grupo de empresarios compre las insulinas para tirarlas al mar, decidan finalmente comprar dólares para fugarlos al extranjero?
    El resultado sería que escasearían las divisas para pagar deuda externa y seguir con el proceso de desendeudamiento externo y para comprar productos importados fundamentales para el crecimiento económico y la generación de puestos de trabajo como las máquinas de las fábricas, entre otros.

    De nuevo, existirá un grupo de gente que, en nombre de la libertad individual, dirá que el Estado Nacional no debe hacer nada, conduciendo a la economía argentina a una crisis económica debido a un estrangulamiento del sector externo.
    En contraposición, el gobierno nacional, y para evitar un colapso económico de la Argentina, decidió regular el mercado cambiario asignando las prioridades en la utilización de las divisas (de la misma manera que le pediríamos la fijación de prioridades para la utilización de insulinas).

    En este sentido, la regulación consiste en el establecimiento de normas, reglas o leyes para mantener el orden, llevar un control y garantizar los derechos de todos los integrantes de una comunidad dada: en este caso la Argentina.
    Es decir, la regulación del mercado cambiario por parte del Estado Nacional permite los equilibrios macroeconómicos necesarios para seguir sosteniendo la expansión del producto y los puestos de trabajo de los argentinos.
    Del otro lado, y apuntalados por el Grupo Clarín, instalan la idea de la existencia del "cepo" cambiario con el objetivo de la desregulación de los mercados y la no intervención del Estado para conducir a una maxidevaluación de la moneda nacional que beneficiaría a los sectores agrícolas-exportadores en detrimento de la mayorías de todos los argentinos.
    Por: Santiago Fraschina

    http://tiempo.infonews.com
    //////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
    soberanía monetaria
    Una batalla de peso
    La presidenta Cristina Fernández de Kirchner sostuvo con razón que la pesificación "es una batalla cultural".


    Un mix convulsivo y de revoluciones extranjeras (la industrial en Gran Bretaña y la política en los Estados Unidos en 1776, y la civil en Francia en 1789) fueron parte de las causas exógenas que dieron lugar a la independencia argentina.
    Los motivos endógenos: que los criollos se atrevieron a poner en duda lo establecido, a "romper con lo posible pensable".
    Y es justamente eso lo que se propone hoy respecto a nuestra economía.

    Durante mucho tiempo y hasta hace algunos pocos años, nos proponían a los argentinos ceder la soberanía monetaria y acoplarnos a los supuestos beneficios de la moneda del país con mayor porcentaje de participación en el PBI del planeta: Estados Unidos.
    Esto nos hubiese colocado en franca dependencia del comportamiento de los ciclos económicos de ese país, recordando las nefastas épocas del pacto Roca-Runciman de 1933 y la subordinación con Gran Bretaña.
    La idea era propuesta desde sectores de alta influencia en el Estado y se apoyaba en las sucesivas crisis financieras de nuestra historia, y en la conciencia ciudadana sobre la cobertura protectora del dólar, sin lugar a dudas muy superior a cualquier país de la región, pero nada más.

    Y es que en los hechos, los últimos ejemplos de dolarizaciones en Ecuador y Panamá no fueron desde ningún aspecto experiencias favorables para sus economías.

    La presidenta Cristina Fernández de Kirchner sostuvo con razón que la pesificación "es una batalla cultural".
    El gran desafío que tenemos es seguir consolidando nuestra moneda para que no solo sea una unidad de cuenta o un medio de pago sino que pueda transformarse en un "instrumento de reserva de valor", de ahorro.

    Porque en 2001, como casi 200 años antes, la crisis desnudó las inconveniencias del modelo que se llevaba a cabo y se volvió a poner en tela de juicio lo posible pensable.
    Derribamos muchos mitos instalados en nuestro país y en nuestra cultura.
    Así pudimos nacionalizar los fondos de las jubilaciones; recuperar YPF y Aerolíneas Argentinas; promover la industria nacional y generar trabajo, lo que permitió recuperar la solvencia fiscal, tener superávit y vivir sin endeudarnos hasta la médula.
    Pudimos bajar la deuda pública bruta (no sólo la privada) del 166% del PBI en 2002 al 41,8% en 2012; y la deuda externa del sector público, que en 2002 equivalía al 95,2% del PBI, pasó a ser hoy del 14,2 por ciento.
    Logramos que la deuda extranjera, que hace diez años representaba casi 12 veces el nivel de las reservas, y hoy tan sólo la duplique; y que de ese monto, menos de la mitad sea en dólares y sólo el 10% en euros.


    Lo que sucedió desde entonces fue que Argentina entró en una nueva etapa en la que muchas de esas construcciones culturales fueron cayendo y se comenzaron a instalar nuevas ideas, nuevos posibles; más justos, más soberanos, más acordes a los intereses de todos los argentinos.

    Probablemente algunos sectores tradicionales no valoren nunca el esfuerzo por recuperar nuestra moneda y por avanzar en la formalización de la economía, en el claro aspecto tributario.
    Y también es cierto, como dijo el estadounidense Upton Sinclair, que "es difícil conseguir que un hombre comprenda algo, cuando su salario depende de que no lo comprenda".
    Pero todo buen administrador sabe que la economía está basada en decisiones que generan impacto y reacomodamientos, que muchas veces no son palpables en lo inmediato.
    Para los que sostienen que se podría haber avanzado a largo plazo y que no era necesario afrontar una decisión política de estas características, nada mejor que la respuesta del propio padre del Estado de Bienestar, John Keynes, quien sostenía con claridad meridiana: "El largo plazo es una guía errónea para comprender el presente." Quienes se oponen a esta idea, seguramente tampoco verán que tras la decisión de pesificar la economía, hay sectores como el inmobiliario, el automotriz y el turístico, que ya han readecuado su actividad a los nuevos desafíos.

    El Nobel de economía en 2008, Paul Krugman, sostiene: "Hay consecuencias distributivas en todas las políticas; el tema central es si algunas políticas han simultáneamente incrementado la inequidad, beneficiando a los de ingresos más altos, y hecho daño a la economía."
    En Argentina vemos claramente que eso no sucede ya: los cambios estructurales que se plantean desde 2003 son políticas inclusivas, desarrollistas y con equidad social. Es necesario seguir creando y afianzando las condiciones políticas e institucionales que fortalezcan la estabilidad macroeconómica del país.


    Es con ese objetivo que se decidió la restricción de prestar en dólares por parte del sistema financiero, excepto para quienes reciben ingresos en moneda extranjera; y la pesificación voluntaria de los saldos de deuda externa del sector público.
    También lo es la reducción de la participación de la moneda estadounidense en nuestra economía.

    Hasta la Convertibilidad, según datos del BCRA, el 56% de los depósitos eran en dólares y en el periodo 2005-2011 los mismos se redujeron a sólo el 13 por ciento.
    En el caso de los préstamos, eran el 65% en dólares en los '90 y en el período 2005-2011 bajaron al 14 por ciento.
    Y si tenemos en cuenta la relación con el PBI de los mismos dólares, antes representaban el 15% y ahora sólo el 2,5 por ciento.
    Por otra parte, es importante destacar que el grado de monetización de la economía se mantiene en los últimos años en el orden del 16% promedio, muy por encima de las últimas dos décadas (1981-2001) en las que no se llegó al dígito.

    Este dato implica un auspicioso retorno paulatino de los argentinos hacia su moneda.

    Llevará tiempo pesificar la economía y hacer del peso no sólo una moneda de uso sino también una de reserva, como sucede con el real en nuestro admirado hermano país de Brasil.
    Pero estamos convencidos de que es una batalla cultural que hay que dar ahora pensando en el futuro.
    Como dijo Néstor Kirchner en la asamblea legislativa el 25 de mayo de 2003: "Nadie piense que las cosas cambiarán de un día para el otro y sólo porque se declamen. Un cambio que pueda consolidarse necesitará de la sumatoria de hechos cotidianos que en su persistencia derroten cualquier inmovilismo, y de un compromiso activo de la sociedad en ese cambio".

    Seguramente no fueron los inconvenientes presentes en los que pensó el General San Martín cuando decidió cruzar los Andes en 1817, ni Yrigoyen cuando promulgó la Ley Sáenz Peña en 1912; tampoco Perón mientras encaró las transformaciones sociales y económicas en las décadas de 1940 y 1950, y mucho menos las madres y abuelas de Plaza de Mayo, con sus marchas diarias y búsqueda de justicia durante más de 30 años.
    No estaban pensando en el presente sino en el futuro.
    No estaban pensando sólo en sus intereses sino en el bienestar general; en la construcción de un país fuerte, libre y soberano para el beneficio de todos los argentinos.
    Por: Fernando Yarade
    Contador y magíster en administración y finanzas; ex ministro de Economía de Salta.

    http://tiempo.infonews.com
    GABY
    GABY
    Admin


    Femenino Sagitario Gato
    Mensajes : 4463
    Puntos : 16355
    Reputación : 3
    Fecha de inscripción : 12/08/2011
    Edad : 48
    Localización : catriel-rio negro

    del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?) Empty Re: del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?)

    Mensaje por GABY Lun Oct 15, 2012 11:53 pm

    Avanza la pesificación en la Argentina

    Durante los últimos meses se multiplicó la venta de propiedades en pesos. La excepción es la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en la que están muy arraigadas las operaciones en dólares.

    El interior del país, lejos de especular sobre el futuro de los controles oficiales al dólar, picó en punta con la pesificación de las operaciones inmobiliarias y empezó a empujar el índice nacional, incluso ante la inacción de Buenos Aires.
    En los últimos meses, casi siete de cada diez propiedades a nivel nacional se vendieron en pesos, pero con un pobre aporte de la capital del país, el distrito con mayor volumen de inmuebles a la venta.
    "Hoy, tenés provincias como Tucumán, con el 92% de sus operaciones pesificadas, y Buenos Aires, con menos del 25%", explicó a Tiempo Argentino Carlos Rovitti, titular de la Cámara de Empresas Inmobiliarias de Rosario (Cadeiros), y agregó que "estamos yendo hacia un mercado totalmente pesificado porque, más allá de que uno esté o no de acuerdo con el control al dólar, si el gobierno dice que tenemos que vender en pesos, y si dice que tenemos que vender en rupias, lo hacemos, esto es un negocio".
    Cadeiros dio a conocer ayer un informe de agosto que asegura que crecieron en Rosario un 53% las ventas de departamentos, pero lo más llamativo es la evolución del peso: en julio, un 66% de las operaciones fueron en moneda local; y en agosto el porcentaje subió al 72 por ciento. Si se miran los números globales de Santa Fe, el porcentaje baja al 65%, porque la ciudad capital se pesifica a ritmo más lento.
    "Lo que tienen que entender en Buenos Aires es que el que vende en dólares, no es más vendedor, hay que unificar la moneda, e incluso ya estamos tasando en pesos", explicó Rovitti, y agregó que "en Buenos Aires hay algo de especulación y, además, "el precio del terreno, que es en dólares, es allí un 40% de la inversión total, mientras que en el interior está entre el 15 y 18 por ciento".

    Mendoza, otro de los grandes mercados, avanza hacia el 60% del total pesificado. "El mercado se acomoda lentamente al peso, hoy, el 80% de las operaciones menores a $ 500 mil se hacen en pesos, y en las que superan ese valor, un 50% se vende en moneda nacional", dijo a este diario Santiago Debe, titular del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Mendoza.
    "Hay una tendencia a ir remplazando el dólar, pero Buenos Aires tiene el problema que, desde la tablita de Martínez de Hoz, se dolarizó y ahora no quiere salir". Cabe destacar que el 25% de Buenos Aires se conforma, en su mayoría, de inmuebles nuevos o de pozo, y muy poco en usados.
    Juan Martín Dahán, del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Córdoba, detalló que "ha aumentado la venta en pesos, los nuevos casi todos venden en pesos y el usado tiene más resistencia". A la vez, explicó que "con la escasez de dólares se está viendo quiénes son los propietarios que necesitan vender y quiénes no".
    Por: Leandro Renou

    http://tiempo.infonews.com

    del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?) 50515671207a6_200x371
    GABY
    GABY
    Admin


    Femenino Sagitario Gato
    Mensajes : 4463
    Puntos : 16355
    Reputación : 3
    Fecha de inscripción : 12/08/2011
    Edad : 48
    Localización : catriel-rio negro

    del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?) Empty Re: del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?)

    Mensaje por GABY Lun Oct 15, 2012 11:51 pm

    El gobierno llevará a la justicia a los que presionan sobre el dólar

    Tras dos semanas de distorsiones en el mercado cambiario, el gobierno estudia una serie de presentaciones ante la justicia al detectarse la existencia de mesas de dinero en grandes empresas cuyos fondos apuntan a provocar una tensión en el mercado cambiario. “Obtienen gente que puede comprar dólares en el mercado oficial porque está habilitada por la AFIP, y esa plata termina volcándose al paralelo. No es una demanda genuina del tipo que va a comprar los dólares, los adquiere para un tercero. Tenemos casos bastantes pesados”, explicó una fuente íntimamente relacionada con el tema y que pidió no identificarse. Entre las nuevas modalidades, los organismos encargados de controlar el mercado cambiario detectaron que entidades bancarias autorizadas montaron estructuras paralelas a través de cooperativas o mutuales de crédito para operar en el mercado ilegal. “La famosa cueva que antes era un piso alquilado por Juan Pérez, hoy las han estructurado desde entidades financieras que tienen vinculación con algunas cooperativas o casas de cambio, donde se falsea el objeto de bien común de la cooperativa o mutual y se las utiliza para cuevas”, señaló la fuente. Entre los casos detectados sobresale el de una firma que realizó giros al exterior por U$S 40 millones. “Apuntamos al conjunto, no sólo a la empresa que realiza estas operaciones sino a las entidades que las facilitan”, agregó.
    Con todo, las empresas optan mayoritariamente por el mecanismo conocido como “contado con liqui”, una operatoria completamente legal. Consiste en la adquisición de bonos con pesos en el mercado local para luego liquidarlos en el exterior a través de un intermediario, cumplido el plazo legal de 72 horas. Si bien se trata de un mecanismo relativamente simple, implica el acceso a una cuenta en el exterior, por lo cual es ajeno a la mayoría del público que opera en el segmento minorista (ver infografía).
    En este sentido, consultados por Tiempo Argentino, diversos analistas financieros coincidieron en que la evolución del mercado de bonos argentinos dolarizados muestra actualmente una dinámica superior a la de los bonos en pesos. Si bien puede haber caídas generalizadas, la de algunos bonos dolarizados, como el Boden 2012, el Bonar X o el Boden 2015, es menor porque se los emplea para sacar dólares y por eso tienen una demanda mayor. Según datos oficiales, el contado con liqui mueve actualmente unos U$S 25 millones por día.
    Uno de las dificultades que encierra este tipo de mecanismo es que muchas veces no son las personas que fugan divisas las que aparecen en la operatoria. Por el contrario, en muchas ocasiones se utiliza a personas que tienen la capacidad patrimonial para operar y cuando llegan al tope legal se las remplaza por otras.
    Ampliamente dimensionado por los medios en los últimos días, el mercado paralelo continúa siendo un segmento residual que moviliza aproximadamente el 2,5% de los montos operados en el sistema oficial. Con los cambios normativos sancionados el año pasado, las operaciones de cambio en el mercado negro dejaron de ser infracciones para considerarse delitos penales (ver p. 4).
    Los medios hegemónicos, y con ellos los sectores de la dispersa oposición, aprovechan la tensión cambiaria alimentada por la especulación de los grandes jugadores económicos para intentar desestabilizar, poniendo en evidencia el componente ‘político’ del intento de corrida.
    Los sectores económicos que más se beneficiarían con una devaluación, aquellos más dinámicos en cuanto a las exportaciones, como el agro o determinados segmentos industriales –los siderúrgicos y alimenticios–, buscan agitar el escenario cambiario y capitalizarlo a su favor. “Cuando Galuccio (Miguel, nuevo titular de YPF) llegó a la empresa, lo primero que dijo es: ‘Quiero que YPF deje de funcionar en Puerto Madero con la mesa de dinero, y que funcione en cada refinería y puesto petrolero.’ Las empresas líderes manejan hoy una mesa de dinero marginal. Cortar con eso requiere cambiar las normas y una mayor presencia del Estado”, concluyó la fuente


    del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?) 4fc192e96f48b_538x120

    La cifra - 40
    son los millones de dólares que llevó al exterior una empresa en una sola operación que está siendo ahora investigada por los organismos de control.
    Por: Ignacio Chausis
    http://tiempo.infonews.com
    GABY
    GABY
    Admin


    Femenino Sagitario Gato
    Mensajes : 4463
    Puntos : 16355
    Reputación : 3
    Fecha de inscripción : 12/08/2011
    Edad : 48
    Localización : catriel-rio negro

    del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?) Empty Re: del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?)

    Mensaje por GABY Mar Ago 14, 2012 5:51 am

    LA IMPOSTERGABLE NECESIDAD DE RECUPERAR LA RENTA AGRARIA

    La reciente discusión mediática, frívola y despojada de contenido que se da en torno a la tenencia y valor del dólar en la Argentina nos aleja de planteos de fondo que conduzcan a comprender cuál es la esencia de la cuestión y sus verdaderos responsables.

    Los argentinos hemos visto explotar en lo últimos meses un problema que se venía gestando hace ya varios años: desde la sanción de la ley de Convertibilidad. Al existir la posibilidad, autorizada por ley, de convertir pesos en moneda extranjera, las empresas multinacionales radicadas en el país han remitido a sus casas matrices o a paraísos fiscales sus ganancias en dólares dejando desprovisto de divisas al Estado Nacional para, entre otras cosas, hacer frente al pago de deudas y a la importación de bienes necesarios. Tal es así que en los últimos cuatro años se han transferido aproximadamente sesenta y siete mil millones de dólares[1] al exterior y solo en 2012 la suma fue de veintidós mil millones de dólares.

    En lugar de explicar cual es el proceso de drenaje de renta nacional al exterior en manos de algunos monopolios, para entonces poder combatirlo desde el Estado, a los argentinos de buen entender quieren hacernos creer que es la avidez ahorrista de alguna señora concheta de la quinta sección mendocina o el viaje a Punta del Este de algún tilingo porteño lo que ha generado la sequía de dólares, aumentando su valor y generando altas tasas de inflación. El chiquitaje no es el problema.

    Nos proponemos entonces, indagar las causas del mismo, haciendo principal hincapié en el uso y tenencia de la renta agraria.

    La crisis que están atravesando los países centrales es evidente: al déficit de las cuentas públicas se le suma el constante endeudamiento, soportado en última instancia por los trabajadores que ven día a día reducir sus salarios (si es que ya no los han despedido) víctimas de un brutal ajuste.

    Por estas costas, las medidas heterodoxas, contracícliclas, en defensa del interés nacional, llevadas a cabo por el conjunto de los países latinoamericanos han impedido que los coletazos de la crisis nos hundan en su miseria. Sin embargo, algunos índices, tales como la disminución de reservas, el aumento de la inflación y de la transferencia de renta al exterior, demuestran que para no retroceder en lo obtenido es necesario ir aún por más.

    Hoy la Argentina necesita de abundante cantidad de dólares para enfrentar, por un lado pagos de importaciones que derivan de un ajustado déficit en la balanza comercial energética, y por otro para solventar pagos de deuda sin tener que recurrir a las reservas del Banco Central. Los dólares ingresan a la Argentina fundamentalmente del cobro por exportaciones y si bien en el último período las exportaciones de manufacturas de origen industrial han superado a las de origen agrario, históricamente hemos sido exportadores de alimentos y materias primas. “Tenemos el máximo histórico de participación de MOI en el total exportado con un 34 %, mientras que las MOA representaron el 32% del total exportado”, dijo Giorgi en un comunicado.

    El asunto entonces, es saber quienes tienen esos dólares.

    De las veinte empresas que más exportaron durante el 2011, once son cerealeras y lo hicieron por un monto total de $10.527 millones de dólares, uno de cada cuatro dólares que ingresan al país les pertenece:

    1º Cargill (Aceitera – EE.UU.): 3.247 millones de dólares.

    2º Bunge Argentina (Aceitera con sede global en White Plains, New York): 2.948,39 millones de dólares.

    3º Aceitera General Deheza: 2.254 millones de dólares.

    4º Louis Dreyfus Argentina (Cerealera - Francia): 2.076,49 millones de dólares.


    Estas empresas fueron siempre comerciantes intermediarios, dirigen la “tubería de granos”: desde el agricultor al consumidor extranjero; nunca fueron dueñas de grandes plantaciones, lo cual es una gran ventaja ya que no son ellos, sino los agricultores los que corren riesgos ante la caída de los precios. Las compañías cerealeras ganan dinero, suban o bajen los precios. Tienen participación además, en los bancos, la industria naviera, hoteles, minería, fabricas de acero, establecimientos ganaderos, industria molinera, ferrocarriles, puertos, etc.

    Ahora bien, si estas grandes empresas reinvirtieran sus dólares en aumentar la producción y cooperar a la industrialización, no nos resultaría molesto su accionar e incluso esta nota no tendría demasiado sentido. El problema está en que cuando entran los dólares por una ventanilla, salen inmediatamente por otra al exterior. Esto se puede hacer mediante la fuga de capitales (lo cual es ilegal) ya sea por subfacturación o triangulación comercial nociva, o mediante una simple transferencia, lo cual es mucho más peligroso ya que está permitido por nuestra legislación que aún no ha sido modificada de fondo.

    Son autores de evasiones millonarias, en 2009 Cargill y Bunge fueron acusadas por la AFIP por haber evadido 827.053.880 de dólares en concepto de Impuesto a las Ganancias.

    Estas empresas han constituido un oligopolio que ha sobrevivido por más de 150 años extrayendo renta generada en suelo y por manos argentinas; derrocando presidentes y apoyando ya sea golpes cívico-militares o democracias constitucionales que les eran funcionales. La diferencia para ellos da igual, sus lealtades son borrosas. Así lo explica Dan Morgan: “Es común que las compañías cerealeras se ven a si mismas como neutrales en las modernas lucha ideológicas y políticas”, para eso tienen a sus representantes que ya sea por izquierda, (Hermes Biner), por derecha (Macri y Biolcati de la Sociedad Rural), o por bruto (Julio Cobos) repiten sus consignas, que a la hora de discutir la distribución de la renta del sector atacan a la porción que queda en manos del Estado sin aludir jamás a la que retienen los comercializadores, que dominan desde la tranquera hasta el barco.

    Frente a esto es impostergable que la Argentina termine de abandonar la década del 90, saliendo definitivamente de la convertibilidad y derogando toda la legislación menemista - delarruista, reapropiándonos de nuestra renta a partir de, por ejemplo, la creación de un organismo dependiente del Banco Central que canalice los pagos en dólares por exportaciones, reteniéndolos y trasformándolos en pesos para los exportadores.

    Los argentinos podríamos reconvertir la renta agraria para el desarrollo de la industria, el tendido de líneas férreas a lo largo y a lo ancho de Latinoamérica, el desarrollo minero y petrolero con cuidado del medio ambiente contemplando un plan de reforestación.

    Para esto es necesario que no solo la presidenta, sino el movimiento nacional, tantas veces castigado y humillado, retome sus banderas, y contando entre sus filas con los mejores cuadros explique hasta que aclare.
    [1] http://economia.iprofesional.com/notas/123923-La-otra-cara-de-la-fuga-y-el-por-qu-la-economa-no-colaps-pese-a-que-la-salida-de-dlares-super-las-reservas-del-Central
    por Noelia Navarro- @noelianavarro08
    http://www.rinacional.com.ar



    del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?) Dlar%20cerealeras
    GABY
    GABY
    Admin


    Femenino Sagitario Gato
    Mensajes : 4463
    Puntos : 16355
    Reputación : 3
    Fecha de inscripción : 12/08/2011
    Edad : 48
    Localización : catriel-rio negro

    del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?) Empty Re: del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?)

    Mensaje por GABY Sáb Jun 09, 2012 2:29 am

    El peso popular, aporte a la batalla cultural
    El autor analiza la discusión sobre el ahorro en dólares o en pesos, las distintas conductas y la necesidad de un cambio de escenario.

    Interesante y clave la discusión sobre el ahorro en dólares o en pesos, al que un importante comunicador como Víctor Hugo Morales pone en un nuevo escenario y la Presidenta corona, tomando el guante y definiendo una batalla cultural.

    Ante todo: una batalla cultural remite a tratar de cambiar costumbres que tenían vigencia en un cierto ámbito y que se mantienen inercialmente a pesar que el ámbito ha cambiado. Es decir: lo que llamamos cultura es un conjunto de comportamientos adaptativos a una cierta estructura social y económica, que nos permite en casos sobrevivir y en otros casos tener proyectos positivos.

    El cambio de cultura ocurre como dinámica de nueva sintonía, cuando la estructura cambia. Tratándose de procesos sociales masivos y complejos, está claro que la inercia tiene una gran importancia. Esto es: las cosas pueden estar cambiando y los ciudadanos pueden tener una percepción variable sobre ese cambio, en que si no tienen clara la dirección o no confían en su carácter irreversible, no modificarán sus conductas, o sea su “cultura”.
    Usar el dólar como refugio de valor ha sido a lo largo de la historia del último medio siglo una clara conducta defensiva, frente a la inestabilidad del futuro; la certeza de que los ahorros en pesos se deterioraban frente a la inflación; la convicción verificada que una devaluación periódica daría al dólar un poder de compra superior al del momento de la adquisición original.

    Esa conducta se masificó a medida que se sucedieron las crisis y la macro devaluación del 2002 la convirtió casi en ley moral.
    Por lo dicho, para cambiar esa conducta, previamente hay que cambiar el escenario. ¿Sucedió eso? Parcialmente.

    Veamos:
    . Más allá del petardismo verbal de los liberales y la dura prédica de alarmistas de todo color y pelaje, la inestabilidad de una economía que creció 8 años a más de 7% promedio anual, con un Banco Central capaz de aguantar cualquier ataque especulativo, no es mi comparable con cualquier período anterior.
    . La devaluación brusca no es un hecho esperable, a partir de una administración cambiaria que ha logrado saldos comerciales externos muy positivos, manteniendo una lógica de aumento pautado de la paridad. Con un horizonte que marca una caída importante de las obligaciones de deuda pública externa en 2013 y 2014, no hay razón alguna para imaginar que las autoridades del BCRA debieran cambiar de instrumento.
    . La debilidad está en la forma de mantener el valor. Un estudio reciente, del cual lamento no tener la cita, mostró que comparando inversiones desde 2003 hasta hoy, quien hubiera tenido dólares, hubiera aumentado 100% su tenencia equivalente en pesos. Pero si hubiera invertido en plazo fijo hubiera aumentado 173%. Y si hubiera invertido en la Bolsa, según el índice Merval, hubiera aumentado 400%.
    Lo que creo no señaló ese trabajo es que en términos de poder adquisitivo concreto, las dos primeras opciones representaron una pérdida, solo que el plazo fijo, menor al dólar. Estimo que eso es lo que percibe el ciudadano común y por eso no sale de su cultura inercial, metiendo los dólares bajo el colchón, a pesar que no se beneficia. Se juega a una sola carta: la devaluación que no vendrá.
    Hay una pregunta casi obvia: ¿Y por qué el ciudadano común no invierte en acciones, cuyo resultado de mediano plazo mostró y muestra una ganancia respecto de la inflación?
    Por un par de razones. La primera, que se trata de un mecanismo poco conocido y manejado de manera restringida y concentrada, aún por los grandes bancos. La segunda, porque en la Bolsa argentina cotizan apenas un puñado de empresas, la mayoría grandes corporaciones, respecto de cuya política el ahorrista que piensa en refugio de valor, tiene tanta o más desconfianza que sobre la política económica. Puede profundizarse la investigación de las causas, pero lo efectivo es que la década pasada muestra que la producción tuvo y tiene mucha mayor rentabilidad que las inversiones pasivas y que los ahorristas se inclinaron muy poco a acompañar a través de la Bolsa.

    Del conjunto de lo expuesto se desprende casi como si fuera un silogismo lo siguiente:
    . Para estar en condiciones de librar la batalla cultural proclamada, el gobierno debería hacer algunas cosas más, que muestren que el escenario efectivamente cambió y por ello deben adaptarse las conductas.
    . La primera – aún no mencionada aquí – es frenar la inflación yendo a su causa real y no la sostenida por los economistas tradicionales: el uso de su poder por parte de los formadores de precios. Parece claro que el Gobierno, en todos los sectores donde hay monopolio u oligopolio, que son varios y claves, debe establecer una política mucho más rígida de autorización de precios.
    . La segunda, es construir una opción inversora para el ciudadano medio, que a nivel subjetivo le permita percibir que mantendrá de verdad el valor de sus ahorros. Esta opción no es otra que la creación de una Corporación para el Desarrollo Nacional, sociedad por acciones, que pueda ser, a solo título de ejemplo:
    . Socia inversora en YPF para sus desarrollos futuros, de segura alta rentabilidad.
    . Socia en el Polo Petroquímico de Bahía Blanca para las necesarias ampliaciones de polietileno y polipropileno.
    . Socia controlante de una refinería de cobre, licitando la asociación en minoría de una empresa que provea la tecnología y la operación.
    . Dueña y operadora de un conjunto de plantas lácteas pequeñas que abastezcan todo el norte argentino, que hoy recibe ese alimento desde centenares de kilómetros.

    Menciono estos cuatro ejemplos cuando hay docenas que se pueden listar, para mostrar que esta Corporación debería ser el símbolo – el sinónimo – de la producción industrial, en lo muy grande y en lo pequeño asociado a los consumos locales, que hoy no tiene actores solo por el grado de concentración de la economía, que llega hasta la producción y distribución de alimentos básicos.

    Una decisión como la señalada sería – allí si definitivamente – demostrativa de un cambio de escenario, que permitiría inducir la transferencia de los ahorros hacia el capital productivo, con rentas reales positivas. Tal vez alguien que lea esto estará en condiciones de hacer una encuesta entre tenedores minoristas de dólares, preguntando si no quisieran ser dueños de un pedacito de YPF. Sería interesante que conociéramos las respuestas.
    Bienvenida la batalla cultural. Para darla en condiciones de ganar, bienvenido el cambio estructural, hacia el peso popular volcado a la producción.
    Por Enrique Martínez
    http://www.agenciapacourondo.com.ar


    del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?) ENRIQUE_MARTINEZ_060711
    GABY
    GABY
    Admin


    Femenino Sagitario Gato
    Mensajes : 4463
    Puntos : 16355
    Reputación : 3
    Fecha de inscripción : 12/08/2011
    Edad : 48
    Localización : catriel-rio negro

    del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?) Empty Re: del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?)

    Mensaje por GABY Dom Jun 03, 2012 8:43 pm

    Drogadólar dependiente

    Las operaciones de compraventa de dólares en el mercado marginal son ilegales. Están alcanzadas por la ley penal tributaria, al suponer que ese movimiento de dinero proviene de fondos no declarados al fisco, y por la ley penal cambiaria, que sanciona esas transacciones. Estas condiciones del circuito irregular de divisas no es información confidencial. Pese a que se conocen esas características de una actividad penada por la ley, en estos días analistas y comunicadores sociales han reiterado en varias ocasiones que si alguien recibe la validación de la AFIP resulta conveniente la compra de dólares en el mercado oficial para luego venderlos en el paralelo. La impunidad, la casi nula condena social y la ausencia de una advertencia de compañeros de trabajo a esa convocatoria a la ilegalidad están naturalizadas por el objeto fetiche en cuestión: el dólar.

    El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) con el dólar provoca que desaparezcan represiones y se traspasen límites que se cuidan en otras actividades o negocios, al menos en la forma. Hasta el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, se interesa en que se conozca una insólita reunión que mantuvo con cambistas para “ordenar” la dinámica y la cotización en ese mercado. Es difícil encontrar opiniones aprobando el contrabando o justificando públicamente la evasión impositiva. En cambio, con el dólar todo es válido. Presentar amparos judiciales para comprar 10 dólares; viajar a Colonia para conseguir dólares en el casino, simulando jugar con fichas previamente obtenidas entregando pesos; y hasta hacer contrabando hormiga de divisas a través de Bolivia, Paraguay o Chile. Eso sí, todos los que de una u otra manera participan de esta anomalía luego levantan el dedo admonitorio por la falta de justicia, la corrupción y los niveles de pobreza.

    El TOC con el dólar es un síntoma que se arrastra desde hace años, con manifestaciones de mayor o menor intensidad, pero ahora se ha descompensado a partir de la abrupta medida de la AFIP de impedir la compra de divisas sin importar el monto demandado ni la capacidad patrimonial del interesado. Es una decisión desproporcionada en función de que el régimen de control instaurado a principios de noviembre del año pasado ya había adquirido fluidez y aceptación, o resignación. Como en los tratamientos a los alcohólicos, la terapia de cura es gradual para evitar brotes de desesperación por un shock de abstinencia. Abordar al drogadólar dependiente con esa última estrategia, interrumpiendo casi todas las transacciones de compra de billetes verdes, ha generado un exagerado cuadro de incertidumbre económica. Esta situación se agudiza por la ausencia de una comunicación oficial contundente sobre el origen y el objetivo de la medida, como sí la hubo cuando el Estado recuperó el control de YPF con las exposiciones de Axel Kicillof. Ahora quien explica es Aníbal Fernández.

    A diferencia de otros momentos históricos, en el actual existe más margen para recuperar plenamente la soberanía monetaria afectada gravemente por la convertibilidad, que aún hoy sigue irradiando sus efectos perversos sobre el funcionamiento de la economía. Existe un dato contundente, ocultado por el coro afinado de economistas del establishment que alienta la dolarización y una fuerte devaluación: el dólar ha ingresado en una etapa de declive a nivel internacional. Una referencia ineludible de ese ciclo es la nueva etapa que se abrió anteayer, cuando China y Japón, la segunda y tercera potencias económicas mundiales, comenzaron a intercambiar directamente sus divisas para operaciones comerciales sin emplear el dólar. El movimiento comercial entre ambos países asiáticos demanda un elevado monto de divisas, más de 350.000 millones de dólares al año, que ahora será canalizada con yenes y yuanes.

    La inmensa tarea de ampliar la soberanía monetaria en un contexto internacional convulsionado requiere información precisa, tranquilizadora, regulaciones de compraventa de moneda extranjera que se respeten y explicaciones sobre la disponibilidad de divisas, compromisos de deuda y condiciones económicas locales e internacionales. Además de intervenir en una fuerte disputa política y económica en el terreno del dólar, el Gobierno debe ser consciente de que el TOC con el dólar es un extendido síntoma social más allá de qué sectores compran billetes verdes. Como apuntó el lector Aníbal Perpetua, desde Bahía Blanca, “Argentina es el único país del mundo donde el cemento se vende en pesos, los ladrillos se venden en pesos, la mano de obra se paga en pesos y los departamentos cotizan en dólares”.

    Las manifestaciones de ese trastorno se presentan en forma tan aguda que el resultado de inversiones financieras de los últimos diez años, con el dólar siendo la peor alternativa, es negado. Los economistas Estanislao Malic y Andrés Asiain elaboraron el documento “El dólar, ¿la mejor opción para el ahorrista?” que compara el rendimiento acumulado que obtuvo un ahorrista que optó por invertir en la Bolsa local, accediendo a través de cualquier fondo común de inversión comercializado por bancos líderes –cuyo rendimiento se expresa en la evolución del índice de acciones líderes Merval–, otro que optó por un plazo fijo y un tercero que prefirió comprar dólares (midiendo su cotización al cambio oficial y al paralelo). Tomaron como base enero de 2003 definiendo que los tres invirtieron 10.000 pesos. El análisis de los rendimientos muestra que el ahorrista que compró acciones es el más favorecido debido a que sus ahorros en mayo de 2012 alcanzaron los 43.000 pesos. El que optó por un plazo fijo en pesos (lo menos riesgoso) pasó a tener 21.400 pesos. En cambio para quien eligió el dólar sus ahorros pasaron a representar 13.100 pesos, y si se arriesga a la ilegalidad y busca cambiarlos al valor del paralelo tendría 17.000 pesos. “Es decir, menos aún que quien optó por la tranquilidad de un plazo fijo”, afirman Malic y Asiain, para agregar que el objetivo de ese informe es “desnudar la falsedad de una de las principales fábulas financieras que circulan por la city local, ésta es, que el dólar es la mejor opción de ahorro”.

    Ante la contundencia de este recorrido financiero, economistas de la city argumentan que la corrida hacia el dólar es una estrategia defensiva frente a la inflación. Sólo el TOC con el dólar de sus interlocutores les facilita la tarea a esos profesionales de pronósticos equivocados. Si el objetivo es mantener el poder adquisitivo del capital, además de las opciones financieras mencionadas, el camino es adquirir bienes muebles, inmuebles o cualquier otra mercadería, no la compra de dólares. En un reciente informe de la consultora Econométrica elaborado por Ramiro Castiñeira se afirma que “la inflación explica en buena medida por qué el sector privado prefiere ahorrar en activos externos y preferentemente sin intermediación de instituciones locales, ya sean públicas o privadas”. El aspecto notable de esta sentencia es que en ese mismo documento se destaca que “el sector privado duplicó su tenencia de activos externos de 50 a 100 mil millones de dólares entre 1991 y 2001”. Esos fueron años de la convertibilidad cuando el índice de precios estaba deprimido por el congelamiento cambiario y la apertura importadora indiscriminada.

    En esos años de estabilidad de precios, la tenencia de activos externos del sector privado pasó de 25 a 35 por ciento del PBI, según Econométrica. Esto significa que sin inflación, en la convertibilidad se aceleró la fuga de capitales. “Esta proporción actualmente se mantiene. El sector privado hizo crecer su cartera de activos externos a igual ritmo que la economía”, afirma el informe. O sea, en estos años de inflación no aumentó la proporción de dólares en manos del sector privado en relación con la dimensión de la economía. En el trabajo se menciona que en 2010 los activos de residentes en el exterior sumaban 173 mil millones de dólares, equivalentes al 36 por ciento del PBI.

    La adaptación de una definición del novelista vasco Pío Baroja sobre la existencia de distintas clases de españoles realizada a principios del siglo pasado colabora para acercarse al comportamiento de argentinos con el dólar. Esa conducta se manifiesta en siete situaciones

    1. los que no saben;

    2. los que no quieren saber;

    3. los que odian saber;

    4. los que sufren por no saber;

    5. los que aparentan que saben;

    6. los que triunfan sin saber, y

    7. los que viven gracias a que los demás no saben.

    Estos últimos se llaman a sí mismos “economistas profesionales”, conocidos por su debilidad por el establishment y por circular por los grandes medios con el objetivo de alimentar la ansiedad del drogadólar dependiente.
    Por Alfredo Zaiat
    http://www.pagina12.com.ar
    GABY
    GABY
    Admin


    Femenino Sagitario Gato
    Mensajes : 4463
    Puntos : 16355
    Reputación : 3
    Fecha de inscripción : 12/08/2011
    Edad : 48
    Localización : catriel-rio negro

    del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?) Empty Re: del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?)

    Mensaje por GABY Dom Jun 03, 2012 8:37 pm

    Dolarmanía o la cultura del terror
    Ahora es posible saber, con la sabiduría que da la historia, que la Argentina es inviable si ese nudo gordiano de la cultura del dólar, nacido del terror político y económico, no es definitivamente cortado con la espada de un Estado democrático.


    Nadie estuvo a salvo de la cultura del dólar en la Argentina en el último medio siglo. Y nadie estará a salvo de su extinción. Porque la historia de esa cultura incluye, también, la historia de nuestra barbarie.
    Se podría fijar el comienzo de la historia moderna de la dolarmanía a partir del derrocamiento sangriento de Juan Perón en 1955 y la firma de los acuerdos de Bretton Woods, cuando en agosto de 1956 la dictadura del general Pedro Eugenio Aramburu puso al país bajo la égida del FMI y el Banco Mundial, y lo subordinó al imperio ascendente, los Estados Unidos. A partir de allí, aunque de manera incipiente, la era de las devaluaciones del peso cobró impulso y se inició con ella la era de la extorsión política y económica a los países en vías de desarrollo. Fue la manera de forzar la transferencia de ingresos de las mayorías a las minorías puertas adentro; de endeudarse ad infinitum por el deterioro de los términos de intercambio (materias primas versus productos industriales) puertas afuera, y de aceptar que los centros de decisión política estuvieran en Washington o Nueva York, sede de los organismos financieros internacionales. Fue la manera de vaciar de sentido la política para las grandes mayorías, es decir, de secar las democracias. Ese ciclo dio inicio a una violencia política desmesurada en nuestro país y en toda América latina. Pero la idolatría argentina por “el verde” tuvo un impulso desconocido, a partir de junio de 1975, cuando bajo el Estado policial construido por Isabel Perón y López Rega, su ministro de Economía Celestino Rodrigo impuso una devaluación cercana al 200% y anticipó el saqueo neoliberal iniciado en marzo de 1976 con el Estado terrorista de Videla y Martínez de Hoz. Lo hicieron vía una matanza de argentinos y el reformateo económico que cambió la matriz de la distribución del ingreso nacional que hasta julio de 1975 era la más alta del capitalismo occidental ya que casi el 50% del ingreso nacional iba a los trabajadores vía el salario. Comenzó entonces el violento desmonte de la estructura económica y social de más de medio siglo que había hecho viable y armónica socialmente a la Argentina, basada en un modelo agroindustrial con supremacía del mercado interno, fuertes exportaciones y sustitución de importaciones. Al desmonte se sumó el predominio de la especulación financiera que garantizaba incremento de deuda externa para un dólar barato que fugara o devaluación para engrosar las arcas de los grandes exportadores, con el consecuente deterioro del salario de los trabajadores, vía los ajustes perpetuos.
    Lo cierto es que el terror político –vía desapariciones y asesinatos–; el terror económico –vía la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, la inflación, la devaluación del peso y la desocupación– siempre estuvo en la base de todos los golpes de Estado de la historia nacional: fue un arma central de disciplinamiento social y político de los argentinos. Por eso el reinado del dólar, es decir su supremacía cultural como valor de ahorro de los argentinos, se consolidó durante el Estado terrorista de Videla-Martínez de Hoz, convirtiéndose en el fetiche (deseo desaforado dirigido a un objeto y no a un sujeto) más tremendo de nuestra cultura económica y social. Ese fetichismo, construido sobre una pasión metafísica y religiosa de ahorrar y comprar en una moneda en la cual confiamos por obra de la fe (lo dice el billete de dólar: In God we trust) que imprime la corporación privada militar-bancaria-financiera de los Estados Unidos, denominada Reserva Federal, es la principal rémora del terror político y económico de nuestra historia reciente. La primera señal de que se trata de una cultura del miedo ocurrió con la famosa “tablita” de Martínez de Hoz, cuando se evaporaron los ahorros de millones de argentinos. Fue el antecedente maldito de la Convertibilidad, del uno a uno de Menem-Cavallo, terror con el que volvimos a tropezar en el estallido de diciembre de 2001, cuando se probó con la mayor crisis de nuestra historia que los argentinos no podemos ahorrar en dólares porque en algún momento esa mentira se paga con vidas y bienes.
    La cultura del dólar, por tanto, aparece como el núcleo de sometimiento más tremendo de nuestra historia moderna a la extorsión del poder concentrado extranjero o de los grupos de exportadores que han presionado –vía la devaluación del peso– para transferir ingresos de los sectores más pobres hacia sus arcas, vaciando a los estados nacionales y a la política de sentido. Ese núcleo de extorsión, violencia y desigualdad, de inestabilidad permanente en nuestro desarrollo; de ninguneo y decepción con la política y sus dirigentes nacionales, debe ser desarmado a través de la repesificación del país. Ahora es posible saber, con la sabiduría que da la historia, que la Argentina es inviable si ese nudo gordiano de la cultura del dólar, nacido del terror político y económico, no es definitivamente cortado con la espada de un Estado democrático que vuelve por sus fueros, es decir, por un modelo de bienestar y desarrollo basado en nuestro trabajo, en nuestro ahorro, en nuestra moneda. Hace una década nos despedimos de la Convertibilidad, que nos dejó un país en llamas. Hace siete años apenas –por la convicción de Néstor Kirchner– nos alejamos del cepo del FMI. En 2012, con Cristina Kirchner, parece tiempo de completar la tarea y decirle adiós definitivamente a Bretton Woods. Es hora de conjugar el verbo pesificar para dejar atrás la barbarie.
    por María Seoane
    http://tiempo.infonews.com
    GABY
    GABY
    Admin


    Femenino Sagitario Gato
    Mensajes : 4463
    Puntos : 16355
    Reputación : 3
    Fecha de inscripción : 12/08/2011
    Edad : 48
    Localización : catriel-rio negro

    del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?) Empty Re: del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?)

    Mensaje por GABY Dom Jun 03, 2012 1:07 am

    En esta reflexión queremos introducir algunas variables para complejizar el juicio sobre la cuestión del dólar en esta coyuntura económica que se vio trastocada por las recientes regulaciones en lo pertinente a la compra y venta de divisas. En una nota anterior a principio de año hacíamos una diagnostico, que en esta coyuntura es necesario complejizar y actualizar, aunque no hay elementos que muestren un cambio de rumbo en el modelo económico, al contrario se trata de su profundización y consolidación. En términos de la Presidente del BCRA Mercedes Marcó del Pont: “La Argentina ha venido consolidando un proyecto económico que es muy sólido, que hay que ajustarlo, mejorarlo, que hay que hacerle sintonía fina. Pero que tiene una capacidad endógena de crecimiento, y que le ha permitido ampliar enormemente su capacidad para hacer política económica. Lo que ha significado acumulación de reservas, el uso de reservas, la regulación de la cuenta capital. La Argentina se aisló de todas las movidas especulativas y de los humores de los mercados financieros, lo que ha permitido eliminar el famoso descalce de monedas. Hay mucho de estos cambios estructurales que hablan de otro país.”
    Volviendo al tema de esta nota, para nosotros en la sociedad argentina el dólar ha sido constituido en el imaginario social cual objeto de protección frente a los avatares macroeconómicos. Esto ha sido posible porque en 1977 el ministro de Economía de la Dictadura Genocida, puso en marcha un plan de liberalización del mercado cambiario, y durante los 90´ la economía prácticamente se hallaba dolarizada debido al régimen de convertibilidad.

    Hoy la Argentina se encuentra en un momento bisagra de su historia, donde podrá darle la espalda al modelo neoliberal (1976-2003) y afianzar el Modelo de Crecimiento Ecónomico con Inclusión Social. La reforma de la carta órganica del BCRA va en ese sentido.
    Con respecto a las medidas sobre las divisas proponemos reflexionar sobre las situación contemplando la coyuntura o sea el objetivo del gobierno en el corto y mediano plazo: preservar las reservas del Central. En los últimos 30 días éstas apenas aumentaron USD 300 millones, ubicándose en USD 47.800 millones. En el segundo semestre, ante perspectivas concretas de una mayor volatilidad global, se concentran los mayores vencimientos de deuda (en agosto, USD 2.300 millones por el vencimiento del BODEN12) y además es el período menos superavitario de dólares comerciales.
    Pero por otra parte debemos complejizar la reflexión atendiendo a tendencias de largo plazo, como la necesidad de avanzar hacia la pesificación plena y definitiva de la economía. Así como por otra sugerir el factor ideológico en algunos sectores de la población, ya que efectivamente el dólar no ha sido una buena inversión en los últimos nueve años, de hecho en ese período la divisa verde rindió 170%, y las acciones, 430%.

    Para finalizar queremos dejar explicitados algunos presupuestos básicos a la hora de abordar esta temática:

    *-Solamente el 11% de los argentinos ahorra en dólares.
    *-Un plazo fijo en pesos desde 2003 hasta ahora representa más de un 50% de ganancia. El ahorro en dólares durante el mismo período representa menos de un 10%.
    *-El mercado del dólar paralelo es solamente un 2,5% del mercado de divisas. La mayoría de los que acuden a ese mercado son los que no quieren justificar sus ingresos. Es un mercado ilegal en el que los especuladores ganan plata sin pagar impuestos. En Brasil hay 6 dólares por habitante. El dólar paralelo, en Argentina, es un mercado clandestino y de dimensiones pequeñas para la economía.
    *-La divisa no es un medio de ahorro, sino un instrumento del comercio internacional. El ahorro está en la inversión.
    *-El crecimiento del sector industrial requiere disponibilidad de divisas para sostener el abastecimiento creciente de bienes de capital, intermedios y energía.
    *-[/bEl crecimiento acumulado de las exportaciones industriales desde 2003 a la fecha es de 263%. El respaldo de la moneda nacional no está dado por la cantidad de divisas de la economía sino por las riquezas que produce el país.
    [b]*-
    El viejo cuento monetarista de la especulación está superado.
    POLIKARPO
    ^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^----------------^^^^^^^^^^^^^^^^^^^

    “DOLAR: DE NUEVO EL FETICHE”
    Informe de la consultora Analytico.

    Esta semana, el dólar volvió a escena. La posibilidad del acceso minorista a través de los mecanismos formales (bancos y casas de cambio) se redujo prácticamente a cero con el endurecimiento de los controles fiscales, y así se disparó la brecha con los precios marginales, especialmente el “blue”. En tanto, el dólar que se utiliza para girar divisas al exterior (el “contado con liqui”) ya se acerca a los 6 pesos.

    ¿Cuáles son las razones que explican esta renovada tensión en el mercado de cambios, en un segundo trimestre que supone una mayor oferta de dólares por la liquidación de divisas de los exportadores de soja y derivados?
    Veamos qué sucede con la oferta: según datos de CIARA-CEC (de mediados de mayo) en el año se acumula una liquidación de USD 8.090 millones, 5% menos que en igual período de 2011. Una diferencia menor, poco significativa, que no explica la astringencia casi absoluta que el gobierno impone hoy para comprar dólares en el mercado formal.

    En realidad, lo que se está modificando en las últimas tres semanas es la percepción que tienen los inversores financieros ante algunos eventos internacionales.
    Nuevamente Grecia es el centro de todas las miradas: su salida del euro parece segura, y algunos analistas (como Paul Krugman) le pusieron hasta fecha: junio. España navega en una economía de elevadísimo desempleo, caída de la actividad y un gobierno conservador que sólo atina a cumplir con su promesa de ajuste fiscal que, como siempre, profundizarán la depresión. Los recientes datos de China, en tanto, muestran una pobre performance en la industria, las ventas minoristas y la inversión. El crecimiento proyectado para el segundo trimestre cae casi un punto, de 8.5% i.a a 7.6%.

    Así las cosas, la lluvia de inversiones financieras y reales, que en los primeros meses del año caía sobre las economías emergentes, ya paró. En Brasil, el flujo comercial (exceso de exportaciones por sobre importaciones) no alcanza en mayo a compensar las salidas de tipo financiero (incluyendo giro de utilidades). El saldo negativo es aún pequeño (USD 650 millones), pero va en línea con la caída de 45% en las entradas netas acumuladas desde enero, comparadas con 2011 (USD 25.000 millones). El efecto sobre el tipo de cambio fue inmediato: el real se deprecia 5% en el mes (superando R$2 por dólar), y 25% desde mayo de 2011. El gobierno de DilmaRousseff está confortable con la devaluación del real, que acompaña a los paquetes de estímulo productivo que son implementados para apoyar su castigada industria.

    Bajo este escenario de mayor complejidad internacional, la fuga de capitales en la Argentina, que se había reducido entre enero y marzo, aumenta desde abril, y en particular a partir de los primeros días de mayo. En la primera quincena el BCRA compró USD 630 millones, bastante menos de lo proyectado. Sin embargo, controles mediante, en 2012 el Central acumula USD 5.900 millones en compras netas de divisas, frente a USD 4.500 millones en igual período del año pasado (+29%).

    Como repetimos desde el Analytico, el gobierno tiene un objetivo macroeconómico básico, que es preservar las reservas del Central. En los últimos 30 días éstas apenas aumentaron USD 300 millones, ubicándose en USD 47.800 millones. En el segundo semestre, ante perspectivas concretas de una mayor volatilidad global, se concentran los mayores vencimientos de deuda (en agosto, USD 2.300 millones por el vencimiento del BODEN12) y además es el período menos superavitario de dólares comerciales.

    Aún sin hacerlo explícito, es claro que la gestión CFK busca que los dólares del Central sean utilizados en estos meses para pagar tanto deuda como un flujo más “liberado” de importaciones. Los giros de utilidades y el atesoramiento minorista a precio regulado vienen después…

    El camino para administrar la renovada tensión cambiaria es dificultoso. Un 25% de brecha entre el dólar regulado y el paralelo preocupa ahora más que en tiempos del episodio posterior a las elecciones, cuando la diferencia era de 10%. En un sentido, 25% es la expectativa devaluatoria que tiene una porción del mercado; desde Analytica, sostenemos, por el contrario, que no hay razones para que sea convalidada. El gobierno demostró a fines de 2011 que no corre por detrás del mercado, y cuenta con herramientas para operar. La estrategia cambiaria ha sido, y creemos que seguirá siendo, gradual, sin saltos bruscos. Pero el contexto externo –en particular, la depreciación del real brasileño- pone al gobierno ante un dilema: acelerar la tasa de devaluación y correr el riesgo de que sea percibida como una conducta defensiva, o perder competitividad frente al socio mayor del MERCOSUR.

    Este momento de tensión cambiaria perturba, además, las principales negociaciones salariales, que el gobierno busca contener en aumentos que no vayan más allá de 22-23% en promedio. Un salto devaluatorio brusco echaría por tierra la intención oficial.

    También, deben seguirse muy de cerca algunas conductas “micro”, como la de los productores agropecuarios, que ante la imposibilidad de acceder al mercado formal de cambios, luego de vender sus granos y recibir pesos a cambio, pueden retacear las ventas y estrangular el mercado, ampliando la brecha y realimentando el temor de los minoristas.

    Mantenemos nuestra posición respecto de que no existen condiciones objetivas para desdoblar el mercado de cambios.Las reservas son suficientes para defenderse ante eventuales corridas contra el peso; los precios internacionales son elevados; los servicios de la deuda resultan muy manejables y el cuadro fiscal –aunque deteriorado- no es el de los años ochenta - cuando hubo diversas experiencias (todas fracasadas) de tipos de cambio múltiples-.

    Pero también sostenemos, como antes, que “Las medidas de control de las compras de divisas no deberían generar demanda insatisfecha que haga aumentar el volumen del mercado paralelo, dándole cuerpo así a las presiones devaluatorias: los que operan en el segmento formal de la economía tienen que acceder sin problemas a los dólares. Dejar que el mercado fije el precio del dólar en condiciones de incertidumbre es la peor opción.” La estabilización de las expectativas debe ser el objetivo central de la política económica en estas horas.
    ^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^----------------^^^^^^^^^^^^^^^^^^^

    “La pesificación que falta”
    Por Mario Rapoport.

    La Argentina no ha terminado de salir de su propio cepo mental, que no es sólo producto de la apetencia por el dólar o de tenerlo como moneda de refugio. Ésos son síntomas y no razones estructurales de una situación a la que en cierta forma muchos deudores están obligados a responder y otros se aprovechan para hacer negocios ilícitos. Si excluimos a los tránsfugas del mercado de divisas, la responsabilidad principal de que esto ocurra no está sólo en los que ahorran en dólares. Ese ahorro no ha sido muy fructífero durante la convertibilidad ni tampoco en los últimos años, salvo para dos cosas: viajar al exterior y cubrir las operaciones del mercado inmobiliario. Aquí sí está el verdadero problema. Los estímulos para el ahorro y los elementos de riesgo son mayores con un rubro de la construcción dolarizado y donde el sistema crediticio no funciona o funciona mal. El nudo de la cuestión radica en la dolarización de este segmento que mueve muchísimo más que el turismo externo y donde no sólo existen los que invierten para ahorrar o tener algún tipo de renta, sino una parte sustancial de gente que se involucra a fin de adquirir una vivienda digna, en un país donde el déficit habitacional es muy alto.
    Introducir el dólar como la moneda de pago en este sector convierte sus operaciones en un sistema especulativo y de juego financiero que no depende de los propios costos de la construcción sino del capricho de los que especulan en el mercado de divisas, más aún si se da, por ejemplo, una situación, como la actual, de un cerrojo cambiario. Los contratos inmobiliarios que se hacen en dólares están presos de la misma enfermedad a la que nos llevó la convertibilidad o en la que está actualmente la eurozona en los países europeos. Dependemos de una moneda que no es la nuestra, que no tiene circulación legal forzosa, y con la que no se abonan los salarios ni se realizan negocios internos. De modo que no hay razón alguna para que el mercado de inmuebles permanezca dolarizado. De hecho, por ejemplo, en Brasil no lo está. Me llegan cotizaciones de viviendas usadas en el barrio de Tijuca, uno de los más caros de Río de Janeiro: varios departamentos de dos ambientes que van de 60m2 a 89m2 y cuyos precios oscilan, según calidad y ubicación entre los 275.000 a los 300.000 reales, o sea de 137.000 a 150.000 dólares al cambio oficial. Pueden estar más caros o más baratos que en la Argentina, pero su compra no depende de la cotización de una moneda extranjera, vinculada con los saldos comerciales o financieros de la balanza de pagos, a los niveles de reserva o a la simple especulación. Son operaciones que se concretan en el mercado interno y que desde hace años, con tasas de inflación iguales o mayores que las que tuvo o tiene la Argentina, han permanecido en reales. La divisa extranjera no entra en las operaciones inmobiliarias.
    Esta cuestión es la que no permite resolver el problema de la salida de la dolarización en la Argentina y se convierte, principalmente, en una opción a la tenencia de dólares. Hay quienes afirman que esta situación es un resultado del proceso inflacionario y nos asustan diciendo que con una inflación del 25% nos vamos a una crisis como las del 2002 o a una formidable devaluación. Cierto es que consideran a la inflación aisladamente, nunca la vinculan con la tasa de crecimiento, de desempleo o a la distribución de los ingresos. Al “inversor global” sólo le interesa la inversión financiera, con tasas de inflación cercanas a cero, aunque el país no crezca ni se mejoren las condiciones de vida. Tampoco echan una mirada a procesos históricos anteriores. Martínez de Hoz en su discurso inaugural, cuando se hizo cargo de la cartera de economía en la última dictadura militar, puso como eje el combate a la inflación, entonces del 450% anual (leemos bien, no del 20 o 25%) y con sus políticas neoliberales (entre otras cosas comprimir brutalmente los salarios e iniciar un formidable proceso de endeudamiento externo) no la pudo achicar más que a niveles del 100 al 175% anual (no 20 o 25%). La dictadura dejó la economía, en 1983, con cerca del 340% de inflación anual, una tasa de crecimiento casi nula para todo el período y una profunda crisis desde 1981.
    Pasamos de largo por las épocas hiperinflacionarias de Alfonsín y los primeros años de Menem (donde no podemos realizar comparaciones con la situación actual) y el santo remedio de la Ley de Convertibilidad. Ésta logró frenar la inflación, e incluso produjo deflación, pero a costa de altas tasas de desempleo, pobreza e indigencia y una destrucción de la industria. Si medimos de punta a punta el período Menem-De la Rúa, tuvimos una tasa de crecimiento cercana a cero, incluyendo la traumática crisis de 2001-2002. Luego vino la devaluación y pesificación asimétrica, el país superó el default, y comenzó un proceso de reindustrialización y de recuperación del empleo que nos protegió de la crisis mundial iniciada en 2007-2009.
    En estos momentos la discusión de fondo debe centrarse no tanto en la medición de los índices de precios, aunque sea un tema de por sí importante, sino en las causas del proceso inflacionario. Esas causas están vinculadas con el alto grado de concentración de las empresas formadoras de precios, la transmisión al interior de la economía del aumento de los precios externos y otros factores, entre los cuales la puja salarial no es uno de los más relevantes porque siempre viene con retraso. Y aquí juegan de nuevo los efectos negativos de la dolarización del mercado inmobiliario. Es necesario, antes que nada, eliminar este sistema peculiar que alimenta la especulación, y por esa vía, también, el incremento de los precios.
    El ahorro en dólares, moneda cada vez más devaluada a nivel internacional, se va a frenar si el gobierno toma una medida de este tipo, mucho más eficaz económica y políticamente que cualquier cepo cambiario o mercado desdoblado. Por un lado, la pérdidas sufridas por los “corralitos” (de Erman González a Cavallo) no evitaron nuevos refugios en el dólar. Por otro, la Argentina tuvo en los años treinta, bajo gobiernos conservadores de derecha, y por casi diez años, un estricto control de cambios, y en varias ocasiones posteriores diferentes tipos de cambios, con relativo o escaso éxito para frenar la inflación o revertir las frecuentes crisis de stop and go.
    Ahora existe una política de flotación administrada del tipo cambio que ha dado resultado. En contrapartida, un torrente de agua no se detiene si no se ha construido antes un dique. Con el dólar pasa lo mismo; cuando no hay bienes cotizados en dólares nadie puede jugar con mercados paralelos, ni son necesarias medidas restrictivas.
    Un camino loable para la obtención de divisas resulta sin duda la iniciativa de abrir nuevas fronteras en el comercio exterior –las relaciones Sur-Sur– teniendo en cuenta la disminución del intercambio con clientes tradicionales, como los países de la Unión Europea. Ese comercio, que ya venía siendo afectado por la incorporación en su seno de las naciones del Este y su alto grado de proteccionismo, tiene ahora como eje esencial una formidable crisis.
    Las tareas del gobierno son varias. La economía argentina dispone de un colchón de reservas importante, ése no era el caso en el 2002, y altos niveles de producción y de empleo. Pero modificar malos hábitos adquiridos en el pasado requiere, ante todo, desactivar las causas que los provocan.
    ^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^----------------^^^^^^^^^^^^^^^^^^^

    “El dólar fue la peor opción de inversión para los que creyeron rumores de devaluación”
    Por Sofía Bustamante / Pablo Waisberg


    del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?) DOLAR

    El dólar no fue la mejor opción de ahorro en los últimos nueve años. Su rendimiento estuvo muy debajo de los depósitos a plazo fijo o las acciones que cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, que ofrecieron beneficios entre un 214% y un 430 por ciento. Pero, además, esa suerte de fiebre verde –que ofreció ganancias de hasta 170%– alentó la fábula financiera que recorre la city porteña y endiosa a la divisa estadounidense. Ese juego que cruza temores, expectativas y compras de billetes colabora, en los hechos, a la licuación de la crisis financiera originada en las hipotecas basura creadas en los Estados Unidos.
    “La falta de información y conocimiento sobre los rendimientos que genera cada una de ellas lleva a muchos ciudadanos a tomar sus decisiones de ahorro a partir de rumores y versiones que no tienen fundamentos económicos”, señalaron los economistas Andrés Asiain y Estanislao Malic, de la Cátedra Nacional de Economía Arturo Jauretche, en un trabajo que busca desmitificar al dólar como reserva de valor, que en los últimos días cobró vigor y aceleró el valor del blue.

    Opciones. Si bien la venta ilegal de dólares retrocedió el jueves después de haber atravesado la barrera psicológica de los $6, las ruedas previas a ese cambio de rumbo estuvieron cargadas de incertidumbre. Al clima de nerviosismo se sumaron algunos pronósticos apocalípticos destinados a atemorizar a los ahorristas minoristas. Muchos de ellos, además, estaban (y aún están) enojados por las restricciones para la compra de dólares. Todo ese escenario alimentó teorías a favor de la adquisición de moneda verde en el mercado informal: incluso con cotizaciones que superaron en un 30% el valor oficial.
    En el paper titulado “El dólar ¿la mejor opción para el ahorrista?”, Asiain y Malic señalaron que un inversor que en enero de 2003 eligió un plazo fijo en pesos –la opción más conservadora del mercado– tuvo un rendimiento acumulado de $21.400 hasta mayo de este año. Pero si hubiera optado por adquirir acciones habría logrado 43.000 pesos.

    La fantasía. “En cambio, para quien apostó al dólar sus ahorros –$10.000– pasaron a valer $13.100, y si se arriesga y busca cambiarlos al paralelo tendría $17.000, es decir menos aún que quien optó por la tranquilidad de un plazo fijo”, indicaron los economistas.
    Además de observar el comportamiento del mercado para las distintas opciones de inversión, se adentraron en el análisis de las versiones que alientan la compra de dólares y señalaron que “es falsa” la especie que califica de “inefectiva” a la restricción a la compra de la divisa estadounidense.
    La batería de medidas oficiales incluye la necesidad de demostrar la capacidad de compra antes de adquirir dólares –una operatoria que generó muchas quejas por mal funcionamiento y supuestas inconsistencias– y la necesidad de declarar los viajes al extranjero para obtener divisas, que incluye el objetivo de evitar que las agencias de viajes vendan los paquetes turísticos en dólares y los paguen en pesos para comercializar los billetes en el mercado ilegal. También la administración central incrementó los controles en los pasos fronterizos para evitar que quienes viajaron durante el fin de semana largo sacaran dólares por encima de los límites permitidos.
    Al analizar la consistencia del sistema, Asiain y Malic definieron que “también es una fantasía la idea de que la situación sea similar a la que llevó al derrumbe de la convertibilidad y que las medidas de restricción a la compra de dólares son el anticipo de un nuevo corralito. Un solo dato objetivo basta para desnudar la falta total de fundamentos de quienes buscan equiparar la situación económica presente con la existente a comienzos del siglo: el nivel de reservas acumuladas en el Banco Central”, subrayaron, y detallaron que las reservas pasaron de u$s14.000 millones en enero de 2002 a los actuales 47.643 millones de dólares. Llegaron, incluso, a superar los u$s50.000 millones y luego se mantuvieron fluctuando en torno del nivel actual.
    El Gobierno mantendrá los controles para la compra de divisas y la fuga de dinero

    Las restricciones para la compra de dólares se mantendrán esta semana, según indicaron fuentes de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Desde allí se iniciaron los controles en noviembre pasado que se intensificaron en las últimas semanas.
    En los últimos días se sumó la medida para que quienes viajen al exterior deban completar un formulario en la web del organismo con los distintos datos de su viaje. Según se explicó oficialmente, esa nueva herramienta facilitará la compra de divisas pero el objetivo de fondo es desmantelar una operatoria común en las agencias de viaje: exigen el pago en dólares a sus clientes pero cancelan en pesos los paquetes turísticos pero con la cotización del dólar oficial. Luego venden los billetes verdes en el mercado informal y alientan el espiral del blue.

    Pasos fronterizos. Además, durante este último fin de semana largo, el gobierno nacional volvió a disponer perros en los pasos fronterizos de la Argentina para evitar que quienes viajaron durante el fin de semana largo sacaran dólares por encima de los límites permitidos.
    Agentes e inspectores de la Aduana y la AFIP realizaron operativos para detectar el cruce de divisas en la frontera con Uruguay en los pasos Concordia-Salto, Colón-Paysandú y Gualeguaychú-Fray Bentos. Esos tres puentes son considerados clave en la estrategia oficial.
    En el caso de Colón-Paysandú, los agentes arribaron el viernes, en el inicio del fin de semana largo. Llegaron acompañados de perros entrenados para detectar dólares con su olfato.
    En el marco de ese operativo, el viernes se incautaron unos u$s20.000 y alrededor de 10.000 euros en el paso del puente General San Martín, que une Gualeguaychú con Fray Bentos, Uruguay.

    Los límites. Según datos del personal de la Administración de Aduana de Gualeguaycú, los billetes fueron encontrados en el interior de un automóvil de lujo en el que viajaban dos argentino.
    En la actualidad se permite portar u$s10.000 por persona y la cifra que debe ser declarada en el paso aduanero. En el caso de los perros, están entrenados para detectar cantidades superiores a los 10 mil dólares y euros, siguiendo el olor de la tinta de los dólares de EE.UU.
    FUENTE: http://www.diariobae.com / www.ambito.conm
    Publicado por poliKarpo
    GABY
    GABY
    Admin


    Femenino Sagitario Gato
    Mensajes : 4463
    Puntos : 16355
    Reputación : 3
    Fecha de inscripción : 12/08/2011
    Edad : 48
    Localización : catriel-rio negro

    del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?) Empty Re: del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?)

    Mensaje por GABY Sáb Mayo 19, 2012 10:49 pm

    Verde que te quiero verde

    del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?) D%C3%B3lar-dibujo

    El fetichismo por el dólar en la Argentina es fabuloso. Si no tenés dólares no existís. Tener capacidad de ahorro y no acopiar dólares te hace una especie de gil. Y dale nomás, dale que va.

    Incluso muchas personas que defienden al modelo que articula Cristina Kirchner, desde la afinidad ideológica hasta la militancia más fuerte, están pendientes de comprar tantos dólares como puedan. Nos falta un rato todavía para madurar como sociedad.

    Detrás del dólar se encuentra nuestro pobre individualismo. Nuestra falta de solidaridad. La posibilidad de salvarnos sin importarnos mucho nada más. No entendemos cómo un esfuerzo peersonal puede ayudar todas las variables ( http://yaesta.blogspot.com.ar/2012/02/como-vinculamos-la-sintonia-fina-con.html )de la economía y por tanto a los demás.

    Por un lado, parece aceptable que exista un dólar paralelo (o negro, ahora llamado "blue") para los que no tienen forma de justificar los montos con los que operan, o un dólar carísimo ("contado con liqui") para fugar divisas del país comprando activos financieros y liquidarlas en el extranjero donde coticen, por ejemplo, en EEUU.

    Pero por otro lado, y fundamental, es inaceptable que exista un cambio paralelo que por su sola existencia presione a la devaluación de la moneda local. Cosa que ocurre porque se traslada el precio del paralelo al oficial. Este traslado se refuerza con la mala intención de ciertos medios de comunicación, por eso cabe mencionarlo.

    del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?) Dolar
    Elaboración propia en base a BCRA

    La presidenta dijo que

    "hoy leía titulares que el viceministro de Economía pensaba en 4, 5, 30 tipos de cambio. Realmente y gente que lo crea, con todas las cosas que vienen diciendo (...) Por favor, no crean nada. Esta Argentina es una Argentina y, fundamentalmente, esta Presidenta, también quiero en ese sentido porque soy toma las decisiones obviamente, es absolutamente responsable y previsible, absolutamente responsable y previsible."

    Ser "responsable y previsible" le otorga, claramente, racionalidad al capitalismo, seguridad jurídica real. La seguridad de que no va a pasar cualquier cosa. Pero claro, lo que tampoco va a pasar es que las corporaciones vuelvan a controlar el Estado. Y por eso se tergiversa todo lo anterior, porque quieren volver a momentos en los que sí podían ejercer ese control ( http://yaesta.blogspot.com.ar/2011/01/el-poder-economico-y-politico-vale.html ). Son reaccionarios.

    No está claro que la aplicación de tipos de cambio diferenciales sea la solución, porque en la Argentina cuantas más posibilidades hay, más se aprovechan de ellas. Esto generaría demasiada vidriera y exposición para el dólar y profundizaría su fetichización y timba. Además de los costos para llevar adelante un procedimiento que bien se puede compensar con cargas impositivas diferenciales por sector.

    Es evidente que todo lo que se pueda utilizar para generar ruidos contra la estabilidad macroeconómica y financiera será llevado a cabo, por parte de un sector concentrado de la economía argentina que encuentra difusión gracias a cierta prensa ( http://www.lanacion.com.ar/1473623-la-afip-refuerza-los-controles-para-evitar-la-fuga-hacia-el-dolar ). Ese sector se integra por los grupos económicos concentrados ( http://tiempo.infonews.com/2012/03/25/argentina-71295-es-necesario-investigar-a-los-grupos--economicos-que-financieron-el-golpe.php )mayomente vinculados a la Asociación Empresaria Argentina, a la SRA y CRA, bancos extranjeros, agentes económicos con alta exposición financiera en la Argentina, empresas transnacionales, algunos medios de comunicación y parte de la UIA mayormente vinculada con la exportación de MOA, entre otros que presionan para licuar los salarios internos en dólares.

    Se trata de sectores que no están acostumbrados que cada paso que se da desde el Estado nacional sea a favor de los intereses del pueblo. Incluso después de 9 años de políticas inclusivas y coherentes siguen sin aceptarlo. Se trata de los mismos sectores, las mismas fracciones del capital, que han generado corridas financieras durante los ochentas, a fines de los ochentas especialmente, en las cuales el dólar galopó lastimando a los sectores vulnerables, sobre todo.

    Son agentes económicos que prefieren una corrida contra la moneda local, como existían en los ochentas, antes que el control por parte del Estado que emerge con el monopolio de la política económica legítima, bloqueando a cualquier capital interesado en dañar al gobierno y, en este caso, a toda la sociedad argentina. Estos agentes jamás en la historia argentina sintieron las crisis (muchas veces provocadas por ellos mismos), y en esta etapa no pueden concebir no salir ganando en la puja distributiva (ojo, porque tampoco salen perdiendo) en el contexto de la actual crisis internacional.

    Hablar mucho del dólar genera una cierta fiebre. Lo fetichiza aún más. Pero en un contexto en el que las reservas superan los U$S47.000 millones, y creciendo, luego de tocar un récord por encima de los U$S50.000 millones, no se puede hablar de riesgo de devaluación descontrolado.

    Sí, es verdad, cabe plantear los múltiples desafíos que le plantea al desarrollo argentino un mundo complejo, en crisis de sobre-financiarización. Pero de esto no se habla tanto en esa prensa fanática del dólar. Porque prefieren no pensar en profundizar una Argentina inclusiva con un Estado fuerte, son soberanía financiera, que no pueda ser rehén de los grupos económicos que siempre ejercieron el control de la política económica.

    El dólar no es inherentemente un fetiche, pero el tratamiento que se le da culturalmente, aprovechado por esos medios de comunicación, sí lo es.
    Publicado por Hérnan P Herrera
    http://yaesta.blogspot.com.ar/2012/05/verde-que-te-quiero-verde.html
    GABY
    GABY
    Admin


    Femenino Sagitario Gato
    Mensajes : 4463
    Puntos : 16355
    Reputación : 3
    Fecha de inscripción : 12/08/2011
    Edad : 48
    Localización : catriel-rio negro

    del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?) Empty del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?)

    Mensaje por GABY Sáb Mayo 19, 2012 10:16 pm

    El trastorno obsesivo compulsivo con el dólar exige un tratamiento de cuidado intensivo porque una estrategia de abstención abrupta provoca momentos de desesperación. No es un tema exclusivamente económico. En principio, es una cuestión social con componentes psicológicos de seguridad existencial, delineada por una pauta cultural arraigada en variados agentes económicos con poco o mucho excedente de capital.

    Es debatible si el tipo de cambio está atrasado o mantiene márgenes de competitividad; si el aumento de precios domésticos o la disputa político-mediática alimentan las tensiones en el mercado; si la devaluación del real o el fuerte aumento del precio de los commodities agrarios, en especial la soja, actúan sobre la cotización del dólar; si el billete verde es una opción financiera rentable o sigue siendo un activo refugio pese a su devaluación por la crisis internacional. Todos los argumentos que se suman para cada una de esas situaciones orientan, según la posición que se asuma, hacia la comprensión sobre el destino de la paridad del dólar en el actual contexto local y del exterior.

    Esos análisis son incompletos si no se agrega que la gestión de política económica en el país debe desarrollarse con una restricción adicional: el TOC con el dólar. Se manifiesta en todo momento. En períodos de crecimiento económico record o en fases recesivas del ciclo; con precios al alza o con marcos estables; con alivio por el desendeudamiento, abundantes reservas y garantía de pago de vencimientos con esas reservas o con inestabilidad en el frente externo; en etapas de recrudecimiento de la crisis internacional o en lapsos de tranquilidad en los mercados bursátiles mundiales.

    La imposibilidad de comprar dólares, pocos o muchos, genera un estado de intranquilidad espiritual en sectores medios, que se extiende hacia grupos que no tienen capacidad patrimonial para adquirir divisas. Es un comportamiento que excede la legitimidad de una medida de control de la especulación cambiaria, como la de adquirir dólares con la cotización oficial para luego venderlos en el paralelo. Conductas sociales de décadas terminaron por configurar una pauta cultural dolarizada que requiere de una labor paciente para modificarla. No se logra en forma inmediata cerrando totalmente la ventanilla de venta de dólares. En noviembre pasado, cuando se presentó el nuevo régimen para adquirir moneda extranjera, se informó de la existencia de una fórmula que determinaría la capacidad contributiva y patrimonial del comprador para validar operaciones. Si bien no se difundió el contenido de ese filtro, tenía el respaldo argumental de que las transacciones en el circuito formal sólo podían ser aceptadas con la exteriorización de fondos declarados. Al rechazar casi todos los requerimientos de compra de dólares en los últimos días, ese sistema quedó desdibujado, además de provocar distorsiones en varios segmentos de la economía dolarizados, como el inmobiliario.

    Brasil es uno de los ejemplos más cercanos que se exhiben para ilustrar que en su mercado inmobiliario las operaciones se concretan en la moneda nacional. El dólar no es tomado como referencia para la cotización de las viviendas. Aquí es donde se expresa con nitidez que no se trata sólo de un tema económico, sino de una pauta cultural de los agentes económicos. En no pocas oportunidades se ha explicado que el TOC con el dólar en Argentina tiene su origen en el padecimiento de sucesivas crisis económicas, devaluaciones, años de alta inflación hasta hiperinflación y repudio de contratos económicos, como el default de la deuda.

    En ese inventario de descalabros el caso brasileño no es muy diferente al argentino. En la investigación Ocho siglos de crisis financieras. Historia mundial de los defaults, el ex economista del FMI Kenneth Rogoff y el ex vicepresidente del banco de inversión Bear Stearns Carmen Reinhart revelan que Argentina no se encuentra al tope de los países defolteadores de la región. Desde su independencia, Argentina defolteó siete veces, siendo el último de gran magnitud. Brasil lo hizo en nueve oportunidades. El recorrido inflacionario también tiene muchas similitudes. Brasil registró tasas de inflación altas que se ubicaron por encima del 30 por ciento a partir de 1974, con picos de 235 por ciento en 1985, para describir un salto a la hiperinflación en el período 1988-1994 con un piso de 1000 por ciento anual y un máximo de 2700 por ciento en 1993.

    Brasil reúne entonces las mismas condiciones de experiencias pasadas traumáticas de la Argentina para explicar los motivos del atesoramiento de dólares o la referencia del valor de inmuebles en dólares. Pero otro es el movimiento económico cotidiano, lo que no implica que grandes capitales brasileños no fuguen dinero al exterior o desvíen fondos no declarados hacia paraísos fiscales o hacia la compra de inmuebles en Punta del Este. Pese a ese tradicional comportamiento de las elites latinoamericanas, el desarrollo de transacciones domésticas relevantes tiene como unidad de cuenta el real, la moneda nacional. En esa instancia, aparece la pauta cultural que altera la economía argentina, que fue consolidada con la fantasía de la convertibilidad. Ese régimen terminó de marcar a fuego el carácter bimonetaria de la economía.

    La tarea de desarticular la conducta dolarizadora no es sencilla ni inmediata. La dificultad de esa labor no implica resignarse y abandonarla, sino encontrar la estrategia adecuada para ir cambiando prácticas que se hicieron habituales. Por ejemplo, la actividad de compraventa de autos se ha pesificado y sólo se mantiene la referencia dólar para unidades de alta gama. Luego de la renegociación del default, el 38 por ciento de la deuda pública se ha pesificado, mientras que el sistema financiero posee un muy bajo grado de dolarización. El segmento en moneda extranjera en los bancos es una parte relativamente pequeña del total de depósitos y préstamos. Las colocaciones en dólares representaban en promedio el 56 por ciento del total en el período 1995-2001, alcanzando un máximo de 66 por ciento en 2001. Hoy representan apenas el 13 por ciento de los depósitos totales. En el caso de los préstamos en moneda extranjera la diferencia es más notoria. En 1995-2001, en promedio se habían constituido en dólares alrededor del 65 por ciento de los préstamos, con un pico de 72 por ciento en 2001. Actualmente representan apenas 14 por ciento, créditos restringidos a operaciones de comercio exterior.

    El mercado inmobiliario y el atesoramiento de billetes verdes como supuesto refugio de defensa del poder adquisitivo son dos frentes de resistencia de la dolarización. En el primero, el proceso de pesificación requiere ciertas regulaciones sobre publicidad y comercialización, además de modificaciones culturales en un marco de crecimiento económico y estabilidad cambiaria. En el segundo, haber sido la peor opción financiero en los últimos diez años no ha sido suficiente. Sólo la evolución del dólar en el mercado internacional podrá desalentar el ahorro en esa moneda, que se devalúa, está siendo desplazada lentamente como activo de reserva por las potencias emergentes y, además, pierde poder adquisitivo. En los últimos 25 años, de acuerdo con la evolución del índice de precios de Estados Unidos, su capacidad de compra descendió 50 por ciento. Este es un ciclo autónomo de la dinámica económica local con su cultura dolarizadora, pero ese proceso de declive del billete verde a nivel internacional no debería ser ignorado por aquellos que manifiestan síntomas de TOC con el dólar.
    Por Alfredo Zaiat
    http://www.pagina12.com.ar

    Contenido patrocinado


    del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?) Empty Re: del dolar y la cultura argenta por dolarizarse(?)

    Mensaje por Contenido patrocinado


      Fecha y hora actual: Vie Abr 19, 2024 8:21 am